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Los presupuestos regionales y la Navidad

Fuentes: Rebelión

1.- Los presupuestos regionales

Ahora cuando se están aprobando los presupuestos regionales, desde Campamento Dignidad, queremos resaltar varias cuestiones concretas que consideramos imprescindibles y urgentes para hacer frente al paro y la precariedad en la región.

En primer lugar, hay que incrementar los presupuestos destinados a combatir el desempleo en los pueblos. Las cantidades que se destinan a este fin apenas dan para que los obreros en paro trabajen durante un mes en el año, casi siempre, en la mejora de las calles y plazas de los pueblos. La Junta de Extremadura debe arbitrar medidas para que las tareas sean ampliadas a la creación de riqueza que generen más empleo, por ejemplo, con la construcción de viviendas, edificios públicos, cultivo de fincas improductivas, etc.

El problema de la vivienda debe ser atacado de forma global, aumentando las partidas destinadas a la dotación por parte de la Junta de vivienda sociales, tanto con la planificación general de un programa de construcción de nuevas, como a la adquisición de las que están en venta en muchos pueblos (Bancos Locales de Viviendas). La Junta de Extremadura debe expropiar y hacerse con las viviendas que haya en la región propiedad de la Sareb, de los Bancos y de los grandes Tenedores. También, es imprescindible que se desburocratice y reorganicen las ayudas del alquiler de viviendas desde las mismas poblaciones, sin tanta burocracia, al objeto de facilitar que la mayor parte de las clases trabajadoras y sectores sociales más precarios que viven en alquiler puedan conseguir estas asistencias económicas. Las ayudas y subvenciones para remodelaciones y rehabilitaciones energéticas y otras para la reposición de las viviendas sólo llegan a sectores de las clases medias o trabajadores que tienen salarios con alta o media capacidad adquisitiva.

En este orden de cosas, para la transparencia y correlación real de lo que se necesita y presupuesta es muy necesario disponer de un Registro General de las Necesidades de Viviendas y de las casas vacías en los pueblos de la Comunidad Extremeña. Por último, hay que prohibir todos los desahucios de personas o familias sin recursos, sin capacidad habitacional. En todo caso, de producirse la administración pública debe proporcionar una vivienda social.

Se deben ampliar los presupuestos destinados a los Municipios para la concesión de los mínimos vitales y las ayudas de contingencias. Y lo que es muy importante, que se ejecuten plenamente estas partidas presupuestarias. Es un hecho generalizado en otros años de gobierno del PSOE que estos presupuestos, así como el destinado a la Renta Básica Extremeña no se han realizado en su totalidad, utilizándose posteriormente para complementar mediante transferencias de créditos a otras partidas presupuestarias.

En vista de que el FEGA va a reformar los procedimientos de la concesión de alimentos a las familias más humildes y necesitadas lo que nos hace sospechar que lo que está tramando es una reducción del gasto público destinado a las familias más humildes y precarizadas.

Con este recorte que ya ha venido realizando a lo largo del año 2022 y 2023, durante los cuales no ha distribuido ni leche ni aceite, las intenciones del FEGA son las de eliminar el reparto tradicional de alimentos que se realiza desde las Asociaciones, a la vez que se elimina de las calles visibilizar la pobreza.

Desde Campamento Dignidad estamos criticando ampliamente esta medida política del gobierno central reclamando la reparación de esta decisión y en todo caso, solicitando a la Junta de Extremadura arbitre una partida presupuestaria para las asociaciones que funcionamos de manera independiente de Cáritas, Mensajeros u otras organizaciones oficializadas, al objeto de que se puedan mantener estas ayudas de alimentos a las familias más desfavorecidas con las que venimos trabajando desde hace muchos años.

2.- La Navidad

En otro orden de cosas, muchas de las personas que ocupan sillones municipales, tienen como comportamiento, no sólo ahora con motivo de la Navidad sino con un criterio político general, la organización de un buen número de actividades musicales y fiestas con el objetivo de llevar alegría y entretenimiento a sus pueblos. En clara competencia, intentando mejorar lo que hicieron en ese aspecto los ediles que les precedieron, no se reparan en asignar partidas de los presupuestos municipales a todo este tipo de gastos para lograr el colorido y la mejor iluminación de las calles y plazas,

Sin embargo, algunos de estos representantes municipales entretenidos en altos vuelos políticos o quizás en el más allá material y espiritual, no ponen el mismo interés en resolver los muchos problemas en los barrios, en combatir el enorme desempleo que nos atenaza, resolver las faltas de viviendas sociales y los altos precios de alquiler, buscar soluciones a la precariedad de muchas familias, y lo que es peor, en ser incapaces de generar expectativas futuras para nuestra juventud. Los pueblos pierden habitantes año tras año, se quedan vacíos, siendo estos datos estadísticos los que anulan la intensiva retórica y palabrería de los discursos de los dirigentes políticos e institucionales.

Hay casos extremos de gente que duerme en la calle de nuestras localidades y familias desamparadas que acuden a los ayuntamientos a pedir empleo o ayudas porque no tienen para pagar la luz y el agua, o para los alimentos. En el mejor de los casos se les conceden migajas para que se callen, se les da lo mínimo de lo mínimo, a otros se le dice que no hay nada para ellos pues no cumplen la burocracia exigida porque a pesar de su pobreza y su estado de precariedad económica no consiguen demostrar con papeles su miserable condición a los representantes de las Instituciones que por medio de sus trabajadores más avezados buscan los motivos necesarios para mandarles de vacío a casa.

Los presupuestos públicos para luces y el colorido se justifican por la dirigencia política e institucional con la presencia de la Navidad, no siendo fácil que la gente manifieste una mínima crítica a estas prácticas cuando el espectáculo festivo envuelve la vida social ocultando las insuficiencias y contrariedades económicas de muchas personas y familias. No obstante, nos ratificamos en la conveniencia de que se recorten cantidades para estos gastos lúdicos y festivos que pueden prestar un poco de solidaridad, en la lucha contra la pobreza, atendiendo a las necesidades básicas que sufren muchas familias extremeñas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.