El ejército de Israel asesinó a 104 palestinos, entre ellos 46 niños, en ataques aéreos nocturnos sobre toda la Franja de Gaza el martes y el miércoles, en la última violación del alto el fuego.
Los ataques aéreos bombardearon la ciudad de Gaza, Jan Yunis y los campos de refugiados en el centro de Gaza, alcanzando viviendas, tiendas de campaña y el patio de un hospital.
Los médicos dijeron que se espera que el número de muertos aumente, ya que muchos de los heridos se encuentran en estado crítico y se cree que otros siguen atrapados bajo los escombros.
El Ministerio de Salud palestino dijo que otras 253 personas resultaron heridas, entre ellas 78 niños.
El director del hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza dijo que la situación sanitaria era «catastrófica», sin medicamentos ni suministros médicos para tratar a los heridos, según Al Jazeera.
La organización palestina de búsqueda y rescate de la Defensa Civil pidió un «alto el fuego inmediato y completo».
Tras casi doce horas de intensos bombardeos, el ejército israelí anunció que volvería a imponer el alto el fuego a partir de las 10 de la mañana, hora local (8 de la mañana, hora GMT).
Israel acusó a Hamás de violar el alto el fuego, citando un supuesto ataque contra tropas en Rafah el martes que dejó un soldado muerto, y retrasos en la entrega de los cuerpos de los cautivos fallecidos.
Hamás ha negado cualquier implicación en el tiroteo de Rafah.
El grupo también ha afirmado que el retraso en la devolución de los cadáveres se debió a la falta de equipo necesario para recuperarlos, un problema logístico que, según dijo, era conocido tanto por Israel como por Estados Unidos antes de que se acordara el alto el fuego a principios de este mes.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dio cobertura política a Israel por el ataque, afirmando que tenía «derecho a tomar represalias» y advirtiendo de que Hamás podría ser «eliminado» si no cumplía el alto el fuego.
Añadió que la tregua negociada por Estados Unidos «no está amenazada».
Según Associated Press, dos funcionarios estadounidenses anónimos indicaron que Israel notificó a Washington sus intenciones antes de lanzar los últimos ataques sobre la bloqueada Franja.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) condenó los últimos ataques y responsabilizó al Gobierno estadounidense de «toda la responsabilidad por la horrible masacre».
«Las recientes declaraciones de Estados Unidos, en particular las de Trump, que justifican los crímenes de la ocupación con el pretexto de la ‘autodefensa’ y utilizan el lenguaje de la ‘venganza’ contra civiles y niños desarmados, constituyen una cobertura política, una legitimación de facto y un mandato para proseguir con la masacre», afirmó.
«Atacar viviendas civiles y tiendas de campaña de personas desplazadas es una mancha en la conciencia de la humanidad».
Hasta ayer martes por la mañana, Israel había cometido al menos 125 violaciones del acuerdo de alto el fuego desde el 11 de octubre, según la Oficina de Medios de Comunicación del Gobierno con sede en Gaza.
Los ataques han causado la muerte de al menos 211 personas y heridas a casi 600, según el Ministerio de Salud palestino.
Israel también ha seguido restringiendo la entrada de ayuda y ha mantenido cerrado el paso fronterizo de Rafah con Egipto, en violación de los términos del acuerdo.
En total, las fuerzas israelíes han matado al menos a 68.643 palestinos desde el 7 de octubre de 2023 y han herido a más de 170.000.
La mayoría de los fallecidos son civiles, según datos militares filtrados.
Mera Aladam es una periodista palestina que colabora con frecuencia con Middle East Eye.
Texto en inglés: Middle East Eye, traducido por Sinfo Fernández.