Sigo desde el buque Gernika los acontecimientos de la escena política española con especial atención, sobre todo desde que usted ha comenzado su proyección personal a las grandes masas buscando ganar voluntades para las próximas elecciones generales. Según leo en diferentes medios de comunicación, pareciera que pretende darle al PSOE un nuevo aire de izquierdas […]
Sigo desde el buque Gernika los acontecimientos de la escena política española con especial atención, sobre todo desde que usted ha comenzado su proyección personal a las grandes masas buscando ganar voluntades para las próximas elecciones generales. Según leo en diferentes medios de comunicación, pareciera que pretende darle al PSOE un nuevo aire de izquierdas para recuperar a su electorado que, sin duda alguna, les ha venido abandonando en los últimos años por las políticas de recortes tremendamente injustas con los que menos tienen, y sus complicidades con banqueros y empresarios. Su política exterior, ya sabe que el pueblo español es muy solidario, también les ha pasado factura. La manera que tuvieron de tratar la crisis del ataque a la Flotilla de la Libertad del año pasado donde trataron a los cooperantes españoles como enemigos del estado, (yo soy uno de esos cooperantes que ha día de hoy sigo sin entender que les hicimos para que nos maltratasen), sus alianzas inquebrantables con Marruecos en el caso del Sahara y la participación en las guerras de Afganistan o Líbia son algunos ejemplos de lo que gobiernos de izquierdas, por ética, no se pueden permitir, y eso se paga en las urnas.
Como le comentaba, le escribo desde un buque, el Gernika, que ha sido secuestrado por el gobierno griego unicamente por pretender ser solidarios con la población de Gaza. El Gernika iba a llevar hasta las costas de Gaza a representantes de la política, la cultura y los ámbitos sociales mas variados sumando 35 personas en total cuya función era verificar que las decenas de toneladas de ayuda humanitaria que los activistas de Rumbo a Gaza habían recogido, se entregaban a la UNRWA. El gobierno español, del cual usted ha formado parte y que dirige su partido, nos ha abandonado hasta el punto que nos hemos visto obligados a darles un tirón de orejas para que nos escuchen ocupando pacificamente la embajada de España en Atenas. Durante el mes que llevamos en territorio griego, la interlocución con el gobierno y con su partido la hemos tenido que forzar una y otra vez encontrando siempre las mismas respuestas, que no pueden hacer nada. Sr. Rubalcaba, un partido que pretende ser de izquierdas, tiene imposibles como objetivos; las utopias. Si no pueden soñar y crear ilusiones colectivas y tener la solidaridad por bandera, nos están vendiendo una moto que ya esta muy usada. ¿Le suena eso de «por sus actos les conoceréis»? El 15-M y nosotros somos el fruto de tantos años de charlatanería.
Lo que ha sido el PSOE ya lo sabemos, si usted pretende refundarlo y darle otro aire, permitanos reconocerlo con hechos y no con palabras, en estos momentos tiene una preciosa ocasión de aliarse con la solidaridad activa, con la legalidad internacional, con la defensa de los derechos humanos (de los palestinos y de las personas secuestradas en Grecia) y en definitiva, con las causas justas que han de dejar de existir porque gente valiente tome decisiones contundentes.
Sr. Rubalcaba, como líder del PSOE y candidato, pronunciese pidiendo la libertad del Gernika, un barco comprado con el dinero de miles de personas de todo el estado español que han creído que un proyecto como el nuestro era necesario para mostrar un apoyo efectivo a la población sitiada de Gaza. Escuche, comprometase y resuelva. Hoy, 6 compañeros nuestros comienzan una huelga de hambre en la embajada de España en Atenas. El gobierno que usted representa nos ha dejado abandonados y solo nos queda la protesta para rescatar al Gernika, por derecho y por dignidad. Me consta que muchos de sus potenciales votantes han formado parte de la campaña Rumbo a Gaza por lo que me atrevo, en su nombre, a exigirle que actúe de manera contundente y que sin mas dilación el Gernika pueda navegar libremente por las aguas del Mediterráneo.
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