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El país magrebí impone tasas de hasta el 50% de las ganancias "extraordinarias" de las empresas

Argelia restringe la participación y los beneficios de las petroleras extranjeras

Fuentes: El Pais

Argelia asestó este fin de semana un duro golpe a las petroleras que operan en su territorio al restringir su participación en los nuevos contratos de prospección y explotación e incrementar la fiscalidad a la que están sometidas. Tres empresas españolas, Cepsa, Repsol YPF y Gas Natural, tienen intereses en el sector de hidrocarburos del […]

Argelia asestó este fin de semana un duro golpe a las petroleras que operan en su territorio al restringir su participación en los nuevos contratos de prospección y explotación e incrementar la fiscalidad a la que están sometidas. Tres empresas españolas, Cepsa, Repsol YPF y Gas Natural, tienen intereses en el sector de hidrocarburos del país magrebí. Sólo 14 meses después de la aprobación de una nueva ley de hidrocarburos, de corte liberal, el gobierno argelino ha rectificado con la publicación el sábado (9/9) en el boletín oficial de 19 enmiendas de marcado carácter nacionalista. Aunque menos radical, la iniciativa está en línea con las medidas adoptadas por Evo Morales, en Bolivia, y Hugo Chávez, en Venezuela, que visitó Argel en mayo.

Una de las dos principales disposiciones consiste en aumentar hasta el 51% como mínimo la participación de Sonatrach, la petrolera estatal argelina, en los contratos de exploración y explotación que se firmen a partir de ahora con compañías extranjeras. Con la ley anterior oscilaba entre el 20% y el 30%. Paralelamente, Sonatrach dispondrá también al menos del 51% en las concesiones para el transporte de hidrocarburos, mediante oleoductos y gaseoductos nacionales.

El pasado marzo, Gas Natural y Repsol firmaron con Sonatrach un acuerdo para construir una planta de gas natural licuado en la que la petrolera estatal argelina participa con un 20%. Con las nuevas reglas de juego este tipo de contratos serán imposibles y se vuelve a la situación anterior a julio de 2005, cuando era obligada la presencia mayoritaria de la petrolera estatal.

La otra disposición, aún más perjudicial para los afectados, consiste en instaurar una tasa de entre el 5% y el 50% de los «beneficios excepcionales» que genera el crudo para las petroleras cuando el precio del crudo brent -de referencia en Europa- rebase los 30 dólares el barril. Cerró, el viernes pasado, en 66,53 dólares. Si algún día cayese por debajo de ese precio, el impuesto argelino desaparecería. La presión fiscal variará en función del nivel de extracción de petróleo de cada compañía. Esta nueva fiscalidad tiene efectos desde el 1 de agosto pasado.

Una vocera de Repsol comentó que, a falta de conocer los decretos de aplicación de las nuevas medidas, confían en que no afecten a sus contratos.

A «nuestros socios extranjeros no les va a gustar que se les quite una parte de sus beneficios; lo verán como un punto negativo», admitió el ministro argelino de Energía, Chakib Jelil, en las conferencias explicativas que dio, en Londres y en Argel, sobre el alcance de las enmiendas. Jelil fue, paradójicamente, en su día uno de los más firmes partidarios de la anterior ley de hidrocarburos, de inspiración liberal, aprobada en julio de 2005.

Ésta suscitó, sin embargo, fuertes reticencias en los sindicatos y en amplios sectores de la burocracia argelina, empezando por el antiguo partido único, el Frente de Liberación Nacional. «No hay, en el ámbito internacional, ningún otro ejemplo de un país que haya adoptado una legislación similar», se indignaba, por ejemplo, en sus columnas en la prensa, Hocine Malta, ex vicepresidente de Sonatrach. Hugo Chávez y Evo Morales eran para él, en cambio, los modelos a imitar.

Lo que más ha disgustado, por ahora, a los socios extranjeros ha sido, sin embargo, la inseguridad jurídica que supone un bandazo de tal calibre de un año para otro. Aunque, en buena medida, comparte el «patriotismo energético» de las autoridades, la prensa argelina también ha criticado el «giro de 180 grados» dada por Jelil siguiendo instrucciones del presidente Abdelaziz Buteflika. «Estas modificaciones de la legislación no ayudan a guiar a los inversores», se quejó el diario La Tribune.

A las multinacionales del sector, que no se han manifestado públicamente, les preocupa además no saber exactamente cómo las enmiendas afectarán al sector gasístico y de qué dependerá que los «beneficios excepcionales» que obtengan a partir de agosto sean gravados con un 5% o un 50%.

Ingresos multimillonarios

Las petroleras extranjeras ganaron, en 2005 en Argelia, unos 4.000 millones de dólares (casi 3.200 millones de euros), según datos proporcionados por Sonatrach, mientras que la compañía estatal obtuvo 10 veces más. En 2006 las primeras deberían granjearse 6.000 millones de dólares (4.700 millones de euros) y Sonatrach 53.000 millones de dólares (42.009 millones de euros).

Argelia es hoy en día el primer proveedor energético de España no tanto a causa de sus exportaciones de petróleo (que mayoritariamente van a EE UU), sino de gas. Medgaz, un gasoducto que transporta hasta 8.000 millones de metros cúbicos al año, une desde 1996 a los dos países, a través de Marruecos, y un segundo entre Orán y Almería, que pasará por el fondo del Mediterráneo, entrará en funcionamiento en 2009. Algo más del 60% del gas que se consume en España (la fuente de energía no renovable cuyo consumo crece más rápidamente) es argelino. Además, Argelia es el sexto país con mayores reservas de gas. Además de las españolas, tienen presencia en Argelia multinacionales como British Petroleum, Total y Petrobras, entre otras.