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Exitoso esfuerzo contra transmisión vertical

Fuentes: IPS

Hace casi dos años que no nace un bebé con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, en el hospital público del distrito de Cité-Verte, en la capital de Camerún. El director de la institución, Emilien Fouda, dijo que el logro es el resultado del esfuerzo combinado del personal sanitario y de organizaciones […]

Hace casi dos años que no nace un bebé con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, en el hospital público del distrito de Cité-Verte, en la capital de Camerún.

El director de la institución, Emilien Fouda, dijo que el logro es el resultado del esfuerzo combinado del personal sanitario y de organizaciones comunitarias.

Philomène Manga se hizo el análisis para saber si era portadora del virus que causa el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en 2005, ya con cuatro meses de embarazo. «Cuando le dije a mi esposo que el resultado había sido positivo, me pidió que abortara para no dar a luz un niño enfermo», narró a IPS.

Pero gracias a la ayuda de la organización No Limit for Women Project (Nolfowop), decidió llevar su embarazo a término.

«Recibí tratamiento para que mi hijo no contrajera el VIH. Ahora tengo dos hijos sanos, uno de seis años y el otro de dos y medio. Y estoy pensando tener un tercero», señaló Manga.

Los pasos para prevenir la transmisión de madre a hijo son muy conocidos.

«El programa para evitar la transmisión vertical incluye concienciación, análisis voluntarios y confidenciales de VIH y de otras enfermedades de transmisión sexual, y prácticas de parto que minimicen los riesgos de transmisión del virus», dijo Fouda a IPS.

«También damos antirretrovirales y apoyo psicológico a las mujeres y a los niños seropositivos, así como asesoramiento alimentario», apuntó.

El médico dijo que el personal del hospital de Cité-Verte explica a las madres cómo evitar el contagio del virus a su hijo durante el embarazo.

«Pero el primer paso es hacer el análisis de VIH», remarcó Fouda.

Y es allí donde aparece la primera complicación. Según un informe del gubernamental Comité Nacional de Lucha contra el SIDA, publicado en marzo de 2012, alrededor de una de cada cinco mujeres que reciben atención prenatal se niegan a realizarse el análisis.

El gobierno se vio obligado a tomar medidas para evitar que las madres que no se hicieran el análisis transmitieran el virus a sus hijos.

«Tenemos instrucciones firmes. En la sala de parto realizamos de forma sistemática el análisis a las mujeres cuya situación se desconozca y, de ser necesario, iniciamos el tratamiento», explicó.

Según estadísticas publicadas por la oficina camerunesa del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), 20 por ciento de los casos de transmisión vertical ocurren durante el embarazo, 65 por ciento en el parto y 15 por ciento en la lactancia.

La tasa de VIH en mujeres es de 7,6 por ciento entre las embarazadas.

La intervención en la sala de trabajo de parto es crucial, pero aun así queda un gran tema sin respuesta. Según cálculos de Unicef, alrededor de un millón de mujeres debió asistir a consultas prenatales en 2011, pero solo lo hicieron 364.000. Para parir, muchas se atienden en clínicas privadas o en pequeñas maternidades de áreas pobres.

Los esfuerzos de las organizaciones comunitarias para evitar la transmisión de madre a hijo se vuelven más importantes al haber casi dos tercios de embarazadas que se atienden en centros de salud públicos.

En ese contexto es donde el trabajo de organizaciones como No Limit For Women es vital. Nolfowop, una asociación de mujeres con VIH, fue creada en 2000. Sus integrantes se reúnen con trabajadores de la salud en el hospital de Cité-Verte dos veces por semana, y luego difunden información sobre la transmisión vertical entre mujeres de comunidades aledañas.

«Tratamos de llegar a la mayor cantidad de mujeres posible participando en reuniones de varias organizaciones femeninas. Les urgimos a que se atiendan en hospitales públicos y mantenemos contacto con ellas mediante visitas a domicilio», señaló Odette Etamè, presidenta de Nolfowop.

La activa campaña de concienciación comunitaria también ayuda a llegar a quienes saben que son portadoras del VIH y quieren tener hijos, pero tienen temores.

«Gracias a la prevención de la transmisión vertical, tengo un hijo de dos años seropositivo», indicó Martiale T., de 32 años.

La organización Etamè recibe apoyo de varias instituciones, incluido el Ministerio de Salud, Care International y Unicef. La asistencia económica permite paliar los costos de transporte de las personas que realizan visitas a domicilio.

Pero a escala nacional las cosas no funcionan tan bien como en Cité- Verte. Organizaciones de apoyo comunitario como Nolfowop solo están en algunos hospitales del país y no en todos los centros de salud pública que realizan análisis de VIH a las parturientas de forma sistemática.

Etamè considera que el modelo de Cité-Verte debe ampliarse a todo el país.

«La idea es crear por lo menos un grupo de apoyo comunitario en cada uno de los 179 distritos de salud de Camerún. La iniciativa ya está en marcha en algunos de ellos», apuntó.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=101346