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Entrevista a Inam Kula

«La mayoría de las personas negras de Sudáfrica son todavía pobres y la mayoría de las personas pobres son negras»

Fuentes: El Salto

La arquitecta y activista Inam Kula habla sobre segregación espacial post-apartheid, vivienda social, memoria y afrofobia en Sudáfrica.

Inam Kula es miembro del Economic Freedom Fighters, un partido de izquierdas influenciado por Thomas Sankara y Frantz Fanon. Trabaja además en arquitectura y urbanismo para intentar, desde la organización espacial, romper con las desigualdades sociales. Desde la arquitectura también cuestiona la exaltación colonial en los espacios de memoria. En lugares como Pretoria, se encuentra el Monumento de Voortrekker que ensalza con grandes figuras en mármol la historia de los afrikaners y sus enfrentamientos con los británicos y los zulúes. En Johannesburgo, en cambio, se sitúan el Memorial y Museo Hector Pieterson que recuerdan a los cientos de estudiantes negros que fueron asesinados durante sus protestas contra el apartheid.

Foto: Arquitecta y activista sudafricana Inam Kula

¿En qué consiste tu trabajo?

El trabajo en el que estoy interesada en arquitectura es una especie de arquitectura y planificación que intentan corregir las dinámicas de poder en Sudáfrica. Obviamente, tenemos una enorme historia de planificación espacial del apartheid, segregacionismo y colonialismo. Eso aún permea en las ciudades sudafricanas y en las áreas urbanas. 

Históricamente, hemos tenido el Urban Natives Act que esencialmente decía que las distintas razas (sic) no pueden vivir juntas. A las personas negras les designaron ciertas partes del país donde podían vivir. Y en las zonas que eran solo para personas blancas tenían que obtener permisos o derechos para poder estar allí. Había un sistema de pases. 

Así que, esencialmente, tenías que registrarte al entrar y salir de, por ejemplo, Ciudad del Cabo. Esto me afectó, porque en mi familia, mi abuela nació en una zona llamada District 6 aquí en Ciudad del Cabo. Y ellos le obligaron a irse a los Black townships [lugares a donde fueron obligadas a trasladarse las personas negras durante el apartheid]. 

Así que, eso tuvo un impacto enorme en lo que se convirtió nuestra vida familiar. Y claramente hubo efectos psicológicos de esos desplazamientos forzosos. Y no sólo pasó en Ciudad del Cabo, sino también en Sophiatown que estaba en Joburg [Johannesburgo]. 

Todo eso era para asegurar que no hubiera diversidad y cohesión entre las distintas razas. Así que, hay un montón de trabajo que aún queda por hacer en este país porque esencialmente somos una nación dividida en todo. 

Cuando hablamos de crear una nación cohesionada o una construcción nacional, no podemos negar el elemento espacial. Porque el éxito del apartheid  se basó en las prácticas espaciales de la época. Por mucho que el apartheid no siga existiendo, sigue habiendo segregación porque la gente negra aún reside en su mayoría en los townships. Y la gente blanca aún reside mayoritariamente en zonas prósperas como en la que estamos ahora. Y el único momento en el que la gente negra viene es cuando va a trabajar por la mañana. Así que solo tienen lo que Lefebvre llama “derechos de visitante”: te permiten entrar en la ciudad y marcharte al final del día. 

Así que la única cosa que les trae hasta aquí incluso hoy en día es el trabajo. Y entonces al final del día, ellos tienen que irse porque no hay nada para ellos aquí. Económicamente, no pueden permitirse vivir en áreas como esta porque no hay vivienda social. No hay viviendas de ingresos mixtos en zonas como ésta. Es solo para la gente blanca rica que son de Sudáfrica o turistas de Europa o Estados Unidos. 

Tenemos que mirar hacia la arquitectura que remedie, una arquitectura que hable de justicia social. Ya sea creando facilidades y construyendo aquello que pueda mejorar las vidas de las personas negras. 

Porque todo en Sudáfrica está racializado. Y por mucho que podamos hablar de estratos de clase, la contradicción fundamental y primaria es la raza. Es evidente que existen estratos de clase porque después de 1994 se produjo una movilidad social para ciertas personas negras o la élite negra. 

Pero la mayoría de las personas negras son todavía pobres y la mayoría de las personas pobres de Sudáfrica son negras. 

Las condiciones materiales de la gente negra durante el apartheid no han cambiado con el post apartheid. La única cuestión que hemos conseguido es el derecho al voto y la libertad de movimiento. Ahora puedes moverte. Pero si eres pobre y no puedes permitirte ir a la ciudad, realmente no tienes la libertad de ir hasta allí. Económicamente no nos hemos liberado.

¿Podrías explicarme cuáles son las políticas actuales para las personas negras en materia de vivienda social del gobierno? 

Existen las Reconstruction and Development Programme (RDP). Y ese es el plan del Gobierno. Pero incluso si miras la localización de las viviendas de RDP, incluso en Ciudad del Cabo, ves cómo la ciudad se está expandiendo. Así que las viviendas de RDP, las viviendas sociales, están concentradas en su mayoría fuera de los centros de las ciudades. Por tanto, de alguna manera perpetúan la misma planificación espacial. Porque dentro de esos townships, aún no tienen acceso a oportunidades. La única manera de tener acceso a trabajos y oportunidades es venir a la ciudad. Y cuanto más a las afueras vas, más difícil es.

La gente vive en lugares alejados, como Khayelitsha. Y básicamente, con lo que ganan diariamente, se permiten ir y venir al trabajo. Eso es todo lo que consiguen. Porque ganan tan poco dinero, que lo gastan todo en transporte. 

Literalmente están atrapados en estas trampas de pobreza. No hay vías para salir fuera de ese sistema. Y si consigues salir de ese sistema, es una anomalía. Mi madre consiguió salir. Y de ahí, mi hermana y yo. Pero para la mayoría de las personas es muy difícil.

A lo largo del país se encuentran monumentos, estatuas y edificios que hacen alusión a figuras de origen europeo y colonas. ¿Cuál es el papel de estos símbolos como vectores de memoria?

No hay nada en nuestro país, si creces como una persona negra africana, que te recuerde lo que eres como africano o como persona negra. Pero constantemente hay un recuerdo doloroso de que eres infrahumana y que la única historia que tienes como persona negra es la de subordinación. Y después la brutal historia del colonialismo. 

Obviamente, el proyecto colonial fue el de eliminar todo lo que pretendiera convertir a las personas negras en humanas; o capaces de hacer algo. Así que todo o toda la historia y memoria que es positiva ha sido destruida en su mayoría. 

Otra cuestión es que las maneras en las que los africanos y personas negras han recordado o transmitido sus historias han sido mayoritariamente a través de la oralidad. Entonces, cuando te sitúas en una sociedad moderna o contemporánea, ¿cómo recuperas esto? ¿Y cómo podemos empezar a archivar y asegurarnos de que esas historias permanezcan en nuestra sociedad? Y esa es una pregunta muy difícil de responder. Quiero decir, incluso para mí, como arquitecta pienso: ¿cómo entendemos el recuerdo los africanos? Y además, creo que lo que más le cuesta a Sudáfrica es decir de quién es la memoria que recordamos. ¿Qué partes se toman? ¿Qué partes se omiten? Yo tengo una postura clara. 

No podemos celebrar y recordar la historia colonial. Sí podemos reconocer qué ocurrió, pero no creo que sea correcto que las estatuas coloniales puedan erguirse por toda Sudáfrica en los espacios públicos. Porque ¿qué dice eso del tipo de sociedad en la que estamos? Porque los espacios y los nombres de las calles son indicadores no solo de nuestra historia, sino que además son un canal para mostrar nuestras aspiraciones colectivas como pueblo. 

Si todavía celebramos estas cuestiones, ¿qué le decimos a nuestros jóvenes y niños? Además, están las historias tangibles y las intangibles. ¿Cómo recoges eso? ¿Y las performamos en los espacios o las recolectamos? Porque los museos son una tipología occidental. El caso del museo del apartheid en el township de Port Elizabeth es un ejemplo, porque la gente no podía captar y conectar con él porque no entiende la cultura de los museos, de las galerías y esa clase de cosas. Entonces, ¿cómo creas un espacio, una línea que no es colonial y occidental? Estas cuestiones deben responderse no sólo figurativamente, sino también espacialmente. ¿Cómo comienzas a imaginar una sociedad que es representativa de un pueblo al que no se le ha permitido participar de ninguna manera? 

En los monumentos se ven historias muy diferentes sobre el país. ¿En manos de quién deberían estar este tipo de representaciones y espacios de memoria? ¿Debería ser algo institucional? Y si no es institucional, ¿quién tiene los recursos para construirlos?

Es una pregunta muy interesante la que haces y que intento responder como arquitecta. La arquitectura ha sido siempre política, ha sido utilizada históricamente para enviar mensajes a la sociedad. Así que el monumento que se construyó allí, fue esencialmente el Gobierno de entonces diciendo “así es como nos representamos a nosotros”. Eso es lo que hacen los gobiernos poderosos, los Estados poderosos y los monarcas poderosos: mostrar su poder a través de este tipo de intervenciones, de edificios. Incluso los Union Buildings fueron esencialmente edificios hechos para mostrar la paz entre los ingleses y los afrikaners, después de la guerra anglo-bóer, para decir “OK, ahora estamos unidos”. Así que los Union Buildings no supusieron la unificación con nosotros. No nos incluyó a las personas negras. Fue la unidad de las personas blancas. Por lo tanto, la arquitectura ha jugado históricamente ese rol. 

Pero este Gobierno negro actual no ha sido capaz de identificar cómo usamos la arquitectura, la creación del espacio, para ser capaces de demostrar quiénes somos como sociedad. Y eso se debe en gran medida a que la profesión en sí misma ha estado restringida. Tú no ves muchos arquitectos negros que digan “así es como nos imaginamos como sociedad”. Porque el rol de un arquitecto es diseñar la sociedad. Y si tú no tienes tu propia arquitectura, si no tienes tu propia planificación espacial para reimaginar la sociedad, entonces vas a vivir sólo a imagen de otra persona. 

Desde 1994 se han contabilizado distintos ataques de sudafricanos a personas de otros países africanos, a las que se les acusa de los problemas del país. ¿Cómo ves esta situación? 

Hubo mucho daño tras la colonización y sus fronteras en África. Nunca vamos a ser capaces de volver al estado previo a la colonización. Pero, ¿cómo trabajamos juntos? Y creo que la principal cuestión es que hay mucho poder en África. Hay mucho talento, recursos y minerales en África. ¿Por qué no nos beneficiamos como continente? ¿Por qué es más difícil para mí viajar a Dakar que ir a Ámsterdam? Hubo un programa deliberado para dividir a los africanos. Y por eso, decimos que esta cuestión que estamos enfrentando en Sudáfrica no es xenofóbica o xenofobia, sino afrofobia. Porque no vemos protestas de gente negra en Sudáfrica incitando violencia contra Europa o contra la gente de Estados Unidos. Es siempre violencia contra otros cuerpos negros del continente. 

Debemos preguntarnos por qué. Porque la razón por la cual no podemos vivir en las ciudades es debido a la afluencia del mercado inmobiliario de la vivienda de europeos y occidentales. ¿Por qué no nos enfadamos sobre esto? Porque esencialmente se trata de black-hate. Es adoctrinamiento. 

Por otro lado, hay un aumento de las fuerzas de ultra-derecha en Europa, Estados Unidos… 

Sí, hay una consolidación de la derecha. Y no solo está sucediendo en Occidente. Sin duda, aquí en Sudáfrica también. Y habrás visto recientemente cómo es la posición de Trump sobre Sudáfrica. Ya sabes, todas esas declaraciones infundadas sobre unas políticas que estamos tratando de implementar sobre la distribución de la tierra y la riqueza. Y él dice que hay un genocidio inminente contra la minoría blanca. 

Estados Unidos ofreció que se fueran quienes se sentían inseguros. ¿Por qué se fueron sólo 49 personas?

A cada una de las personas blancas sudafricanas con las que he hablado en Ciudad del Cabo, Pretoria y Johannesburgo —en su mayoría afrikaners de clase media-alta— les parecieron ridículas las acusaciones de genocidio blanco de Trump. Pero me indicaron, también, que hay una parte cada vez más creciente de población blanca de origen bóer que apoya a la ultraderecha sudafricana y estas ideas.

Ángeles Montalvo Chaves es doctora en Antropología por la Macquarie University y la Universidad Autónoma de Madrid.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/sudafrica/inam-kula-condiciones-materiales-gente-negra-durante-apartheid-no-han-cambiado