Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El domingo 10 de julio, Francia se alió aparentemente con Rusia y China al llamar a que la OTAN detenga de inmediato sus bombardeos contraproducentes e ilógicos, mientras más países presencian manifestaciones públicas contra las acciones de la OTAN en Libia. El ministro de defensa francés, Gerard Longuet, dijo en París que la acción militar en Libia debe terminar y que el coronel Gadafi sería bienvenido a la mesa de negociaciones. Los continuos bombardeos del país no dan resultados, y la diplomacia es la única solución – incluso si Gadafi conserva un poder limitado. En una aparente media vuelta política, el señor Longuet dijo que Gadafi podría permanecer en Libia ‘en otra sala del palacio, con otro título’.
Longuet dijo:
«Ahora tenemos que sentarnos alrededor de una mesa…
«Dejaremos en bombardear en cuanto los libios comiencen a hablar entre ellos y los militares de ambos lados vuelvan a sus bases.
«Pueden hablar entre ellos porque hemos mostrado que no existe una solución mediante la fuerza.»
La OTAN y el gobierno de Obama no pueden formar parte de un diálogo porque serán los principales perdedores si la paz llega a Libia sin que Gadafi abandone el poder.
Apenas había hablado el ministro de defensa francés, el Departamento de Estado de EE.UU. publicó una declaración en la que insiste en que «EE.UU. continuará los esfuerzos como parte de una coalición de la OTAN para hacer cumplir una zona de exclusión de vuelos en Libia autorizada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a fin de proteger a civiles bajo amenaza de ataque». El portavoz no mencionó que la zona de exclusión de vuelos fue lograda en marzo en 48 horas y que ningún avión libio ha volado desde entonces. Misión cumplida hace 100 días.
Hillary Clinton repitió sus anteriores palabras: «Nuestros esfuerzos tomarán tiempo, pero que no quepa duda alguna de que la presión política, militar, y económica sobre Gadafi sigue aumentando. Los aliados seguirán aumentando la presión hasta que el pueblo libio esté seguro, sus necesidades humanitarias sean satisfechas, y una transición del poder esté plenamente en curso.»
Así es la vida.
En la mayor parte de los demás países árabes los viernes son días de cólera contra el gobierno del día, pero en Trípoli las plegarias del viernes son seguidas por masivas manifestaciones a favor de Gadafi. Uno de los chistes escuchados en el gran mitin a favor del gobierno del viernes después de las oraciones en la Plaza Verde tiene que ver con cómo cada mañana el líder libio, después de las oraciones Fajr temprano por la mañana, se coloca su uniforme formal, completo con esas inmensas charreteras, y saluda la pequeña bandera de la OTAN que pega en el espejo del baño mientras va de un sitio a otro evitando a los drones y a los asesinos de la OTAN. «Nuestro líder lo hace», me informó una joven, primero con una amplia sonrisa y luego poniéndose seria, «porque el bombardeo de civiles libios por la OTAN, que el eje de EE.UU. y la OTAN afirma que es obra de Gadafi, ha hecho que su popularidad aumente vertiginosamente entre nuestra gente tribal orgullosa y nacionalista. Yo soy un ejemplo de lo que está sucediendo. Sí, evidentemente podemos necesitar algo de sangre nueva y una reforma que debiera haber tenido lugar hace tiempo en nuestro gobierno. ¿Qué país no la necesita? Pero primero tenemos que derrotar a los invasores de la OTAN y entonces podremos resolver nuestros problemas entre nuestras tribus, incluidos los así llamados Rebeldes de la OTAN.»
Desde el inicio de la operación de la OTAN, el 31 de marzo, la alianza ha realizado casi 15.000 vuelos, incluyendo cerca de 6.000 misiones de bombardeo, según la oficina de prensa de la OTAN en Nápoles. Los ataques más recientes, de los que se informó el 9 de julio, incluyeron 112 vuelos y 48 ataques de bombas y misiles, y es aproximadamente el promedio.
Las dos embajadas más activas en Libia estos días son la rusa y la china. El 2 de febrero, según personal de la embajada búlgara, de la que se rumoreó falsamente que maneja en la actualidad los servicios consulares de EE.UU., la embajada de EE.UU. ordenó esencialmente a todas las embajadas de la UE y de la OTAN que hicieran sus valijas y se unieran a su avión y a sus botes fletados. Funcionarios libios dicen a los visitantes que los sorprendió el rápido éxodo. «Ni siquiera se despidieron. De repente iban camino al aeropuerto», dijo un funcionario del Ministerio de Exteriores durante una reunión la semana pasada.
Las dirigencias de Rusia y China se han vuelto cada vez más críticas de las acciones de la OTAN en Libia y exigen un cese al fuego inmediato y permanente. Hay algunos cínicos aquí que señalan que esos países, a diferencia de la OTAN, saben exactamente lo que están haciendo y eso incluye que tienen una excelente probabilidad de obtener muchos miles de millones de dólares en lucrativos contratos. Es en parte este entendimiento de que se trata de «todo de nada» lo que mantiene a EE.UU. y a su potente activo militar, la OTAN, concentrados en el asesinato del coronel Gadafi y en la ruptura de su base de apoyo civil. Si Gadafi vive, la OTAN pierde y lo mismo pasa con los principales contratistas actual de la industria petrolera que, según se informa, comienzan a sentirse deprimidos ante las noticias sobre todos los empresarios rusos y chinos que llegan a Libia.
Como comentó un estudiante en la Universidad Al Fatah de Trípoli:
«Lo que vuestro gobierno estadounidense ha hecho en la región por autodestruirse desde el 11-S es sorprendente para los libios. ¿Vais a combatir contra nosotros? ¿Por qué? Ya teníais todo el petróleo que queríais a un precio de ganga; colocamos estúpidamente nuestros fondos soberanos en bancos estadounidenses y ni siquiera molestamos mucho a Israel. Cada día las bombas de la OTAN matan más civiles libios. Sacrificamos casi un tercio de nuestra población o sea más de un millón de nuestros hermanos y hermanas, para expulsar a los italianos hace 70 años. ¿No hay alguien en vuestro gobierno que estudie la historia? No somos bahreiníes o sirios. Estamos armados y usaremos nuestras armas.
«Entre los errores cometidos por nuestros dirigentes, uno de los peores es que creyeron en los acuerdos con EE.UU. que hicimos en 2004. Los iraníes y los norcoreanos se ríen de nosotros por confiar en vosotros y renunciar a los programas de armas nucleares y biológicas. Créame, si Gadafi deja el poder lo echaréis de menos porque el pueblo libio se mostrará más duro contra vuestros proyectos que él.»
El 9 de julio de 2011, la OTAN afirmó que sus aviones realizaron otro «ataque de precisión» contra una posición de disparo de misiles de Gadafi cerca de Tawurgha, al sur de Misrata. Según su oficina de prensa: «Inteligencia, vigilancia y reconocimiento de la OTAN fueron realizados durante un período de tiempo para constatar el uso militar del lugar. Se confirmó que era utilizado para lanzar ataques indiscriminados contra civiles libios en el área y como área de preparación por aldeanos favorables a Gadafi, incluida la planificación de ataques contra fuerzas rebeldes cerca del puerto y de la ciudad de Misrata.»
A la mañana siguiente, el 10 de julio de 2011, habitantes locales negaron que la granja haya tenido alguna actividad militar en su terreno y un examen de los edificios de la granja no descubrió ninguna.
La OTAN está siendo triturada por críticos, incluso durante sus conferencias de prensa, especialmente por periodistas de grupos como Jane’s Defense Weekly que saben un par de cosas sobre armas y guerra. La semana pasada Jane’s ridiculizó al comandante de la OTAN que dijo que el que se observen antenas parabólicas en los techos es evidencia de que un lugar en particular es un «Centro de comando y control». Jane’s consideró que esa afirmación es ridícula.
Mientras aumenta la presión internacional sobre la Casa Blanca para que termine la campaña de bombardeo de la OTAN, se están discutiendo diversas propuestas dentro de la Unión Africana, y las embajadas rusa y china, e incluso entre los «rebeldes de la OTAN» y representantes del gobierno libio en Trípoli.
Un posible escenario sería que Libia ofreciera a Obama y a la OTAN una hoja de parra que incluiría que el coronel Gadafi «se retire a su tienda para escribir y reflexionar» mientras tiene lugar un diálogo entre el pueblo libio, incluyendo a las tribus y a los más de 600 Congresos del Pueblo que, por cierto, debiera haber sido permitido, como el congresista Dennis Kucinich y otros insistieron en febrero de 2011, antes de los ataques de la OTAN.
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