Si hay algo que caracteriza en demasía a los muy conocidos “Hijos de las Nubes”, mucho más allá de su inmensa hospitalidad o su mil veces constatada resiliencia, es sin duda alguna su paciencia incombustible.
Esta gran virtud, hoy tan escasamente hallada en nuestro desenfrenado entorno, ha permitido a los y las saharauis salir siempre adelante a pesar del incesante acoso de los poderes fácticos presentes en el Magreb, los mismos que vienen impidiendo desde hace ya cuarenta y cinco años el ejercicio pleno de su legítimo derecho a la autodeterminación. Y es que, desde el primer artero ataque colonial, el pueblo bidani supo convertir su monumental paciencia en combativa resistencia.
Lo acontecido durante los últimos días en Guerguerat es una muestra adicional de ese espíritu indómito, profundamente paciente pero movilizado y movilizador, que se expresa una vez más frente a la indiferencia de la comunidad internacional y la pasmosa (… y trágicamente cómplice) inoperancia de la Organización de las Naciones Unidas.En definitiva, el bloqueo del paso ilegal es una acertada respuesta a la incesante agresión marroquí y a su expolio de recursos ajenos, un poderoso grito sublevado en medio del desierto, una acción no violenta pero contundente, muy al estilo saharaui, que no sólo ha puesto en jaque a la monarquía alauí sino también a la MINURSO.
Ante tales circunstancias, es previsible una brutal reacción del Majzén, tal como lo hiciera justo hace diez años ante otro espontáneo e histórico acto insurreccional en GdeimIzik. Pero más allá del resultado efectivo de dicha respuestadeplorable, la victoria saharaui está desde ya asegurada pues esta sublevación trae consigo la inevitable visibilidad del conflicto, el derribo del cruento muro mediático construido en torno a las permanentes violaciones del alto al fuego y a la legalidad internacional por parte de Marruecos, tan perjudicial y vergonzoso como aquel otro muro de 2720 kilómetros que desangran día a día el territorio de la RASD. Todo ello sin contar, adicionalmente, las cuantiosas pérdidas económicas que el valeroso bloqueo en Guerguerat está reportando al invasor.
Lo más importante de anotar es que esta intervención no constituye un acontecimiento aislado como muchos podrían pensar. Por el contrario, forma parte de una paciente y permanente estrategia orientada a consolidar progresivamente la soberanía saharaui en todo su territorio, en claro desafío a la ocupaciónilegal marroquí. En esa línea se encuentra también, por ejemplo, la profundización de la política de reconstrucción y repoblamiento de los territorios liberados de la RASD, el fortalecimiento del movimiento popular contra la invasión y violación de derechos humanos en territorios ocupados o la creciente difusión y posicionamiento de la causa saharaui en países africanos y latinoamericanos.
Asimismo, el Ejército de Liberación Popular Saharaui, uno de los principales actores en este proceso, está preparado para intervenir en defensa de esa soberanía si la turbulencia sociopolítica sigue escalando, sabiendo que, como siempre, “la paciencia es la llave de la solución”.
José Antonio Monje. Director del Centro de Estudios Estratégicos Magrebíes (España)