Centenares de jóvenes salieron a las calles de la capital de Mauritania este lunes para protestar y pedir la renuncia del primer ministro y el aumento del salario mínimo hasta los 73.000 Ouguiyas (269 euros). Después de que el Ministerio del Interior llamara a los jóvenes del movimiento 25 de febrero y estos aceptaran en […]
Centenares de jóvenes salieron a las calles de la capital de Mauritania este lunes para protestar y pedir la renuncia del primer ministro y el aumento del salario mínimo hasta los 73.000 Ouguiyas (269 euros). Después de que el Ministerio del Interior llamara a los jóvenes del movimiento 25 de febrero y estos aceptaran en primera instancia, las negociaciones parecen haberse quebrado y han vuelto a las calles.
Cientos de ciudadanos se manifestaron este lunes en la capital de Mauritania, Nouakchott, exigiendo lo que se viene pidiendo en las proclamas sociales que se han producido en los últimos meses en el Magreb: reformas políticas y mejoras sociales para la ciudadanía.
La primera manifestación se produjo el 25 de abril, fecha que da nombre al movimiento que a través de las redes sociales sigue ampliándose y sentando las bases de protestas cada vez más numerosas.
El movimiento, según Al Arabiya, ha conseguido documentar 28 puntos de acuerdos entre los sectores descontentos con el actual régimen político, documento que ha servido como elemento de cohesión entre los manifestantes que en las primeras ocasiones se mostraron de forma dividida, lo que diliuía el impacto de las movilizaciones.
Entre otras reclamaciones, los manifestantes piden la dimisión del primer ministro de Mauritania, Mulay Uld Mohamed Laghdaf y, entre otras cosas, el aumento del salario mínimo a 270 euros (73.000 Ouguiyas).
En febrero tras las primeras movilizaciones, el Gobierno reaccionó anunciando un programa de distribución de parcelas de tierras a los ciudadanos más defavorecidos, que beneficiaría, según se anunció cuando se hizo público, a más de 100.000 personas, la mayoría residentes en la capital del país.
A pesar de que el Ministerio del Interior ha llamado a los jóvenes a proponer alternativas, y los analistas internacionales se lanzaron a los brazos de este movimiento para argumentar una posible solución mauritana que no pasara por la desestabilización del país, los manifestantes salieron este lunes a la calle con las mismas proclamas.
PRECEDENTES
A inicios de marzo, manifestantes y policía se enfrentaron durante horas en las calles de la capital del país. Era la cuarta movilización, hasta la cual las protestas se habían producido con total normalidad. Sin embargo, según los manifestantes, en la manifestación del 10 de marzo, la policía «infiltró» a ciudadanos entre los protestantes y dinamitó la conducta de la misma.
Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=3&id=1857