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II Foro Social Mundial de las Migraciones

África es rica, la empobrece la economía neoliberal de los países del Norte que causa la desigualdad

Fuentes: Rebelión

El desequilibrio entre África y Europa es cada día mayor

Todos los participantes en la sesión plenaria «Estado actual de

Todos los participantes en la sesión plenaria «Estado actual de las migraciones en África» destacaron un hecho esencial que no hay que olvidar: África no es pobre, pero su riqueza no está en sus manos. Aminata Traore, exministra de cultura de Mali planteó en términos inapelables la cuestión. La emigración africana es una consecuencia de la globalización que está esquilmando al continente y como efecto de ello, Europa ha declarado una guerra contra los inmigrantes. Por su parte, Mehdi Lalou (Instituto Nacional de Estadística y Economía Aplicada de Marruecos), ratificó la paradoja que supone que Europa gaste tanto en medios contra la inmigración cuando sería mucho más efectivo y equitativo invertir en el desarrollo real de estos países, lo que permitiría luchar contra la desigualdad. La corrupción y la connivencia de muchos gobiernos y dirigentes africanos con las prácticas de la globalización contribuyen a perpetuar la pobreza y el desequilibrio.

El director del Centro de Estudios Africanos de Basilea, Mbuji Kabumda, incidió en estas ideas al comentar como la desigualdad entre el norte y el sur es cada vez mayor y desveló la falacia de la ayuda al desarrollo que no ha servido en ningún modo para contribuir a la mejora de la situación de la población africana. Para África supone una trágica sangría la emigración cualificada, planteada por Lalou en términos de fuga de cerebros que, por otra parte, a Europa le viene bien, puesto que necesita mano de obra barata en el marco de una población cada vez más envejecida. África está salvando a Europa y proporcionándole su bienestar a través de la exportación de personas, recursos naturales, cerebros y dinero: «Europa se abre para enriquecerse con nuestros jóvenes y nuestros cerebros formados, pero se cierra para la emigración, emigración que ella misma promueve en connivencia con los gobiernos africanos», en palabras de Kabumda.

Para paliar esta terrible situación de explotación del sur por el norte, la solución parece bien clara: la regularización en los países receptores, la lucha contra las mafias que trafican con los inmigrantes, el abandono de las políticas que promueven el Banco Mundial y el Fondo Monetario internacional, que sólo perpetúan y acentúan la desigualdad, la libre circulación de las personas, sea cual sea su nacionalidad y origen y el impulso a un desarrollo real del continente africano y no al servicio de las necesidades de los países del norte. Porque África no es pobre, la empobrecen desde dentro sus propios gobiernos y desde fuera los países ricos.