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Amnistía Internacional pide a la OTAN que aclare la denegación de ayuda a quienes huían del conflicto libio

Fuentes: Agencias / Amnistía Internacional

Con motivo del Día Mundial del Refugiado, celebrado el pasado miercoles, Amnistía Internacional (AI) volvió a llamar la atención sobre los numerosos «fallos en el salvamento marítimo» de la operación liderada por la OTAN en aguas del Mediterráneo entre marzo y octubre de 2011, frente a las costas de Libia. Según AI, varios centenares de […]

Con motivo del Día Mundial del Refugiado, celebrado el pasado miercoles, Amnistía Internacional (AI) volvió a llamar la atención sobre los numerosos «fallos en el salvamento marítimo» de la operación liderada por la OTAN en aguas del Mediterráneo entre marzo y octubre de 2011, frente a las costas de Libia.

Según AI, varios centenares de personas murieron ahogadas cuando huían por vía marítima del conflicto libio por la negligencia de las autoridades competentes de varios Estados como Italia, Malta, España y Reino Unido. Sin embargo, la presencia de la OTAN en la zona y su intervención en Libia se justificaron precisamente para proteger a la población civil.

Gracias al testimonio de supervivientes se han conocido varios casos, en los que Europa, en un intento de frenar la «inmigración ilegal» ha reforzado sus medidas de control migratorio más allá de sus fronteras, sin tener en cuenta el coste humano.

El 6 de abril de 2011, más de 200 personas se ahogaron al naufragar un barco en el que viajaban desde Libia, fundamentalmente eritreos y somalíes. Los hechos se produjeron en la zona de búsqueda y salvamento de Malta. Malta cuando recibió el llamamiento de auxilio, no organizó una operación de búsqueda y salvamento, afirmando que los efectivos italianos destinados a este tipo de operaciones se encontraban más cerca geográficamente. Cuando llegó el barco italiano, la mayoría de las personas a bordo habían muerto, sólo sobrevivieron 47.

Uno de los ejemplos más estremecedores de omisión a la hora de rescatar a personas en el mar se había producido unos días antes, con la muerte de 63 personas. A finales de marzo, mientras fuerzas de la OTAN patrullaban la zona, una pequeña embarcación con 72 personas a bordo procedentes de Sudán, Nigeria, Ghana, Eritrea y Etiopía, entre las que había dos bebés, pasó más de dos semanas a la deriva en el mar Mediterráneo. A pesar de las desesperadas llamadas de los ocupantes del bote sobre su difícil situación, y de que, según informes, tanto barcos particulares, como barcos militares estuvieron muy cerca de la embarcación, nadie los rescató.

En relación con este caso, Amnistía Internacional se ha dirigido al Ministerio de Defensa español pidiéndole que colabore en el esclarecimiento de los hechos, sobre la presencia de la fragata Méndez Núñez en la zona, ya que hasta el momento no se ha facilitado la posición exacta en la que se encontraba la misma cuando se produjeron los sucesos. El Gobierno sólo ha comentado que no estaba a11 millasdel barco a la deriva.

La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE, por sus siglas en inglés), tras el informe «Vidas perdidas en el mar Mediterráneo: ¿Quién es responsable?«, de Tineke Strik, ponente del Comité de las Migraciones, Refugiados y Personas Desplazadas de la Asamblea, adoptó la resolución 872 (2012) del 24 de abril de 2012, en la que pide a la OTAN que lleve a cabo una investigación exhaustiva que pueda aclarar la situación.

Amnistía Internacional urge a la OTAN a cumplir cuanto antes y por entero las recomendaciones hechas por la PACE, y le pide ser informados sobre el alcance y el ritmo de la investigación exhaustiva que la PACE exige llevar a cabo, así como colaborar completamente con el trabajo en curso de la ponente del informe, mediante entre otras acciones, la puesta a disposición de las pertinentes imágenes de satélite que permitirían determinar la precisa situación de las diferentes naves implicadas en el momento del suceso.