La situación en Abidjan, la principal ciudad de Costa de Marfil, se deteriora a pasos agigantados. Los rebeldes pro Ouattara se han hecho prácticamente con el control de dos barrios populares, Abobo y Anyamá, y los combates entre milicias y Ejército pro Gbagbo y los guerrilleros pro Ouattara se centran ahora en el barrio de […]
La situación en Abidjan, la principal ciudad de Costa de Marfil, se deteriora a pasos agigantados. Los rebeldes pro Ouattara se han hecho prácticamente con el control de dos barrios populares, Abobo y Anyamá, y los combates entre milicias y Ejército pro Gbagbo y los guerrilleros pro Ouattara se centran ahora en el barrio de Yopougon. Desde allí, Housseine Sidibé, marfileño casado con una española, nos traslada su testimonio: «La población civil está atrapada entre dos fuegos».
Ya hemos contado su historia. Housseine Sidibé regresó a Costa de Marfil en noviembre para participar en las elecciones y tenía previsto volver a España para pasar la Navidad con su mujer. Sin embargo, sigue en Abidjan, intentando defender a su familia del creciente clima de violencia. Hace unos días se trasladó de Abobo a Yopougon, pero es difícil escapar a este conflicto. «Es muy grave lo que está pasando aquí», asegura, «no entiendo cómo es que en las noticias no se habla de esto. Entiendo que lo de Japón y Libia es grave, pero esto también, hay muchas matanzas».
Mientras hablamos por teléfono con Sidibé se escuchan disparos de fondo. «Primero entraron los milicianos y luego los soldados. Disparan a todo lo que se mueve, estamos aterrorizados. La población civil está atrapada en sus casas entre dos fuegos, no sabemos qué hacer ni a dónde ir», explica. «Estábamos en Abobo y huyendo de los combates nos hemos trasladado a la casa grande, en Yopougon; pero ahora Abobo está en calma y los enfrentamientos se han trasladado hasta aquí».
En efecto, el barrio de Yopougon se ha convertido en el escenario de este conflicto que el mundo no quiere ver. Miles de personas han huído ya del país, se calcula que sólo en Liberia hay más de 90.000 marfileños, en su mayor parte procedentes del oeste del país, donde se libran combates entre el Ejército y Fuerzas Nuevas (pro Ouattara). Por no hablar de los desplazados internos, cientos de miles.
Este martes, un imam (líder religioso musulmán) murió a consecuencia de una bala perdida en los enfrentamientos de Yopougon. «En Abobo y Anyamá la cosa está más tranquila ahora, porque está controlado por el comando invisible (pro Ouattara). Ellos protegen a la población, incluso le han dicho a los tenderos que bajen los precios para que la gente pueda comer», añade.
Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=3&id=1695