África celebró su Día Internacional este 25 de mayo en medio del Apartheid mediático de que es blanco por la «gran» prensa internacional, que solo habla del llamado «Continente Olvidado» cuando allí se escenifican golpes de Estado y conflictos, y para resaltar los males que le aquejan por largos años bajo dominación colonial y devastación […]
África celebró su Día Internacional este 25 de mayo en medio del Apartheid mediático de que es blanco por la «gran» prensa internacional, que solo habla del llamado «Continente Olvidado» cuando allí se escenifican golpes de Estado y conflictos, y para resaltar los males que le aquejan por largos años bajo dominación colonial y devastación imperial.
Hace 52 años nació la Organización de la Unidad Africana (OUA), devenida posteriormente en la Unión Africana (UA), una entidad surgida tras procesos de independencia en diferentes países que dieron al traste paulatinamente con el colonialismo y la segregación racial.
Las antiguas metrópolis europeas y Estados Unidos tuvieron que admitir desde entonces la soberanía de los pueblos del también denominado «Continente Negro», sin embargo no han dejado de intentar sojuzgarlos a través de la subversión, la exacerbación de diferendos interétnicos, agresiones y guerras de rapiñas beneficiosas a sus intereses económicos.
Para ello siguen contando, como es habitual, con los emporios de la desinformación de «occidente», que solo muestran las «manchas» de África, y silencian las verdaderas razones de los problemas y el sufrimiento que padecen las naciones que la conforman.
Los medios de comunicación del Norte, y sus repetidoras derechistas en otras áreas geográficas como Latinoamérica, publican cotidianamente sobre las olas migratorias de africanos hacia Europa, sin embargo esconden las reales causas.
Silencian que los miles de habitantes del «Continente Olvidado» que abandonan sus tierras de origen, arriesgando sus vidas e incluso encontrando solo la muerte, lo hacen para conseguir escapar de las guerras y la pobreza impuestas por las exmetrópolis en sus respectivos países.
La «gran» prensa se hace eco además de las «propuestas» de los regímenes europeos de detener la emigración por medio de la fuerza y con un mayor blindaje del Norte, y hasta hablan de congelar los salarios de trabajadores extranjeros ya radicados para «desestimular» el flujo migratorio desde el Sur.
En ningún caso se refieren a la cooperación y la solidaridad como únicas vías para solucionar las dificultades de los pueblos africanos, claro, porque eso significaría estabilidad y orden, y ello no le conviene a las grandes trasnacionales para continuar robándose los grandes recursos naturales que posee el «Continente Negro».
Los europeos olvidan que fueron emigrantes y a la vez cuanto contribuyeron los extranjeros procedentes del Sur a su desarrollo, como Estados Unidos no quiere recordar su conformación foránea, de la cual formaron parte africanos llevados como esclavos.
Algún día la historia se encargará de reivindicar a África, que mientras tanto no dejará de festejar su Día Internacional con el respaldo de varios países de América Latina, entre ellos Cuba, el más solidario del mundo con el «Continente Olvidado».
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