“Los españoles han echado al último Borbón, no por rey, sino por ladrón”
Ramón María del Valle Inclán (1866-1936)
El precipitado viaje del rey Juan Carlos I -escapando en la oscuridad de la noche, como si de un ladrón convicto se tratase- más la retirada de asignación económica por parte de su hijo Felipe VI, cuya asignación no ha regresado a las arcas públicas, más la presunta renuncia de éste a su futuro patrimonio en paraísos fiscales, más la carta a su hijo Felipe, más la traca final del disparatado comunicado de la Casa Real, han generado un terremoto de elevada intensidad en medios nacionales e internacionales.
Los efectos del gigantesco seísmo -a la inminente rentrée de este caluroso verano, bajo la amenaza del coronavirus- pondrá frente al espejo de sus escándalos a la familia real española, dejando sin argumentos mínimamente racionales a una ultraderecha, rabiosamente franquista, que exculpa al rey contra toda evidencia.
La prensa libre europea está rompiendo el cerco mediático de ciertos medios españoles, que han blindado durante décadas –omertá de la Transición- los asuntos más turbios de la Casa Real.
En ese sentido, Koen Greven, corresponsal del importante diario nacional de Holanda NRC Handelsblad, ha entrevistado a diferentes personalidades del mundo intelectual universitario; y a mí mismo, como militar retirado.
Informa Koen Greven que el apoyo en España a la familia real se está desmoronando desde la misteriosa partida del ex rey Juan Carlos hacia un destino desconocido (que, como se descubrió el viernes, requería una escala en Abu Dhabi). “Los republicanos dicen con más fuerza: ¡Abolición!”
“Nunca ha habido apoyo político a una república en las últimas décadas ”, afirma el politólogo Fernando Vallespín. “Pero con la llegada de Podemos al gobierno eso ha cambiado este año.”
“Por supuesto que Juan Carlos I merece su crédito”, dice Arnau Gonzàlez i Vilalta, profesor de historia moderna y contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona. «Pero también contribuyó al encubrimiento y blanqueo de los abusos impunes de la dictadura».
Koen Greven continúa informando que, según el politólogo Vallespín, este culto al héroe del pasado, justificado o no, hace que el contraste con el papel de la familia real sea aún mayor en 2020. “El ex rey es claramente un jefe de Estado de una época diferente a su hijo Felipe VI. Ha logrado mucho. Pero en el pasado, sus incidentes fueron silenciados. Era tabú retratar el lado oscuro del rey. Así que siempre se salió con la suya durante los primeros 25 años ”
El politólogo Vallespín habla de un paso en falso. “Felipe VI quiso defender la constitución como rey. No puede hacer otra cosa. Pero por la dureza del tono, le salió completamente mal en Cataluña. Mirando hacia atrás, Felipe VI no debería haber dicho nada ”.
Continúa escribiendo Koen Greven: “el republicano Ruiz Robles cree que es mejor que Felipe VI se vaya después de la huida de su padre: Felipe VI no tiene la popularidad que tuvo su padre. No sabe conectar las distintas partes del conflicto catalán; por ejemplo, opta por el Estado que aplastó violentamente un referéndum sobre el futuro de Cataluña. Suma eso a los asuntos de Juan Carlos I y solo podrás sacar una conclusión: los reyes no aportan soluciones, solo problemas. No es necesario un referéndum. Simplemente que renuncie. Abajo el rey. ¡Viva la República!”.
Expreso, desde estas líneas, mi más sincero agradecimiento al periodista Koen Greven, que ha dado voz, en mi persona, a un sector republicano del ejército acosado por una cúpula militar mayormente ultraderechista, con la indignante complicidad de los Gobiernos de la Transición.
Los militares republicanos, recientemente represaliados, lo han sido con el vergonzoso beneplácito de la ministra de defensa Margarita Robles, jueza de profesión y miembro de la asociación “Juezas y Jueces para la Democracia”. Me refiero a mis compañeros Luis Gonzalo Segura, Marco Antonio Santos y Jemer López Escudero, expulsados del Ejército injustamente por un Régimen corrupto. Tienen toda mi admiración y respeto, pues han mostrado el coraje necesario para hacer valer sus valores republicanos en un entorno militar ferozmente hostil.
Spaanse republikeinen ruiken hun kans
Manuel Ruiz Robles, capitán de navío
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