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África en tiempos de pandemia

Fuentes: Rebelión

El COVID-19 se ha extendido alrededor del mundo con gran facilidad y rapidez, algunos países de Europa, Asia y América son los más renombrados por su cantidad de casos y decesos diarios, sin embargo, África a lo largo de los años se ha caracterizado por ser el continente olvidado y la pandemia lo terminó de evidenciar.

A 22 de julio del presente año el continente africano lleva un recuento de 755.757 positivos y 15.807 decesos. Este continente tiene 5 países los cuales ha sido mayormente afectados por la actual pandemia. Sudáfrica cuenta con 381.798 casos y 5.368 muertos, Egipto tiene un total de 89.078 casos y 4.399 muertos, por su parte Nigeria tiene 37.801 casos y 805 muertos, Ghana suma un total de 28.989 casos y 153 muertos y por último Argelia contabiliza 24.278 casos y 1.110 muertos.

África cuenta con 54 países, no obstante, hay que tener en cuenta que los recursos en algunos de estos países son limitados y aún más en la crisis sanitaria por la cual está atravesando el mundo, lo cual hace más difícil la detección y rastreo de los casos. Aunque los contagios y decesos sean menores que en otros continentes, no significa que estos países se encuentren bien o estén afrontando de mejor manera la pandemia, los pocos recursos con los que cuentan juegan un papel importante en contra de este continente, tal vez sean miles los contagiados y decesos, sin embargo, no hay como comprobar las penurias que sigue sufriendo el continente.

Pocos son los noticieros que hablan de las terribles condiciones que están atravesando los países africanos. El desabastecimiento de medicamentos y utensilios médicos antes de la pandemia era pan de cada día en las zonas rurales de esta región, pero en la actualidad es peor la situación ya que tampoco cuentan con personal sanitario. En África es evidente la desigualdad, ya que hay una brecha gigantesca en las clases sociales, donde un pequeño porcentaje personas tiene cantidades exorbitantes de dinero y la gran mayoría no tiene para comer.

La pandemia saca a la luz la desigualdad económica de los habitantes de este continente, una gran mayoría no tiene acceso a la salud y tampoco dinero para comprar una mascarilla. La pandemia de COVID-19 es una de las crisis sanitarias más grandes que han vivido las nuevas generaciones, pero para África está lejos de ser la primera crisis por la que atraviesa ya que ha enfrentado diversas epidemias como la de cólera, malaria, tuberculosis, VIH-SIDA y la más reciente de ébola. Las ayudas llegan, pero no son suficientes para la gran población de este continente. Una cantidad importante de habitantes de África están contagiados con VIH-SIDA, lamentablemente la pandemia ha paralizado la producción de medicamentos para tratar esta enfermedad, lo que provoca que los portadores de VIH-SIDA sean un blanco fácil para el COVID-19. La falta de respiradores en los centros médicos son la preocupación a nivel mundial y África no se queda atrás. Un punto a considerar es el poco acceso a revisiones médicas, que los hace más propensos a padecer de enfermedades, las cuales no se tratan correctamente. Además los niveles de desnutrición que presentan los africanos son muy altos, lo que los hace aún más susceptibles de ser contagiados con COVID-19.

Durante años este continente ha sido marginado por muchas razones basadas en el odio y el racismo. Es aún más lamentable que una gran cantidad de personas tache al continente de no importante, ya que para muchos los habitantes de África no cuentan como seres humanos. Para los africanos que viven en pobreza extrema, con menos de un dólar estadounidense al día, no es nada fácil esta situación actual por COVID-19, ya que normalmente sus trabajos son recolectar plásticos para reciclaje, trabajar esclavizados en empresas manufactureras o simplemente no queda otra opción más que la prostitución y con las medidas de restricción sanitaria no tienen ninguna forma de llevar el sustento a su hogar.

Los puntos anteriores dejan claro que la prioridad del mundo no es ayudar a las personas más vulnerables, a una gran mayoría no le importa que gente a su alrededor viva en pobreza extrema o muera. Las personas se están haciendo cada vez más egoístas, los gobiernos no buscar un bien común, solo buscan el de unos pocos, sin despojarlos de sus comodidades, al contrario buscan dales más privilegios e inmunidad.

Ariana Méndez Prendas. Estudiante de Relaciones Internacionales