Ejército estadounidense. Foto: Defence-Imagery (Pixabay).
Anteayer crearon teorías raciales y organizaron una «desfortuna» con el África de los imperios y los reinos para «civilizarla». Esta pretensión se ha transformado en una «descivilización recíproca» induciendo a una «violación del imaginario» del que muchas hijas e hijos de la madre África luchan por recuperarse. Ayer, basándose en «los Kaptas africanos condecorados», planificaron una neocolonización y destruyeron mortalmente las «independencias nominales» y los «constructores africanos de las naciones», todos o la gran mayoría acusados de ser «comunistas peligrosos».
Sus teorías raciales han servido de base para los paradigmas de aniquilación y de deshonra que defienden el materialismo, el racismo y el militarismo.
Pompeo en África
Al final de la llamada Guerra Fría declararon el «fin de la historia» y el triunfo del fundamentalismo de mercado, al que siguió el desmantelamiento de los Estados-nación para que el «ultraliberalismo» reinara en todos lados y para siempre.
¡Esto ocurrió sin tener en cuenta la «vuelta de la historia» y el ascenso del populismo fascista y «neonacionalista»! Pero también con el «regreso de los humillados» al panorama multilateral mundial. De hecho, están ahí: China, Rusia junto con los países de la Organización de Cooperación de Shanghái, Irán, Venezuela, Cuba, Bolivia, etc. Entorno a China y Rusia hay, de ahora en adelante, más de 120 países.
¡Y ahí están de nuevo! Hoy dicen que quieren «salvar» África del «peligro rojo y amarillo». El «líder» Pompeo organiza un viaje propagandístico por África. De los más de cincuenta países que hay en este continente, va a visitar tres. Ya no se trata de la lucha contra el terrorismo y «en favor de la democracia». No. Esta vez hay que impedir que China endeude a «los buenos salvajes africanos». El padrino no quiere que esto ocurra. ¿En nombre de quién? ¿De qué principio, de qué ley internacional? Nada. ¡El padrino siempre es «el policía bueno del mundo» que actúa en nombre de su «excepcionalismo»!
Organizando bien su división del trabajo, el Tío Sam ya había mandado a su enviado especial y a uno de sus «comandantes» y allí firmaron un protocolo de acuerdo el miércoles 12 de febrero de 2020. Este «comandante» sabe que en el país de Lumumba, la law fare impuesta en Alstom, es un cuento chino. Además de esto, el Tío Sam está dispuesto a ayudar al Congo-Kinshasa a luchar contra la corrupción. El Tío supone que «los gobernantes» de este país son «diplomáticos» y/o ignoran la «trampa americana» (los que quieran informarse más sobre esta «ayuda» pueden leer este libro: Le piège américain, de Frédéric Pierucci y Matthieu Aron).
Quizá puedan comprender que hay una cuarta forma de lucha de clases además de la «dura», la «inteligente» y la «blanda». Existe también la «estricta» (también llamada law fare). Organiza leyes extraterritoriales aprovechándose del control informacional que proporciona la Agencia de Seguridad Nacional… La utilización del dólar es un instrumento importante. Al leer «la trampa americana», los congoleños, discípulos de Montesquieu, deberían repasar sus apuntes universitarios.
África y el Congo-Kinshasa primero
El Tío Sam sabe que «su guerra perpetua» contra el Congo-Kinshasa también tenía como objetivo prioritario entregar este país a los «dirigentes americanos». Y así es, ¡está en proceso de ocurrir mientras que «sus marionetas» nos ponen a «Shina Rambo» en bandeja!
Pues bien, que deje de mentirnos y finja que es un pirómano, se convertirá en nuestro bombero contra «el peligro rojo-amarillo». De hecho, cree que aún no somos lo suficientemente maduros como para cuidarnos a nosotros mismos. Nos desprecia.
¿Podemos culparle? ¡Si nos comportamos como niños «risueños» en cuanto aparece «el padrino»! No. ¡Es lo justo! Hasta que identifiquemos a nuestros oponentes y la naturaleza de la adversidad que enfrenta al país de Lumumba, nosotros y otros africanos seremos los embaucados.
Quieren «poner a América primero». Si no queremos «hacer que lo primero sean África y el Congo-Kinshasa» es culpa nuestra, no les acusemos. Están luchando por sus intereses. ¿Por qué nos harían regalos? Son «mamelucos». Actúan así con conocimiento de causa.
Si no controlamos nuestra historia para actuar conscientemente y con conocimiento de causa, nuestro lloriqueo será en vano. Al igual que nuestros chillidos. Nuestros «porqués» siempre hablarán de nuestra irresponsabilidad. Mostrarán nuestra negativa a evolucionar, en lugar de en las «pequeñas manos del capital», como demiurgos de nuestro propio destino.
Texto original: Avant-hier , hier et aujourd’hui, c’est toujours l’Afrique-mère ! Pourquoi ? Pourquoi ?, en Ingeta.
Traducido por Fátima Gómez Cáneba para Umoya.
Fuente: https://umoya.org/2020/03/06/africa-injerencia-estados-unidos-imperialismo/