mnistía Internacional ha pedido a todos los países que dejen de abastecer de armas a Guinea, después de la masacre ocurrida el pasado 28 de septiembre, en la que los militares arremetieron contra los manifestantes que protestaban contra el gobierno de la junta. «La transferencia de este tipo de artículos debería detenerse urgentemente hasta que […]
mnistía Internacional ha pedido a todos los países que dejen de abastecer de armas a Guinea, después de la masacre ocurrida el pasado 28 de septiembre, en la que los militares arremetieron contra los manifestantes que protestaban contra el gobierno de la junta.
«La transferencia de este tipo de artículos debería detenerse urgentemente hasta que el gobierno de Guinea haya tomado medidas para evitar las violaciones reiteradas, y haya llevado ante la justicia a los responsables de los brutales ataques de la semana pasada», declaró Erwin van der Borght, director del programa de África de Amnistía Internacional.
En un comunicado se dice que esta petición se hace después de que se hayan conocido informaciones sobre suministros internacionales de armas y equipos surafricanos y franceses que han sido utilizados por la policía y fuerzas de seguridad guineanas».
Según el organismo con sede en Londres, fotos aparecidas en la prensa mostraban a oficiales de policía en Conakry, el día 1 de octubre, que llevaban lo que parecían ser lanzagranadas Cougar franceses.
El gobierno de Francia ha confirmado que autorizó el abastecimiento de gases lacrimógenos y otros artículos antidisturbios a las fuerzas de seguridad de Guinea, en los últimos años.
Otras imágenes muestran a las fuerzas de seguridad patrullando las calles de Conakry con vehículos blindados surafricanos, llamados Mamba.
Según Amnistía estos vehículos fueron vendidos a Guinea en 2003, para ser utilizados en el control de fronteras, pero la organización asegura que tiene pruebas de que «se usaron vehículos Mamba en Conakry en enero de 2007, para reprimir a manifestantes pacíficos, disparándoles».
Después del baño de sangre del 28 de septiembre, cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes que se concentraban en un estadio de Conakry, Francia anunció que había suspendido la cooperación militar con Guinea.
Según las Naciones Unidas y otras organizaciones, más de 150 personas murieron en la represión.
Amnistía ha pedido a Francia y a los demás países que se aseguren de la suspensión de abastecimiento de material, armas, municiones y equipos militares.
Esta clase de artículos han sido utilizados persistentemente en graves violaciones de derechos humanos y asesinatos ilegales, utilización excesiva de la fuerza y violencia sexual, durante una década de represión violenta por parte de las fuerzas de seguridad de Guinea», aseguró Borght.