Los «piratas» somalíes que operan en las aguas del Océano Índico se hicieron con una carga poco habitual al abordar un carguero ucraniano que transportaba una treintena de carros de combate con destino a un estado desconocido. El Faina fue capturado el jueves por la tarde en las costas somalíes cuando se dirigía al puerto […]
Los «piratas» somalíes que operan en las aguas del Océano Índico se hicieron con una carga poco habitual al abordar un carguero ucraniano que transportaba una treintena de carros de combate con destino a un estado desconocido.
El Faina fue capturado el jueves por la tarde en las costas somalíes cuando se dirigía al puerto keniata de Mombasa.
Una «fuente informada» aseguró desde Ucrania que el carguero transportaba una treintena de carros de concepción soviética T-72 y todo un arsenal de munición y lanzagranadas.
21 personas, 17 ucranianos, tres rusos y un letón se hallaban a bordo en el momento del abordaje. «El comandante alertó de que tres lanchas rápidas con hombres armados se amarraron al Faina y entonces se cortó la comunicación», aseguró Tomax Teans, la sociedad ucraniana que gestiona el Faina, que navega bajo bandera de conveniencia de Belice.
Tras partir de un puerto báltico no precisado, se esperaba que el Faina atracara hoy mismo en Mombasa, puerto de tránsito de las importaciones y exportaciones de muchos países de África Oriental. El carguero dispone de una rampa de acceso, lo que evita la asistencia de grúas portuarias y un fácil desembarco.
Al rescate
Un barco de guerra ruso se dirigía ayer hacia las costas somalíes «por la intensificación de los ataques piratas, específicamente contra ciudadanos rusos», anunció el portavoz de la Marina Igor Dygalo.
La patrullera El Intrépido, en servicio desde 1993, cuenta con una tripulación de 200 efectivos y está equipada por un helicóptero Ka-27 y un sistema de torpedos y misiles antisubmarino Vidopad-NK (SS-N-16 Stallion en la clasificación de la OTAN).
Dygalo señaló que estaríamos ante el primer envío de refuerzos a la región para «garantizar la seguridad de la navegación», pero advirtió de que «si la vida de los ciudadanos rusos está en peligro, la Marina rusa se reserva el derecho de actuar».
Zona de altísimo riesgo
Los abordajes de cargueros y pesqueros en aquellas aguas han aumentado de forma exponencial en los últimos tiempos.
Desde finales de julio se han reportado ocho ataques de este tipo, a los que hay que sumar otros 27 abordajes en el primer semestre, según la Oficina Marítima Internacional (BMI) con base en Kuala Lumpur. Entre ellos se incluye el secuestro del atunero Playa de Bakio en julio de este año, sin olvidar el intento frustrado de ataque al Playa de Anzoras este mismo mes de setiembre.
Según el BMI, el año pasado la cifra de abordajes en todo el mundo ascendió a 263, un 10% más que en el año precedente.
ESTADO FALLIDO
Los somalíes están repartidos en varios estados y territorios independientes. El Estado somalí propiamente dicho es escenario de una guerra abierta entre milicias islamistas y tropas extranjeras de apoyo a un gobierno títere.
PENTÁGONO
El Pentágono aseguró que estudia «todas las opciones» y mostró su preocupación por el tipo de carga abordada. La UE augura una presencia militar o policial «a corto plazo» en aquellas aguas.
Situación humanitaria crítica en la capital, Mogadiscio
La ONU y la Cruz Roja mostraron gran preocupación por la grave situación humanitaria creada por los fuertes combates de la última semana en Mogadiscio, que han causado decenas de muertos civiles y centenares de heridos, y una nueva ola de desplazados. Cruz Roja aseguró que «los hospitales y otros centros médicos no dan abasto ante la afluencia de heridos».
«Más de 140 heridos han sido ingresados en los hospitales Keysaney y Medina, donde reciben atención del CICR», señaló la portavoz Anna Schaaf, quien agregó que la cifra puede ser mayor pues los fuertes combates «han impedido a muchas otras personas heridas recibir la urgente asistencia sanitaria que necesitan».
«La última semana de combates en Mogadiscio, descrita por los testigos como los peores desde el último levantamiento insurgente en febrero de 2007, ha forzado a unas 15.000 personas a huir de sus casas», señaló la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR).
La mitad de estas personas huidas se han trasladado a lugares más seguros dentro de la propia capital, y el resto han buscado refugio en la ciudad de Afgooye, una zona ya sobrepoblada con más de 300.000 desplazados internos.
Unos 700.000 somalíes abandonaron la capital el año pasado, y en lo que va de 2008, otras 160.000 personas han tenido que salir de la ciudad. La gente se encuentra perdida y traumatizada, presa del pánico. Muchos no saben dónde encontrar refugio, y ACNUR teme que el movimiento de personas para salir de la capital se incremente la próxima semana, coincidiendo con el fin del mes del ayuno musulmán del Ramadán.