La «corrupción africana» es solo africana en lo que respecta a sus víctimas. Sus autores son instituciones e individuos de todo el mundo.
Isabel dos Santos, hija del expresidente de Angola José Eduardo dos Santos. Foto: Megaricos.com.
La noticia apareció en los medios internacionales el 19 de enero de 2020: la fortuna de Isabel dos Santos parece ser en gran parte el resultado de décadas de saqueo facilitado por empresas consultoras de gestión y otros intermediarios internacionales. The Guardian, The New York Times, Le Monde y Expresso, entre otros, publicaron los informes del Consorcio Internacional para el Periodismo de Investigación (ICIJ) «Luanda Leaks». Luanda Leaks se basa en la impresionante suma de 715.000 documentos que se enviaron a la Plataforma de Protección de Denunciantes en África (PPLAAF), con sede en París. Docenas de periodistas e investigadores de múltiples entidades mediáticas trabajaron durante meses para analizar la información con el fin de exponer el vasto saqueo transnacional de la riqueza de Angola.
Al igual que en el escándalo de la deuda de Mozambique, que fue posible gracias a la colaboración de los funcionarios estatales mozambiqueños con los banqueros del Credit Suisse, entre otros, los artículos hacen hincapié en lo que muchos ya saben: la «corrupción africana» solo es africana en lo que respecta a sus víctimas, sus perpetradores son instituciones y personas de todo el mundo que están dispuestas a saquear sin conciencia mientras ven crecer sus cuentas en paraísos fiscales. A estas alturas, PwC, Boston Consulting y otras consultorías de gestión que aparecen en Luanda Leaks deberían llamar a su oficina de relaciones públicas, pero la verdad es que, dado el dinero que han ganado, lo más probable es que no les importe.
Quizás la parte más frustrante de todo esto sea que el resto del mundo lo sabía. Rafael Marques de Morais, el periodista investigador y activista contra la corrupción más conocido de Angola, ha estado informando no solo sobre las actividades financieras de Isabel dos Santos, sino también sobre el resto de la familia Dos Santos, a través de su página web de noticias Maka Angola durante años. Aunque ha ganado varios premios por su labor informativa a pesar del acoso y la persecución de las autoridades angoleñas, la mayoría de los gobiernos y empresas obsesionados con la riqueza petrolífera de Angola y encandilados por la familia Dos Santos optaron por ignorar los informes. De hecho, en lugar de abordar la cuestión de la corrupción, muchos medios de comunicación y otras organizaciones celebraron la condición de la señora Dos Santos como «la mujer más rica de África» comentando su perspicacia empresarial (AIAC [1] no lo hizo. Véanse los artículos que se refieren a Isabel dos Santos aquí y aquí).
La rapera Nicki Minaj publicó esta foto con Isabel dos Santos en su perfil de Instagram. Imagen: Africa Is a Country.
Lo realmente importante es que lo que ha permitido a Dos Santos y a otros como ella a crear esta imagen de mujer emprendedora y exitosa no son solo sus asesores de dudosa integridad, sino un sinfín de instituciones que apostaron por su imagen empresarial aun siendo conscientes de los informes que mostraban claramente su corrupción. La Asociación de Universitarios de Yale para la Paz y el Desarrollo de África invitó a Dos Santos a participar en una charla sobre el desarrollo del continente en abril de 2018. A pesar de que varias personas se quejaron por Twitter para que se replanteasen esta decisión, insistieron en mantenerla en la programación en vez de invitar a otros participantes para que pudieran confrontarse a ella. El problema era que los verdaderamente afectados se encontraban en los barrios pobres de Luanda y eran incapaces de permitirse el viaje a New Haven para enfrentarse a la mujer responsable de su situación.
Sin embargo, la Universidad de Yale no es el único culpable. También se convocó a la señora Dos Santos para participar en la Cumbre de África del GCRE [2] en el Parlamento Europeo en 2019, en la Universidad de Warwick en 2018, en la Escuela de Negocios de Londres en 2017 y en la Escuela de Economía de Londres en 2017. Estas invitaciones se remontan a 2013, cuando intervino en Nueva York en el Foro África y a 2014, en la Cumbre Mundial del Emprendimiento.
Al blanquear su imagen, estas universidades y organizaciones han contribuido a representarla como una persona de negocios fiable. Han normalizado la corrupción al actuar como si pudiera haber dos versiones en la historia de un mismo robo, valorando el glamour de Dos Santos por encima de los derechos de millones de angoleños. A medida que la información de Luanda Leaks continúa revelándose, se espera que, tanto las organizaciones mencionadas, como otras que apoyaron a la señora Dos Santos al ofrecerle oportunidades para darse a conocer, cuestionen internamente, avergonzados, su compromiso con el continente. Hasta que los colaboradores internacionales condenen de manera clara un comportamiento que criticarían en sus propios países, resultará difícil establecer debates y vínculos de confianza.
Notas de la traducción:
[1] AIAC (Africa Is a Country) es un proyecto de investigación que pretende apoyar la producción de trabajos originales y nuevos conocimientos sobre temas relacionados con África que no son reconocidos ni cubiertos por los medios de comunicación.
[2] GCRE: Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos.
Texto original: Claudia Gastrow, «Laundering Isabel dos Santos», en Africa Is A Country.
Traducido por Mounia Benaouda Benouda, Rebeca Garbín Álvarez y Alazne Pérez Parrón para Umoya.
Fuente: https://umoya.org/2020/04/16/angola-lavado-imagen-isabel-dos-santos/