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“Vine, vi y murió”

A 5 años del asesinato de Gaddafi por EEUU-OTAN

Fuentes: Rebelión

«Vine, vi y él murió» fueron las palabras dichas con emoción por la «Emperadora» Hillary Clinton al enterarse que tropas de la OTAN habían bombardeado, un 20 de octubre de 2011, la caravana donde se trasladaba el líder libio Muammar Al Gaddafi, quien luego fue entregado a la muchedumbre terrorista para el show televisivo, haciendo […]

«Vine, vi y él murió» fueron las palabras dichas con emoción por la «Emperadora» Hillary Clinton al enterarse que tropas de la OTAN habían bombardeado, un 20 de octubre de 2011, la caravana donde se trasladaba el líder libio Muammar Al Gaddafi, quien luego fue entregado a la muchedumbre terrorista para el show televisivo, haciendo ver que era el pueblo libio quien lo había asesinado. Aún recordamos en las voces de los vídeos los diferentes idiomas que usaban sus asesinos materiales.

En aquel momento, la entonces Secretaria de Estado de EEUU parafraseaba las palabras usadas por el Emperador romano, Julio Cesar, después de la conquista de Francia «Vine, vi y vencí». Pero además, ese mismo lema es el que oficialmente repiten los reclutas de la Escuela de Francotiradores del Ejército de EEUU. La crueldad y fascinación que transmitía la asesina Hillary Clinton, hoy candidata a la presidencia de EEUU, era para temer, por cuanto meses atrás estuvo reunida con el propio Gaddafi y dos de sus hijos, manifestándoles el deseo de su país de mantener buenas relaciones con el gobierno libio.

Gaddafi fue asesinado por la OTAN a través de la CIA, su cuerpo fue desaparecido, tal como lo hicieron con el cuerpo de Patricio Lumumba en 1961, y la razón es simple, les temían.

¿Porque Estados Unidos temía a Muammar Al Gaddafi?

Libia se «independiza» en 1951, pero la real independencia se da en septiembre de 1969, cuando se anuncia una rebelión militar y se instaura un «Consejo Revolucionario» presidido por Muammar Al Gaddafi.

Para aquellos tiempos el mundo se sorprendía por la claridad revolucionaria con la que actuaba ese Consejo; procedió a tomar control estatal del petróleo, de la banca y los seguros, y canceló los permisos otorgados para la instalación de las bases militares extranjeras y el uso de la base aérea de Wheelis Fields por Reino Unido y EEUU. Libia, inspirada por el auge panarabista que imperaba en la zona, se declaró la Gran Al Yamahiría Árabe Libia popular socialista y seguidora de las ideas de Gamal Abdel-Nasser de Egipto.

Ese conjunto de políticas, partiendo del control de los recursos energéticos, llevaron al Estado Magrebí a ubicarse entre los países con los más altos indicadores sociales y económicos en África y otros países del Mundo. La esperanza de vida en Libia era de 75 años, y contaba con el más alto ingreso per-cápita y el mayor índice de desarrollo humano en la región africana, aunado a ello la población recibía una cuota del ingreso petrolero.

Además, de las riquezas energéticas (4º país productor de petróleo en África) y monetarias (reservas internacionales sobre los 200 mil millones de dólares), en Libia se desarrolló un «Río Artificial», una red de tuberías que proveía agua subterránea a todo el país.

Pero la Libia de Gaddafi salía de sus fronteras y enarbolaba las banderas del Panafricanismo, de la verdadera unión económica y de la formación de una OTAN del Sur para sacar en definitiva a la nociva OTAN de toda África.

Gaddafi propuso la unificación de la moneda en África y dispuso de las reservas de oro libias para ese fin. A la vez, cooperaba económicamente con más de 20 países de África para evitar su dependencia con países europeos.

Gaddafi era un hombre de temer para EEUU y sus aliados europeos en la medida que procuraba mayor independencia a los pueblos de su región.

Hoy existen dos documentos del líder libio, panafricanista y panarabista, Muammar Gaddafi, que hicieron historia y quedan para las generaciones futuras, su Testamento, escrito el 5 de abril de 2011 y su Última Voluntad escrito en una fecha desconocida del mes de octubre de 2011, antes de su asesinato:

Testamento de Muammar al Gaddafi (5 de abril de 2011)

En nombre de Alá, el benevolente, el misericordioso…

Durante 40 años, o fue más, no lo recuerdo, hice todo lo posible por dar a la gente casas, hospitales, escuelas, y cuando tenía hambre, le di alimento, incluso convertí Bengasi en tierra cultivada desde el desierto, resistí ataques de ese cowboy Reagan, cuando mató a mi hija huérfana adoptada, trataba de matarme a mí, en su lugar mató a esa pobre niña inocente, luego ayudé a mis hermanos y hermanas de África con dinero para la Unión Africana, hice todo lo que podía para ayudar que la gente comprendiera el concepto de la verdadera democracia, en la que comités populares dirigían nuestro país, pero nunca fue suficiente, como algunos me dijeron, incluso personas que tenían casas con diez habitaciones, trajes nuevos y muebles, nunca se dieron por satisfechas, tan egoístas que querían más, y dijeron a estadounidenses y a otros visitantes, que necesitaban «democracia» y «libertad», sin darse cuenta jamás que era un sistema desalmado, donde el perro más grande se come al resto, pero les encantaban esas palabras, sin darse cuenta jamás de que en EE.UU., no había medicinas gratuitas, ni hospitales gratuitos, ni viviendas gratuitas, ni educación gratuita, ni alimentos gratuitos, excepto cuando la gente tiene que implorar y hacer largas filas para conseguir sopa, no, no importa lo que hiciera, nunca era suficiente para algunos, pero para otros, sabían que yo era hijo de Gamal Abdel Nasser, el único verdadero líder árabe y musulmán que hemos tenido desde Saladino, cuando reivindicó el Canal de Suez para su pueblo, como yo reivindiqué Libia para mi pueblo; fueron sus pasos los que traté de seguir, para mantener libre a mi pueblo de la dominación colonial – de ladrones que querían robarnos.

Ahora me ataca la mayor fuerza en la historia militar; mi hijito africano, Obama, quiere matarme, arrebatar la libertad a nuestro país, quitarnos nuestra vivienda gratuita, nuestra medicina gratuita, nuestra educación gratuita, nuestros alimentos gratuitos, y reemplazarlos por hurto al estilo estadounidense, llamado «capitalismo», pero todos nosotros en el Tercer Mundo sabemos lo que eso significa: significa que las corporaciones dirigen los países, dirigen el mundo, y la gente sufre, por lo tanto no me queda alternativa, tengo que resistir, y si Alá lo quiere, moriré siguiendo su camino, el camino que enriqueció a nuestro país con tierra cultivable, alimentos y salud, e incluso nos permitió ayudar a nuestros hermanos y hermanas africanos y árabes a trabajar aquí con nosotros, en la Jamahiriya Libia.

No deseo morir, pero si llega a suceder, para salvar a este país, mi pueblo, a todos los miles que son mis hijos, que así sea.

Que este testamento sea mi voz ante el mundo: que combatí contra los ataques de cruzados de la OTAN, combatí contra la crueldad, combatí contra la traición, combatí a Occidente y sus ambiciones colonialistas, y que permanecí junto a mis hermanos africanos, mis genuinos hermanos árabes y musulmanes, como un fanal de luz, cuando otros estaban construyendo castillos. Viví en una casa modesta, y en una tienda de campaña. Nunca olvidé mi juventud en Sirte, no gasté alocadamente nuestro tesoro nacional, y como Saladino, nuestro gran líder musulmán, quien rescató Jerusalén para el Islam, tomé poco para mí….

En Occidente, algunos me han llamado «loco», «demente», pero conocen la verdad, pero siguen mintiendo; saben que nuestro país es independiente y libre, que no está en manos coloniales, que mi visión, mi camino es, y ha sido claro para mi pueblo: que lucharé hasta mi último aliento para mantenernos libres, que Alá todopoderoso nos ayude a permanecer fieles y libres.

Coronel Muammar Al Gaddafi

Última voluntad de Muammar al Gaddafi (octubre de 2011)

Esta es mi voluntad.

Yo, Muammar bin Mohammad bin Abdussalam bi Humayd bin Abu Manyar bin Humayd bin Nayil al Fuhsi Gaddafi, juro que no hay otro Dios que Alá y que Mahoma es el Profeta de Dios, la paz sea con él. Prometo que voy a morir como musulmán.

De ser asesinado, me gustaría ser enterrado, de acuerdo con los rituales musulmanes, en la ropa que llevaba en el momento de mi muerte y con mi cuerpo sin lavar, en el cementerio de Sirte, al lado de mi familia y mis parientes.

Me gustaría que mi familia, especialmente las mujeres y los niños, sean bien tratados después de mi muerte. El pueblo libio debe proteger su identidad, sus logros, la historia y la imagen honorable de sus antepasados y sus héroes. El pueblo libio no debe renunciar a los sacrificios de los mejores pueblos libres.

Pido a mis partidarios a continuar la resistencia, y a luchar contra cualquier agresor extranjero contra Libia, hoy, mañana y siempre.

Que sepa la gente libre del mundo que podríamos haber negociado y abandonar nuestra causa a cambio de una vida personal estable y segura. Hemos recibido muchas ofertas para este efecto; pero optamos por estar a la vanguardia de la confrontación como insignas del deber y del honor.

Incluso si no ganamos inmediatamente, vamos a dar una lección a las generaciones futuras: la decisión de proteger a la nación es un honor y venderse es la traición más grande que la historia recordará para siempre a pesar de los intentos de quienes digan lo contrario.

Coronel Muammar Al Gaddafi

Gaddafi ha quedado para las generaciones futuras como un gran ejemplo de lucha, resistencia y consagración a la causa de los pueblos árabes y africanos. Nunca sus enemigos, los enemigos de todos los pueblos, le dieron tregua. Siempre fue maltratado y las grandes corporaciones lograron crear una imagen suya de loco y por último entregado a intereses occidentales, lo cual condujo a las poblaciones vulnerables, incluso las de izquierda, a retrasar las manifestaciones de solidaridad automática. Tal equivocación no podemos permitirla de nuevo, es necesaria la concientización y activación de las fuerzas de izquierda para que de forma irrestricta podamos evitar que otros pueblos sean igualmente víctimas de la destrucción y desmembramiento impuesto por EEUU y sus aliados de la OTAN en la Gran Al Yamahiría Árabe Libia popular socialista.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.