El actual presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, es el gran favorito en las elecciones presidenciales que se celebran en este país africano el próximo domingo. Con una oposición interna muy dividida, Compaoré aspira a conservar la Presidencia de manera indefinida mediante una controvertida reforma constitucional. Llegó al poder en 1987 tras promover un golpe […]
El actual presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, es el gran favorito en las elecciones presidenciales que se celebran en este país africano el próximo domingo. Con una oposición interna muy dividida, Compaoré aspira a conservar la Presidencia de manera indefinida mediante una controvertida reforma constitucional.
Llegó al poder en 1987 tras promover un golpe de estado que costó la vida al padre de la revolución burkinesa, el capitán Tomas Sankara, y que contó con la participación de otros países, como Francia. Desde entonces, ha dado a su régimen una apariencia de democracia con elecciones multipartidistas que ha ido ganando de manera sucesiva desde 1991 hasta 2005, las últimas, en las que obtuvo un 80% de los votos.
En su acción internacional, Compaoré ha destacado por ejercer de mediador en las crisis de sus países vecinos, como Costa de Marfil o Guinea. Sin embargo, su acción interna no cuenta con tantas adhesiones pues, pese a los avances vividos en su país, gracias fundamentalmente a la exportación de oro, Burkina Faso sigue siendo uno de los países más deprimidos del planeta (la mitad de sus 16 millones de habitantes son pobres).
Es muy significativo que para una población de 16,3 millones, el censo electoral esté formado tan solo por 3,2 millones de personas. Frente al peso abrumador del partido de Compaoré, el Congreso para la Democracia y el Progreso (CDP), otros partidos minoritarios se presentan a las elecciones.
Entre los líderes de la oposición dentro de Burkina el más destacado es el abogado Bénéwendé Stanislas Sankara, quien en 2005 obtuvo el 4,88% de los votos y representa a los sankaristas tolerados por el Gobierno, y el diplomático Hama Arba Diallo, al que apoyan varios pequeños partidos.
De cara a los próximos cinco años, Compaoré ha prometido llevar al «país de los hombres íntegros» (significado de Burkina Faso) el verdadero progreso y para ello ha anunciado reformas económicas, políticas y administrativas. Entre ellas destaca la de crear un Senado como contrapeso a la Asamblea Nacional, órgano integrado en la actualidad por 111 escaños.
Sin embargo, la propuesta más controvertida viene de mano de su partido, el CDP, que es la de suprimir el límite constitucional de mandatos presidenciales, fijado en la actualidad en el artículo 37 de la Constitución en dos periodos de cinco años. El actual texto constitucional es de 1991, aunque ha sido reformado en 1997, 2000 y 2002.
Si dicha reforma sale adelante, Compaoré podría volver a presentarse en 2015 y perpetuarse en el poder, aunque el presidente de Burkina Faso ha evitado pronunciarse públicamente respecto a esta controvertida cuestión.
Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=3&id=1153