El líder cubano Fidel Castro estimó ayer que la cúpula militar estadounidense ejerce una presión «fuerte, persistente y reiterativa» sobre el presidente Barack Obama en relación con los conflictos en Afganistán e Irak, al analizar el libro del periodista estadounidense Bob Woodward, Las guerras de Obama. En este párrafo final de la conversación de Obama […]
El líder cubano Fidel Castro estimó ayer que la cúpula militar estadounidense ejerce una presión «fuerte, persistente y reiterativa» sobre el presidente Barack Obama en relación con los conflictos en Afganistán e Irak, al analizar el libro del periodista estadounidense Bob Woodward, Las guerras de Obama.
En este párrafo final de la conversación de Obama con Woodward, el presidente de Estados Unidos pronuncia palabras enigmáticas que son reveladoras: «Confiaba en que en nuestro sistema los civiles tomaban las decisiones políticas y los militares las acataban. No lo veo como una lucha entre halcones y palomas. Ni me intimidan los militares ni estoy pensando que en cierto modo ellos están tratando de socavar mi posición como comandante en jefe».
«Hay momentos en los que la presión de los militares es fuerte, persistente y reiterativa. Se percibe la imagen de un presidente resistido y desafiado, como ocurría en la Antigua Roma cuando el imperio dependía ya casi únicamente del poder de las Legiones», escribió Castro en una de sus «Reflexiones» publicadas en la prensa cubana. Al analizar el contenido del libro, Castro consideró que se da «un cuadro relativamente dramático» en el que está «por un lado Barack Obama, abogado con éxito, intelectual instruido y de fácil palabra».
Por el otro, dice el líder cubano, «militares altamente profesionalizados, educados en el uso de la fuerza y el arte de la guerra, dotados con armas que pueden poner fin» a la humanidad en cuestión de horas. ¿Qué esperanza para la humanidad puede derivarse de ese cuadro?», se preguntó.
Castro recordó un discurso pronunciado por el predecesor de Obama, George W. Bush, en 2002 en West Point, en el que afirmó que los militares estadounidenses «debían estar listos para atacar inmediatamente y sin previo aviso a 60 o más oscuros rincones del mundo». Según Castro, «en dos de esos oscuros rincones, Afganistán e Irak, están empantanados los soldados de Estados Unidos, después de ocasionar millones de víctimas».
Pero en las reuniones del Consejo de Seguridad Nacional con Obama se expresaba el temor a dificultades aún más serias provenientes de un tercer país: Pakistán. Las relaciones entre la CIA y el jefe del «grupo árabe», Bin Laden, se mantuvieron hasta el mismo día en que se produjo el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001.
¿Qué informó el Servicio de Inteligencia de Pakistán, ISI, a la cadena norteamericana de radio y televisión CBS? Que el día 10 de septiembre Osama bin Laden fue sometido a diálisis del riñón en el hospital militar de Rawalpindi, en Pakistán. «Debe tenerse en cuenta que el hospital se encuentra bajo la jurisdicción de las Fuerzas Armadas de Pakistán, que tienen estrechos vínculos con el Pentágono… No se hizo ningún intento de aprehender al fugitivo más conocido en Estados Unidos, luego entonces podría ser que Bin Laden sirviera a otro propósito mejor», destaca el párrafo seleccionado por Castro.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-155072-2010-10-16.html