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Libia

Así no

Fuentes: Rebelión

No sé que tendrá el santoral católico que tanto gusta a los belicistas. Serán los recuerdos de las cruzadas. Que sé yo. Pobre San José. Le caen todas. Hace 8 años, un día del padre también, por la noche, empezaba una guerra, quirúrgica, decían, rápida, para finalizar con un asesino que escondía armas de destrucción […]

No sé que tendrá el santoral católico que tanto gusta a los belicistas. Serán los recuerdos de las cruzadas. Que sé yo. Pobre San José. Le caen todas. Hace 8 años, un día del padre también, por la noche, empezaba una guerra, quirúrgica, decían, rápida, para finalizar con un asesino que escondía armas de destrucción masiva, cruel con su pueblo, especialmente con el kurdo. Se trataba de llevar, a las tierras de Babilonia y de Urk, la paz y la democracia, proteger a su pueblo… como fuese. Van allá ocho años. Y los nuevos cruzados no saben como salir de Irak…

Ya sé que ahora no es lo mismo. Que sí las Naciones Unidas, que sí el Consejo de Seguridad, que sí la Resolución 1973, que sí la liga Árabe? que sí el Gadafi?, ¿acaso vas tú a defender al Gadafi? ¿A ese sátrapa? Venga hombre…

Como tanta gente, leída o no, me muevo en una contradicción. No somos perfectos. Bush sí lo era, el padre, el hijo y el espíritu santo. Que le vamos a hacer. Sé que la población civil merece protección. Sin duda. Pero no solo en Libia ¿no?. También en Bahréin, en el Yemen, en Marruecos, en el Sáhara, en Siria, en Arabia Saudí… y en el Tíbet, ¿quién se atreve con el Tibet? o en Birmania, ¿y en Palestina?… ¿no merece la población civil palestina protección de tanto animal sionista?

¿De donde vamos a sacar tanto divino casco azul? para proteger o interponer delante de los inocentes torturados, desaparecidos, muertos, en estos y en otros países, ante la absoluta pasividad de la comunidad internacional. Por cierto, la coalición voluntaria, ¿son cascos azules?

Y quien pone el nombre a las operaciones?. El tipo se luce. Plomo fundido, libertad duradera, tormenta del desierto, justicia infinita, odisea al amanecer, vaya títulos de películas cutres, letal crisis, ni el policía Torrente lo haría mejor.

Sí no fuera trágico, Gila, haría un chiste. Vamos yendo con un avión cisterna, cuatro cazas, una fragata y un submarino. Llegamos un poco tarde. Claro, el primer ataque fue por la noche. Sin avisar. Gila diría que nuestros cazas sólo vuelan de día. No tenemos luces…

Ya sé que Naciones Unidas legitimó la actuación. Que la liga Árabe lo pidió. Nadie lo duda. Sin embargo, una vez más, parece que el petróleo está detrás. Lagarto lagarto. Partir Libia puede ser el objetivo estratégico final, con o sin Gadafi.

¿Tan difícil es de entender que el dictador de Tunez se fue en unas semanas. Que el faraón Mubarak tardó 18 días en caer. Por obra y gracia de su sociedad civil. Pola fuerza de la nonviolencia. Quizás sea más rentable y, desde luego, mucho más eficaz, apoyar a los movimientos democráticos en vez de legitimar a los dictadores. Nos cansamos de venderle armas a Gadafi. Lo paseamos con su haima, cohorte de vírgenes incluidas, por medio mundo. Le dimos las enhorabuenas democráticas. Las hemerotecas y las fotografías, de hace un año, dan vergüenza ajena.

Y como todas las guerras, sabemos como empiezan pero desconocemos como van a terminar. Los muertos los pondrán los de siempre, la población civil aterrorizada, las mujeres, los ancianos, los niños y niñas, aquellos que no pueden huir, de la dictadura, o de la paz y de la democracia, impuestas a bombazos, inteligentes, como no…

Que demonios tendrá el San José que tanto gusta a los belicistas para empezar sus odiseas militares.

Muy pronto llegarán los horrores del ocaso…

No en nuestro nombre, no, así, no.

NOTAS

(1) Personaje de una película cutre española, de mucha audiencia, que va en su 4ª edición.

(2) Manuel Gila, prestigioso humorista español

Manuel Dios Diz es presidente del Seminario Gallego de Educación para la Paz.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.