Cecilia Muñoz, quien fue asesora de migración del Gobierno de Barack Obama, fue nombrada recientemente como miembro del equipo de transición del presidente electo estadounidense, Joe Biden, advirtió la organización defensora de los migrantes Inland Coalition for Immigrant Justice (ICIJ).
El director de ICIJ, Javier Hernández, quien lidera la defensa de inmigrantes en el sur de California, calificó como una locura el nombramiento de Muñoz, quien promovió deportaciones durante el gobierno de Obama, y ahora será nombrada por Biden. Señaló que los migrantes no están seguros con ella en el nuevo Gobierno estadounidense.
«Hay una sensación de amnesia que parece haber infectado a los demócratas y es extremadamente preocupante ver que los mismos actores que entregaron las llaves a la Administración de [Donald] Trump toman las riendas una vez más», acusó en un comunicado.
La funcionaria de origen hispano fungió como directora del Consejo de Política Nacional de la Casa Blanca con Obama. Desde ese cargo, defendió la política de deportación y separación de más de 3 millones de familias bajo el último Gobierno demócrata.
«Al final del día, cuando tienes una ley de inmigración que se rompe y tienes una comunidad de 10 millones, 11 millones de personas que viven y trabajan en Estados Unidos ilegalmente, algunas de estas cosas van a suceder, incluso si la ley se ejecuta con perfección. Habrá padres separados de sus hijos. No tiene por qué gustarnos, pero es el resultado de tener un sistema de leyes quebrantado», comentó Muñoz en una entrevista para PBS en 2011.
Al respecto, el director de ICIJ subrayó que la decisión de Joe Biden «no infunde confianza en la nueva administración, sino todo lo contrario», debido a que Cecilia Muñoz excluyó de las conversaciones en materia migratoria a las comunidades latinas «para obtener ganancias políticas».
Entre 2009 y 2016, alrededor de 2,8 millones de migrantes fueron expulsados de Estados Unidos, según las cifras oficiales del Instituto Nacional de Migración de ese país (NIM, por sus siglas en inglés). Entonces, el Departamento de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), aseguró que las deportaciones durante la Administración Obama estaban enfocadas a reducir el número de inmigrantes con antecedentes criminales.
Sin embargo, de los casi 2,5 millones de inmigrantes deportados entre 2009 y 2014, 56% no contaba con antecedentes penales (1.369.749), reveló el Departamento de Seguridad Nacional (HS, por sus siglas en inglés). Además, del grupo de expatriados, 71% eran de origen mexicano, de los cuales 38,4% no tenía antecedentes penales, mientras que sólo el 32,6% tenía historial delictivo.
En comparación con administraciones previas, Obama deportó 45% más inmigrantes que George W. Bush (2001-2009), así como 79,5% más que Bill Clinton (1993-2001), lo cual le valió el récord histórico de deportaciones en Estados Unidos.