Era a mediados de los años noventa cuando pude oír unas palabras de Diamantino García, un cura obrero de Sevilla, cuando le preguntaban si él pertenecía a la extrema izquierda, respondiendo con sigilo, seguridad y dignidad, «no, yo soy de extrema necesidad». Él se había entregado con gran compromiso y generosidad a la lucha por […]
Era a mediados de los años noventa cuando pude oír unas palabras de Diamantino García, un cura obrero de Sevilla, cuando le preguntaban si él pertenecía a la extrema izquierda, respondiendo con sigilo, seguridad y dignidad, «no, yo soy de extrema necesidad». Él se había entregado con gran compromiso y generosidad a la lucha por la dignidad de los más pobres en Andalucía.
Diamantino me viene a la memoría por aquello de la «extrema necesidad» y que ahora se convierte en «extrema dignidad» en el caso de Aminetu Haidar. Ella es un claro ejemplo de lo más auténtico del ser humano; dispuesta a dar su vida por una causa tan creíble como la «dignidad de un pueblo».
En pleno Siglo XXI cuando la crisis global ocupa gran parte de nuestra preocupaciones; cuando las traiciones y los traidores están a la orden del día; cuando los Obamas escupen sobre sus raíces negras; cuando la vida no vale nada ni en Colombia, ni Afganistan, ni en Irak…; cuando ignorar el hambre de tanto ser humano es un acto natural; cuando la mercantilización de las relaciones humanas son lo más cotidiano de nuestros actos; cuando … nos llegas tú, Aminetu Haidar y nos haces una sencilla propuesta, «sean dignos» , pues todavía como humanos podemos ser dignos.
Estoy convencido, querida Aminetu, que muchos más actos de valor habrás realizado en tú vida, además de ésta «huelga de hambre, por la vida y la dignidad», la tuya propia y la de tú pueblo el saharahui, pero éste hace que los límites de la entrega, la generosidad, el orgullo y la dignidad estén mucho más elevados. La historia afortunadamente cuenta con nombres que siempre estuvieron a la altura de las circunstancias forjando procesos sociales de liberación y justicia para sus pueblos, y tú ya ocupas un importante lugar con esos nombres. Mandela, Gandhi, Luter King, Evo Morales, Bartolomé de las Casas, Che Guevara… Aminetu Haidar.
Gracias por tanto, Aminetu por existir y por ser capaz de abrir nuevos caminos de dignidad e invitarnos a acompañarte en lo que será uno de los más importantes acontecimientos sociales, eticos, políticos y humanos en muchos años.
Gracias Aminetu por devolvernos la esperanza en las posibilidades del ser humano y su búsqueda de la dignidad como personas y como pueblos.
Gracias Aminetu por ser extremadamente digna.
Fuente: http://portal.ajintem.com/africa/1492-aminetu-haidar-o-la-extrema-dignidad.html