En el más reciente propone un canje de prisioneros. Explica en detalle los casos de Alan Gross y los 5 agentes cubanos
Por cuarta vez en menos de un mes, el New York Times publicó un editorial a favor de un cambio en la política estadunidense hacia Cuba. En el más reciente propone un canje de prisioneros para destrabar negociaciones y dar un giro hacia la normalización de la relación bilateral entre Washington y La Habana.
El comité editorial del Times afirma que aunque un creciente número de líderes en Washington y La Habana parecen estar ansiosos por normalizar la relación entre los países, el caso de Alan Gross, el subcontratista de un programa del gobierno estadunidense arrestado por Cuba hace casi cinco años, se ha convertido en el principal obstáculo para lograr un avance diplomático.
Por lo tanto, el rotativo propone: sólo hay una manera viable de retirar a Gross de una ecuación suficientemente compleja. La administración Obama debe canjearlo por tres espías cubanos que llevan más de 16 años tras las rejas en Estados Unidos.
El editorial, después de ofrecer un amplísimo resumen tanto del caso de Gross como del caso llamado los 5 de Cuba -el equipo antiterrorista que infiltró sectores anticastristas en Miami para intentar frenar atentados contra la isla-, afirma que funcionarios estadunidenses han concluido que para lograr la libertad de Gross, es necesario repatriar a tres espías cubanos que fueron condenados en un juzgado federal en Miami en 2001 (recuerda que dos de los 5 de Cuba cumplieron sus condenas y regresaron a la isla).
El editorial señala que para lograr el canje, el presidente Obama tendría que suspender el resto de la condena de los cubanos, y que eso es «justificable si se tiene en consideración el largo periodo que han estado presos, las críticas válidas que han surgido respecto de la integridad del proceso judicial que enfrentaron, y los posibles beneficios que un canje podría representar para lograr un acercamiento bilateral».
Mas aún, argumenta que tal canje podría abrir el camino para reanudar lazos diplomáticos, lo cual permitiría que Estados Unidos tuviera mayores oportunidades de fomentar cambios positivos en la isla mediante la expansión de comercio, turismo y mayor contacto entre cubanos y estadunidenses.
Concluye con una advertencia: si Gross muere estando en custodia, la posibilidad de establecer una relación más saludable con Cuba desaparecerá por varios años. Obama tiene que reconocer que esto es enteramente evitable, pero hay que actuar pronto. (El editorial completo, en español).
Este es el cuarto editorial publicado en menos de un mes por el New York Times. El primero se tituló «Tiempo de acabar el embargo a Cuba», un segundo abordó el cambio en la dinámica política dentro de Estados Unidos, que abre la posibilidad para promover un giro en las relaciones bilaterales, y el tercero fue un elogio sobre La impresionante contribución de Cuba en la lucha contra el ébola. Todos subrayaron que es el momento de promover un cambio a fondo en la fallida política de Washington del último medio siglo y a favor de la normalización de relaciones con la isla.
Los editoriales del periódico más influyente de Estados Unidos, así como los muy inusuales y recientes elogios hacia Cuba de altos funcionarios estadunidenses -incluido el secretario de Estado John Kerry, por su lucha contra el ébola- han despertado especulación sobre la posibilidad inminente de un cambio en la política estadunidense.