La mujer africana y el papel que juega en los procesos migratorios, centraron el tercer foro del ciclo ‘Enciende África’, que congregó a más de 400 personas en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife. La sesión, bajo el lema ‘El hilo de Ariadna. La Feminización de la migración, contó con la presencia […]
La mujer africana y el papel que juega en los procesos migratorios, centraron el tercer foro del ciclo ‘Enciende África’, que congregó a más de 400 personas en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife. La sesión, bajo el lema ‘El hilo de Ariadna. La Feminización de la migración, contó con la presencia de la ex ministra de Cultura de Mali, escritora y activista contra la mundialización liberal, Aminata Traorè; con la profesora titular de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de La Laguna y secretaria del Master de Estudios Feministas, Políticas de Igualdad y Violencia de Género de dicha universidad, y el músico, Afel Bocoum.
Los tres intervinientes coincidieron en que ser mujer y africana constituye un binomio que, en la actualidad, conforma una situación llena de dificultades, a las que se suma el proceso migratorio que afecta al continente vecino. Sobre esta realidad y sobre la ‘invisibilidad’ de las mujeres africanas giraron las más de dos horas de coloquio.
Aminata Traorè
Aminata Traorè habló de las mujeres africanas como madres y como esposas y emigrantes, y matizó que la inmigración no es un proceso sólo de hombres, tal como pueda parecer.
La ex ministra de Cultura de Mali aseguró que detrás de cada joven que emigra a Europa hay una madre que se ha sacrificado para que ese hijo pueda salir de su país y buscarse mejores oportunidades, y esta misma mujer es la que va a recibir la ayuda económica de sus hijos para sobrevivir en su aldea.
Los cambios que se están produciendo en el mundo son más que evidentes, agregó Traorè, y «son necesarios, pero no se puede crear un mundo donde las tres cuartas partes de la población vive en situación de desigualdad», incidió, y en esta realidad «la mujer paga un doble tributo social».
Esta escritora, que ha reflejado en sus libros la realidad de su país, lamentó que el conocimiento de África llegue a Europa, en general, y a España, en particular, sólo a través de los jóvenes que mueren en las playas o en mitad del mar y que «no se conozca el continente de mujeres y hombres libres que desean trabajar y por eso emigran, porque desde la esclavitud no hemos dejado de trabajar y entonces sin recibir nada a cambio».
«Y son las mujeres las que constatan día a día como persiste la pobreza en África y, al mismo tiempo, saben que su sacrificio no es grave, porque sus hijos crecerán y un día representarán el trabajo y la suficiencia de su país, pero, mientras tanto, tienen que luchar por la supervivencia», declaró Aminata Traorè.
Esta mujer malí también dijo no entender por qué a los jóvenes que vienen de África se les detiene en España o Marruecos, cuando su destino es Francia, entre otras razones, explicó, porque después de la segunda Guerra Mundial todos los africanos que quisieron pudieron ir a Francia a trabajar, «pues este país demandaba mano de obra» y entonces «no necesitábamos papeles».
«Ahora las reglas del juego han cambiado y los procesos migratorios también», añadió Traorè, que recordó que «la inmigración no es un fenómeno masculino, es un derecho también de las mujeres». Esta destacada activista e intelectual malí concluyó con la esperanza de que «algún día llegaremos a entendernos, pero habrá que revisar el proyecto de sociedad que se nos ha impuesto2.
Dolores Serrano
Por su parte, Dolores Serrano reflexionó sobre la situación de la mujer a través del «hilo de Ariadna», recordando cómo y de qué forma el patriarcado ha creado espacios diferenciados entre el hombre y la mujer, en los que ésta última ha permanecido en «el anonimato o en la invisibilidad».
«La relación entre África y Europa está marcada por el estigma de la desigualdad, como la relación entre hombres y mujeres», indicó la profesora de la ULL, quien a su vez agregó que en este proceso de desigualdad viene precedido por la reacción unánime que provoca en las personas hablar de esta dicotomía, es decir, «hacer oídos sordos».
«Estigmatizamos aquellas realidades cuya imagen nos incomoda», aseguró Serrano, quien aclaró que «África no sólo tiene nombre de mujer sino que está siendo tratada como tal».
Serrano recurrió al mito de Penélope para visualizar la urdimbre del patriarcado, que ha creado espacios en los que las mujeres han sido invisibles, con la división entre espacios privados o domésticos y espacios públicos, estos últimos sólo reservados al género masculino.
Explicó, también, que la invención del calendario, hecha por hombres y para hombres, marca claramente esta división, entre el día, para el trabajo, y la noche para el ocio, donde sólo existen espacios para los hombres, pues las mujeres no se permitían esta diferencia, asegura, trabajando de día y de noche en sus hogares.
Asimismo, recordó que igual que África es un continente con ingentes materias primas pero que permanece invisible para el mercado internacional, pues supone sólo un dos por ciento del comercio mundial, lo mismo ocurre con las mujeres. Matizó que mientras los hombres abandonan sus países ellas permanecen como su memoria y son su referente, «los hombres se miran en las mujeres como en un espejo, y ellas les devuelven su imagen patriarcal».
En cualquier caso, la profesora universitaria propuso que «no nos conformemos con lo que siempre ha sido así», sino que «si queremos que el mundo cambie tenemos que plantearnos un cambio en nuestro pensamiento, lo que yo llamo pensar en otra dimensión». Y finalizó diciendo que «si realmente queremos encender África debemos pensar África en otra dimensión».
Afel Bocoum
Afel Bocoum explicó en su intervención que él es un artista porque es la única forma que tiene de explicar al mundo lo que piensa y de transmitir su mensaje. Este músico malí afirmó que el país en el que vive, la mayoría de las personas no ven la televisión ni escuchan la radio, porque están todo el día trabajando, y es por ello que él les lleva su música, sus canciones y sus letras donde habla de las injusticias del mundo y de lo que ocurre.
«El 80 por ciento de la población de mi país es analfabeta, pero escuchan las canciones y las entienden», agregó. «Yo hablo de injusticias porque veo las injusticias todos los días», prosiguió en su argumentación.
Respecto a la mujer africana, Bocoum aseguró que en el pasado no se reconocía el valor de sus mujeres, el trabajo que han desempeñado y la aportación a su país, «las mujeres siempre luchan y trabajan con ahínco», dijo. «He visto cómo tratan a sus mujeres y a sus hijos en Europa y cuando vuelvo a mi país intento explicarlo, porque yo no puedo hacer nada en otro país pero sí en el mío, y alabo las revoluciones de las mujeres y su lucha por la independencia», agregó Bocoum.
«Respeto mucho la lucha de las mujeres y yo canto desde mi corazón por esta libertad y esta independencia», ratificó. En África «tenemos de todo», indicó, «sólo nos falta tener información y conocimiento de ello, personas que nos expliquen por qué ocurre lo que ocurre», y sólo trabajando juntos «podremos detener la inmigración?, aseguró Bocoum.
«Y si ustedes nos ayudan podremos tener más trabajo y mejores condiciones, en un esfuerzo común para lograr ser independientes», ratificó el popular guitarrista malí.