Durante la pasada década he publicado más de 500 columnas. Pero ninguna ha tenido tanta reacción como la del 15 de marzo, titulada «Los Políticos Tocan el Violín Mientras la Tierra Arde», en la que me lamentaba de que el Congreso no hacía nada acerca del calentamiento global. Es evidente que los norteamericanos comienzan a […]
Durante la pasada década he publicado más de 500 columnas. Pero ninguna ha tenido tanta reacción como la del 15 de marzo, titulada «Los Políticos Tocan el Violín Mientras la Tierra Arde», en la que me lamentaba de que el Congreso no hacía nada acerca del calentamiento global. Es evidente que los norteamericanos comienzan a preocuparse por la supervivencia de nuestro planeta y la indiferencia de nuestros líderes electos.
Bueno, ¿a que no adivinan? Desde entonces el asunto ha empeorado. Y los políticos siguen sin hacer nada. No tengo que decirles el calor que hace. Todos lo sufrimos.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), en la semana del 4 de julio se rompieron más de 3 000 records de temperatura. Un análisis del Instituto Goddard para Estudios espaciales de la NASA muestra que «Las temperaturas de la superficie global en 2010 se igualaron a las de 2005 como las más cálidas hasta ahora». Y el 2011 actualmente es el décima año más cálido de todos los tiempos, y parece que 2012 superará ese récord. Ya desde enero a junio de 2012 ha sido designado como el período semestral más cálido de la historia. Y la Organización Meteorológica Mundial informa que los 13 años más cálidos han ocurrido en los 15 años entre 1977 y 2011″.
Y ese calor extremo ha tenido sus consecuencias. La evidencia se encuentra alrededor de nosotros. Casi 56 por ciento del Estados Unidos contiguo experimenta una sequía de moderada a extrema, según el Monitor de Sequía de EE.UU. Vean los devastadores incendios en Colorado, Nuevo México y Arizona. Las cosechas también arden. Las perspectivas de la cosecha de maíz son desalentadoras y el precio del maíz ha subido durante el último mes -lo que significa mayores precios en el supermercado para la carne, pollo y productos lácteos, todos dependientes del maíz para su alimentación.
Si no nos quemamos, posiblemente nos ahoguemos. Los científicos informan que los glaciales de Groenlandia se derriten a un ritmo de 30 por ciento más rápido que hace una década, aunque no al ritmo mayor que los científicos predijeron hace un tiempo. De todas maneras sentimos el impacto. El Servicio de Agrimensura de EE.UU. (USGS) advierte que el nivel del mar en la costa atlántica está subiendo 3 a 4 veces más rápidamente que la tasa global.
«Desde aproximadamente 1990, el nivel del mar en la franja costera de 600 millas», informa el USGS, «ha aumentado de 2 a 3,7 milímetros al año; el incremento global durante el mismo período fue de 0,6 a 1,0 milímetro por año». Compárese con Norfolk, Virginia, enfrentado a un nivel mayor de 4,8 pulgadas. Filadelfia ha experimentado un crecimiento en el nivel del mar de 3,7 pulgadas y Nueva York 2,8 pulgadas. A este ritmo, pronostica el USGS, las aguas de la costa del Atlántico habrán subido de 1 a 11 pulgadas para el 2100 -lo que significa que porciones significativas de Miami, Norfolk, Filadelfia, Nueva York y Boston estarán bajo el agua.
¿Tiene algo que ver todo esto con el calentamiento global? No, si ustedes creen en los medios. En un estudio de la cobertura de los incendios arrasadores en el Oeste por parte de los medios, entre el 1 de abril y el 30 de junio de 2012, Media Matters encontró un sorprendente silencio acerca del tema del cambio climático. Solo 6 por ciento de todas las noticias impresas mencionaban una posible relación con el calentamiento global. Y solo 1,6 por ciento de todas las noticias en espacios noticiosos de la TV.
Repito, ¿tienen algo que ver estas temperaturas extremas con el calentamiento global? Sí -de creer en los científicos. Por primera vez, un informe gubernamental dado a la publicidad esta semana por NOAA afirma que existe una relación entre las actuales graves condiciones del tiempo y el calentamiento global provocado por gases con efecto invernadero emitidos por el hombre. Los climatólogos tuvieron mucho cuidado en no culpar al calentamiento global por cada tormenta severa o condición extrema del tiempo, pero sí llegaron a la conclusión de que la sequía récord en Texas de este año tuvo 20 veces más posibilidades de suceder debido al calentamiento global.
La relación entre el calentamiento global y las altas temperaturas récord es clara, dice
Thomas Karl, director del Centro de Datos Climáticos de NOAA. Es como un jugador de béisbol que usa esteroides; aumenta la posibilidad de que saque la pelota del parque de un jonrón. Y eso es lo que vemos. El aumento en la atmósfera de los gases con efecto invernadero provoca temperaturas globales superiores».
Esta vez ya los medios no pudieron ignorar el asunto. Noticias ABC lo inició con el reportaje de Diane Sawyer: «Planeta caliente. El mundo se está calentando. Y por primera vez, un informe apoyado por el gobierno de EE.UU. vincula ese calor agobiante y esas épicas tormentas con el calentamiento global producido por el hombre». Lo significativo del hecho fue señalado rápidamente por Sam Champion, el editor climático de Noticias ABC: «Si quieres saber mi opinión, Diane, ahora es el momento de comenzar a limitar los gases de invernadero producidos por el hombre».
Ciertamente ahora es el momento, En vez de los 33 votos para rechazar la Ley de Atención Asequible, quizás el Congreso debiera encontrar tiempo para realizar una sola votación -acerca del calentamiento global.
Bill Press es el anfitrión de un programa diario de radio distribuido nacionalmente, conductor de «Full Court Press» en Current TV y autor de un nuevo libro, La máquina de odio contra Obama, a la venta ya en librerías. Pueden escuchar «The Bill Press Show» en su sitio web www.billpress.com. Su correo electrónico es [email protected] .