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Saquemos las armas de la calle

Fuentes: Página 12

Esto decía uno de los norteamericanos que se muestran preocupados por la violencia social. Pero no todos están de acuerdo: una encuesta de Gallup arrojó que un 74 por ciento apoya el derecho a poseer un rifle o pistola.

A las nueve de la mañana al día siguiente de Navidad, Kwame Baker estaba haciendo fila afuera del Memorial Sports Arena en el sur de Los Angeles, esperando para entregar su escopeta al Departamento de Policía de Los Angeles. «Me la dieron y nunca la usé. Ni siquiera sé cómo usarla», dijo Baker, un conductor de 52 años. Preocupado por los recientes asesinatos en Connecticut y por la violencia de las armas más cerca a su casa, le dijo a The Independent: «Sentí que era el momento. Tenemos que sacar las armas de las calles».

Desde los disparos en Sandy Hook el 14 de diciembre, cuando murieron 20 niños y siete adultos, la gente en Estados Unidos ha estado preocupada por hacer algo para prevenir otra tragedia similar. La semana pasada, Antonio Villaraigosa, el alcalde de Los Angeles, anunció que la amnistía de armas de la ciudad, que normalmente tiene lugar en mayo, se adelantaría para el Boxing Day (Día de las Cajas), que se celebra el 26 de diciembre para capitalizar el estado de ánimo nacional.

A los propietarios de armas se les garantizaba el anonimato en el evento, sin preguntas sobre de dónde provienen sus armas. Como incentivo, aquellos que entregaban una escopeta, pistola o rifle recibían vales del supermercado por valor de 100 dólares: por un arma de ataque el incentivo era de 200 dólares. Hacia la tarde, la devolución había llegado a 1673 armas coleccionadas el año pasado y los funcionarios habían entregado 130.000 dólares en vales. Durante todo el día, una fila de autos salía de la entrada del estadio, a lo largo del Boulevard Martin Luther King Jr. y daba vuelta la manzana.

Una de las primeras armas entregadas fue un Bushmaster AR-15, la misma clase que la usada por Adam Lanza en el tiroteo de Newtown. Kenny Chan, de 31 años, un capataz de la construcción, trajo una pistola que pertenecía a su cuñado. «La teníamos para defensa del hogar», dijo Chan, «pero ahora tengo un hijo de cinco meses y, ante lo que sucedió, no sirve tener armas tiradas por ahí». Tim Harper y su mujer, Kathy, llegaron desde Fullerton en el condado de Orange para entregar cuatro rifles de asalto que pertenecieron al padrastro de Tim, que tiene ahora Alzheimer. Es ilegal poseer armas en California. «No quería que terminaran en las manos equivocadas», dijo Harper.

El Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD) ha reunido más de 8000 armas en eventos similares desde que comenzó el programa en 2009. Las armas luego de entregadas son reducidas. Los escépticos sugieren que las armas entregadas probablemente no son las usadas para el crimen. Pero Joe Buscino, un consejero y funcionario policial de la reserva de Los Angeles, dijo: «Como oficial de policía, he visto numerosas escenas de crímenes donde la gente ha muerto por armas de asalto. Hoy, aquí, estamos salvando vidas».

La tasa de crimen violento de la ciudad ha descendido durante una década. Desde 2009, LAPD ha registrado una caída del 39 por ciento en crimen de bandas y una caída del 22 por ciento en llamadas reportando disparos. Hablando en el evento, el alcalde Villaraigosa declaró su apoyo a la prohibición federal de armas de ataque propuesta por la senadora de California, Dianne Feinstein. «Las ciudades y los estados deben unirse con el gobierno federal para hacer todo lo que podamos, tan rápido como podamos, para mantener a salvo a nuestras comunidades», dijo.

Sin embargo, no todos los estadounidenses están de acuerdo. Una encuesta de Gallup publicada ayer encontró que un record del 74 por ciento ahora apoya el derecho a poseer un arma. Aun en la liberal Los Angeles, la amnistía se encontró con oposición. De acuerdo con la agencia de prensa AFP, un cartel desplegado cerca de donde se entregan las armas, en la locación de Van Nuys, decía: «Reciba dólares por su arma. Le compramos su arma para donarla a una mujer en peligro. Una mujer armada no será una víctima».

* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-210743-2012-12-28.html