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La victoria de Trump: nada nuevo bajo el sol

Fuentes: Rebelión

El pasado martes 5 de noviembre, tuvieron lugar las elecciones generales en los EUA.

Como es sabido, las elecciones en ese país son indirectas. La ciudadana o el ciudadano que concurre a las urnas, si bien vota a una o un candidato a la presidencia y vicepresidencia, en realidad está eligiendo a los miembros del Colegio Electoral (llamados compromisarios) correspondientes al estado en donde vota.

A cada estado le corresponde una cantidad distinta de compromisarios, que será equivalente a la cantidad de los Senadores y Representantes ante el Congreso que tenga. El partido ganador en un estado se lleva la totalidad de los compromisarios de ese estado. El total de compromisarios es de 538; por lo que un candidato o candidata para ganar la elección necesitará 270 votos electorales.

Es por ello que puede darse el caso de que un candidato tenga la mayoría absoluta de votos a nivel nacional pero no la tenga en votos electorales y no sea designado. Esto sucedió en las elecciones de 1876, 1888, 2000 y 2016. En ésta última, Hillary Clinton obtuvo 65:853.514 (48,17%) votos ciudadanos equivalentes a 227 votos electorales (31,6%) contra 62:984.829 (46,15%) equivalentes a 304 votos electorales (47,6%) de Donald Trump quien fue investido como 45º presidente.

Visto este ejemplo, podemos afirmar que el carácter democrático de este sistema electoral es muy cuestionable.

En esta elección, la disputa por la presidencia estaba centrada entre el republicano Donald Trump, que iba por su segunda presidencia y Kamala Harris, actual vicepresidenta por el Partido Demócrata.

El resultado fue un tanto sorpresivo. No porque ganara Trump, sino por el amplio margen con que lo hizo, contrariando todas las encuestas que daban un final muy reñido entre ambos candidatos.

Con datos a la tarde del día de posterior a las elecciones, Trump contaba con el 50,6 % del voto popular 73:649.072 votos contra el 47,7% de Harris: 69:437.463 votos. De los 538 votos electorales 301 vs 226; superando amplamente los 270 necesarios para ganar la nominación.

Y por si fuera poco, los republicanos logran la mayoría absoluta en Senadores y Diputados.

En síntesis, un triunfo contundente en todos los indicadores.

Lo que podemos esperar

Entiendo que debemos hacer un esfuerzo en nuestro análisis para separar el lineamiento político – ideológico general, del discurso y de algunas medidas concretas que puedan aplicarse.

Va quedando cada vez más en evidencia que más allá de los discursos de demócratas y republicanos, sus contenidos de fondo son comunes; son las expresiones políticas del “establishment” dentro y fuera de fronteras. Del centro del poder conformado sustancialmente por el complejo militar – industrial, los grandes conglomerados empresariales y el sistema financiero.

La historia de los EUA es la historia de un país cuya clase dominante se autoasignó el rol de país con el destino manifiesto de ser el modelo democrático a seguir por el mundo: “por la razón o la fuerza” (citando el lema del escudo de Chile).

De ahí la larga lista de sus intervenciones militares en países de todos los continentes a lo largo de su historia.

Anexamos al artículo un listado con una cronología de intervenciones en América que señala 30 intervenciones bajo presidentes tanto demócratas como republicanos. Si se visita la fuente indicada al pie, se podrán ver las intevenciones militares en todo el mundo y las causas invocadas para llevarlas a cabo.

En su campaña electoral, Trump apeló a reflotar una sigla, MAGA, “ Make America Great Again!” (haz a los Estados Unidos grande otra vez) usada en los 80 por Ronald Reagan.

Demás está decir que en el lenguaje egocentrista estadounidense, “América” son los Estados Unidos. El resto de nosotros simplemente no existimos.

En un país cuya población está desconforme y molesta por su declive económico y el desempleo, apeló a un discurso reaccionario y demagógico haciendo blanco de los males a los inmigrantes “que nos quitan puestos de trabajo” y anunciando un cierre de fronteras para ellos, especialmente a los mexicanos.

Pero “se le olvida y pasa por alto” el hecho no menor de que el crecimiento económico como potencia de los EUA se debió en gran parte a la cuantiosa plusvalía obtenida mediante la explotación de la mano de obra barata de los inmigrantes.

Ahora más que siempre a México y su actual gobierno progresista le cabe el viejo dicho de “tan lejos de la mano de Dios y tan cerca de Estados Unidos”.

En lo económico posiblemente tratará de implementar políticas proteccionistas aumentando los aranceles de importación de con el fin de frenar las exportaciones de China e incentivar la producción local. Pero posiblemente se convierta en un boomerang, ya que muchas de las compras a China son insumos para las empresas estadounidenses. Y si los mismos aumentan de precio, se reflejará en un alza de costos de los productos, una suba de la inflación y de las tasas de interés para préstamos en dólares.

Esto internamente golpeará a la mayoría de la población y en lo internacional será un acicate para que países como los nucleados en el BRICS apuren el proceso de salida del patrón dolar para sus transacciones.

Seguramente continuará con la política guerrerista para alimentar al complejo militar industrial y presionará a los países europeos para lograr una mayor participación militar de la OTAN en la guerra respaldando a Ucrania contra Rusia.

Asimismo continuará apoyando los ataques de Israel, su agente en Medio Oriente.

En definitiva no habrá nada nuevo.

Se incrementará el rasgo (y el riesgo) de una política catalogada por muchos politólogos como “neoconservadora” o “neopatriota”. Para decirlo en claro: neofascista, como la que se abre camino en varios países europeos.

Es el desesperado intento – condenado al fracaso – de evitar lo inevitable: el pasaje de occidente a oriente de la hegemonía del sistema capitalista.

ANEXO

Cronología de las intervenciones militares de los EUA y qué partido gobernaba en ese entonces

1831: Argentina – Andrew Jackson, 1829 – 1837 – Demócrata

1846-1848: México – los Estados Unidos anexionan el 60% del territorio mexicano – James K. Polk, 1845-1849 – Demócrata

1852-1853: Argentina – Infantes de Marina en Bs. As. – Millard Fillmore – Partido Whig.1853: Nicaragua – Franklin Pierce, 1853 – 1856 – Demócrata
1854: Nicaragua –

1855: Uruguay –

1856: Nueva Granada –

1858: Uruguay – James Buchanan, 1857 – 1860 – Demócrata

1859: Paraguay –

1868: Uruguay – Andrew Johnson 1865 – 1869 – Unión Nacional

1891: Chile – Bejamin Harrison, 1889 – 1892 – Republicano

1894: Nicaragua – Groover Cleveland, 1885 – 1888 y 1893 -1896 – Demócrata

1898-1902: Cuba, Puerto Rico y Filipinas – William McKinley, 1897 – 1900 – Republicano
Theodore Roosevelt 1901 – 1908 – Republicano

1914: México – Woodrow Wilson, 1913 – 1920 – Demócrata

1915: Haití –

1916: República Dominicana –

1917: México –

1924: Honduras – Calvin Coolidge 1923 – 28 – Republicano

1926: Nicaragua –

1954: Guatemala – Dwight D. Eisenhower, 1953 – 1960 – Republicano
1955: Argentina –

1961: Cuba – John F. Kennedy, 1961 – 1962 – Demócrata

1964: Panamá – Lyndon B. Johnson, 1963 – 1968 – Demócrata

1965: República Dominicana –

1967-1969: Guatemala – Richard M. Nixon, 1969 – 1973- Republicano
1973 Chile –

1976: Argentina – Gerald Ford, 1974 – 1976 – Republicano

1983: Granada – Ronald Reagan, 1981 – 1988 – Republicano

1983-1986: Nicaragua

1989: Panamá – George Bush, 1989 – 1992 – Republicano

2004: Haití –

Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Intervenciones_militares_de_los_Estados_Unidos

https://www.milenio.com/internacional/cuantos-presidentes-ha-tenido-cada-partido-en-estados-unidos

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.