Los informes económicos no son equitativos y las consecuencias de la exportación de armas obligan a los habitantes de muchos «países del sur» a abandonar su tierra natal. Alemania y Europa tienen parte de responsabilidad en este fenómeno contra el que es hora de reaccionar En Alemania, muchos piensan que uno no abandona su país […]
Los informes económicos no son equitativos y las consecuencias de la exportación de armas obligan a los habitantes de muchos «países del sur» a abandonar su tierra natal. Alemania y Europa tienen parte de responsabilidad en este fenómeno contra el que es hora de reaccionar
En Alemania, muchos piensan que uno no abandona su país sin que se le obligue. Pero la idea también prevé que la inmigración actual hacia Europa no tiene nada que ver con su país o su política. No obstante, la industria alemana genera millones de euros cada año que alimentan activamente a numerosos polvorines de todo el mundo. Los conflictos armados son la causa principal del exilio, no solamente de Siria y Afganistán, sino también de otros países del mundo.
Las guerras y la ausencia de posibilidades tienen orígenes subyacentes, casi todos de tipo económico. Ahora bien, las estrategias que la Unión Europea y el Gobierno Federal están llevando a cabo en materia de «lucha contra las causas del exilio» no lo tienen en cuenta. En lugar de eso, hablamos de la lucha contra los propios refugiados mediante discursos que avivan, en muchos aspectos, el racismo de la sociedad, la discriminación y el odio. Pero quien produce los instrumentos de violencia o quien instaura informes económicos que no son equitativos recibe a cambio refugiados.
Alemania, exportadora de armas
Tras EEUU, Rusia y China, Alemania ocupa la cuarta posición de la lista de los países que más armas exportan. En 2014, el Gobierno Federal alemán autorizó la exportación de unos 4000 millones de euros en armas; de los cuales el 60% eran para estados ajenos a la Unión Europea y a la OTAN. La ley alemana sobre comercio exterior exige, por supuesto, un «certificado de destinación final» y prohíbe la exportación de armas a regiones en crisis, pero las armas alemanas siempre llegan justamente a estas regiones.
La falta de seguridad y el peligro son los motivos principales por los que la población huye de su país. Las mismas razones que obligaron a miles de alemanes a emigrar a otros países tras la Segunda Guerra Mundial. La exportación de armas no se puede justificar por el hecho de vendérselas al «bando bueno». En muchos países, la gente huye ante la violencia de grupos terroristas que fueron entrenados y armados por Occidente. Los grupos terroristas como el del Boko Haram, en Nigeria, procuran sus armas de países importadores, entre ellos Arabia Saudí y Libia.
Uno de los objetivos de la exportación de armas es mantener la explotación económica de los países africanos, que depende de numerosos «países del norte». De hecho, los Estados de los que provienen los emigrantes son ricos en materias primas. Los países industriales que utilizan estas materias primas para conservar las estructuras económicas injustas, lo llegan a hacer mediante violencia armada si es necesario, para poder beneficiarse de estos materiales.
Compromiso in situ
Europa y Alemania necesitan modificaciones políticas. A lo largo de la lucha que se lleva a cabo en los últimos años, nos hemos dado cuenta de que mucha gente, que estaba dispuesta a comprometerse con las causas sociales, se imagina que los problemas vienen de los países de origen de los emigrantes. Por lo tanto, es necesario sensibilizar a la sociedad civil tanto de cuáles son los motivos del exilio y de la emigración como de quién domina la violencia. Esto se aplica tanto en lo referente al comercio de armas como a la participación en las guerras y conflictos, la especulación sobre los productos alimentarios y la explotación de materias primas. No son los emigrantes contra los que tenemos que combatir sino contra las empresas y Estados responsables del exilio forzoso de poblaciones enteras. La sociedad alemana debe concienciarse de lo que se está produciendo ante sus narices. Todos los contribuyentes deben percatarse de que financian indirectamente las guerras de todo el planeta.
No buscamos cambiar las cosas mediante instituciones políticas; sino que el cambio se hace gracias a la gente, desde el momento en el que demuestran su solidaridad yendo más allá de sus propios intereses. Siempre habrá personas que vendrán a Europa a buscar refugio, mientras que la inestabilidad que reina en sus países la origina, en cierto modo, Alemania. El eslogan «Estamos aquí porque destruís nuestros países» puesto en marcha por la organización «The Voice» (La Voz); y la red «Karawane für die Rechte der Flüchtlinge und Migrantinnen» (Caravana por los derechos de los refugiados y los emigrantes), arrojan luz sobre la verdadera responsabilidad. Por lo que es el deber de todos y cada uno buscar alrededor de sí mismo las causas de este exilio forzado para actuar contra él.
Fuente: http://pambazuka.org/en/friends.php
Rex Osa, activista político y social. Este refugiado vive en Alemania y desde 2006 es miembro de la organización autogestionada «The Voice Regugee Forum», así como de la «Caravana por los derechos de los refugiados y los emigrantes» presente en el conjunto del territorio alemán. En 2011 también fundó la red de «Refugees for Refugees».
En colaboración con Karenina Schröder – Traducción: Laurie Lemaire, Contact : [email protected]
AfricAvenir y Südlink ya publicaron este artículo en Alemania. Se escribió en el marco del proyecto «Why we are here- African perspectives on flight and migration» (¿Por qué estamos aquí? Perspectivas africanas sobre la huída y la emigración» creado por AfricAvenir en 2015/2016.[K1] Con el amable apoyo de Landesstelle für Entwicklungszusammenarbeit (LEZ) y de Engagement Global (Compromiso Global).
Traducido por Eva Pousa Prieto