El imperio está en guerra contra el mundo (Irak, Afganistán, Libia, Siria, Yemen), amenaza a Irán, trata de ahogar a Rusia, difunde historias de miedo contra China o Corea del Norte, prepara nuevos asaltos contra América Latina, donde a lo largo del siglo XXI dejó un copioso reguero de sangre. Todo ello forma parte de […]
El imperio está en guerra contra el mundo (Irak, Afganistán, Libia, Siria, Yemen), amenaza a Irán, trata de ahogar a Rusia, difunde historias de miedo contra China o Corea del Norte, prepara nuevos asaltos contra América Latina, donde a lo largo del siglo XXI dejó un copioso reguero de sangre. Todo ello forma parte de la doctrina imperial denominada Guerra Global contra el Terrorismo, careta que oculta el verdadero propósito de su política: Gobierno Mundial Norteamericano, apoyado por una corte de malandrines compuesta de complacientes y decrépitos gobernantes europeos, reyes y reyezuelos árabes, dictadores africanos, oligarcas latinoamericanos, etc., etc.
Como era de esperarse, los designios imperialistas de Washington se despliegan en medio de redobladas acciones de la CIA, la central de espionaje y terrorismo fundada al efecto en 1947 por ese genocida impune que fue Harry S. Truman, que mató en masa a la población civil de Hiroshima y Nagasaki (cerca de 200 mil muertos) en agosto de 1945, cuando el Japón fascista había perdido ya la guerra, en tanto su socio principal, Hitler, se había suicidado con veneno para ratas.
Que la CIA ha incrementado su tenebroso poder se puede señalar con miles de datos, uno de los cuales es la conversión de Guantánamo, territorio arrancado a Cuba a comienzos del siglo XX, en cárcel internacional y centro de torturas hasta donde no llega ley alguna de derechos humanos ni se permite mirar a los medios las atrocidades que cometen los torturadores yanquis, esto mientras los aviones de la CIA trasladan a las víctimas, llamadas ‘combatientes enemigos’, a través de cárceles secretas montadas en diversos países de África, Asia y Europa.
En el caso de América Latina, las actividades de la CIA se incrementan día tras día, con el claro fin de desestabilizar a los gobiernos revolucionarios y progresistas que han surgido en las dos últimas décadas, como ocurre en Venezuela, calificada por el presidente Obama como «amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad de Estados Unidos y a su política internacional», al paso que el Pentágono bate ya tambores de invasión y guerra contra la patria del Libertador Simón Bolívar.
En ese contexto, en Ecuador se ha iniciado una trascendental campaña pro humanidad con la publicación de la obra La CIA contra América Latina – Caso especial Ecuador, efectuada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, dirigido por el canciller Ricardo Patiño. Obra que contiene declaraciones de Philip Agee, exoficial de operaciones de la CIA en América Latina, a través de entrevistas efectuadas años atrás por Francisco Herrera Aráuz, director de Ecuador Inmediato, y el escritor Jaime Galarza Zavala.
La obra, destinada a circulación masiva (30 mil ejemplares), ha merecido una calurosa acogida en el seno de la población ecuatoriana, como lo demuestra el hecho de que ha suscitado una concurrencia masiva (más de tres mil personas) en actos promocionales efectuados en Quito, Guayaquil, Cuenca, Azogues, Loja, Riobamba, Balzar, con presencia de juventud revolucionaria, diversos militantes o gente sin militancia política, escritores, dirigentes sociales, militares retirados, en fin, pueblo ecuatoriano. Una significativa contribución nacional a la gran batalla mundial contra la CIA.
Fuente: http://www.telegrafo.com.ec/opinion/columnistas/item/batalla-contra-la-cia.html