Traducción para Rebelión de Loles Oliván
Los mismos poderes mundiales que utilizaron la fuerza de las armas para colonizar África, explotar sus recursos naturales y esclavizar a millones de sus habitantes están lanzando bombas y misiles contra el más importante productor de petróleo del continente.
Una gran ironía del vicioso aunque cobarde ataque contra Libia es que los mismos explotadores y esclavistas de África explican su más reciente acto de violencia masiva por una tierna preocupación por la democracia y la libertad de los libios.
En la frontera oriental de Libia está Egipto, donde el gobierno de Estados Unidos ha financiado, armado y aplaudido a la dictadura de Mubarak hasta los últimos días en que permaneció el tirano en el poder. Incluso durante el levantamiento popular en la Plaza Tahrir y en otros lugares, el grifo de la «ayuda exterior» estadounidense siguió fluyendo a Mubarak. Después de Israel, los torturadores de Egipto han sido el segundo receptor más grande de esta «ayuda».
El gobierno de Estados Unidos está en guerra otra vez. ¿Cómo han podido lanzarse a otra guerra cuando nos están diciendo que el país está en tal quiebra que se tienen que cortar los servicios públicos esenciales y que hay que hacer recortes a los funcionarios públicos de forma masiva?
El pueblo de Estados Unidos se opone a la guerra en Iraq y Afganistán y se opone abiertamente a una tercera guerra estadounidense contra un país musulmán. Así que el presidente Obama, la secretaria de Estado Clinton y el secretario de Defensa Gates salen al paso asegurando al país que toda la sangre será exclusivamente libia.
Cuando las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN destruyeron Serbia y separaron Yugoslavia en la guerra aérea de 1999, cayeron 23 mil bombas y misiles sobre los yugoslavos y no murió ni un soldado estadounidense.
Al igual que en el siglo XIX, los colonialistas -transformados en los imperialistas de hoy en día- han sobornado o coaccionado a ciertas elites indígenas para que adopten la función de socios y clientes. A día de hoy, la llamada Liga Árabe ha proporcionado cierta cobertura para enmascarar el carácter imperialista de la operación.
Mientras que los aviones de Estados Unidos lanzan bombas terroristas en el centro de Trípoli, aviones no tripulados operados por la CIA llevan a cabo ataques con misiles contra aldeas de Pakistán y las fuerzas del Pentágono bombardean al pueblo de Afganistán. Decenas de miles de tropas estadounidenses siguen ocupando Iraq después de una guerra que costó un millón de vidas iraquíes.
La fuerza dominante que practica el terrorismo en el mundo de hoy es el gobierno de Estados Unidos, el Pentágono y la CIA.
El objetivo de Washington en Libia es que la dirección rebelde apoyada por Estados Unidos en la guerra civil libia tome el poder en todo Libia o, como alternativa, se convierta en un nuevo poder que gobierne la parte oriental del país, rica en petróleo.
Los animadores de este «movimiento por la democracia» van desde los republicanos de la derecha a algunos demócratas liberales. Se trata de una repetición de la alineación política que condujo a la primera guerra de Iraq en 1991 y a la guerra de Yugoslavia en 1999. En este caso, se les han unido algunos miembros del «movimiento contra la guerra» de Estados Unidos, entre ellos algunos autodenominados «socialistas» que quieren mostrar sus credenciales «democráticas» y acomodarse a la corriente liberal de la opinión pública. Al animar una rebelión cuyos líderes exigían la intervención extranjera y al centrar toda su crítica contra el gobierno libio, únicamente han contribuido a crear confusión en las semanas previas al ataque contra Libia. Ahora que la carnicería imperial se muestra clara para todos, se avergüenzan de su posición.
Estados Unidos necesita un verdadero movimiento anti-imperialista -un movimiento que puede resistir a las mentiras y a los planes de satanización que la prensa capitalista produce en serie para justificar la agresión militar. Esa es la razón por la que la Coalición ANSWER [Actúa Ahora para Parar la Guerra, en inglés] está poniendo en marcha un movimiento en las calles para extender la mano de la solidaridad al pueblo de Libia, de Iraq, de Afganistán y de Palestina que han sufrido y resistido el terrorismo de la maquinaria de guerra más grande de la historia humana.
Por favor, uníos a nosotros en las calles durante los próximos días con manifestaciones en todo el país.
*Brian Becker es coordinador nacional de la coalición ANSWER (Actúa Ahora para Parar la Guerra).