A primeras horas de este miércoles 9 de junio de 2004, el Comandante de la 10ª Región Militar, el General Felix Mbuza Mabi ha ordenado la marcha de sus hombres hacia la ciudad de Bukavu. Según nuestro corresponsal in situ, los habitantes de la ciudad estaban al corriente de la inminencia del inicio de las […]
A primeras horas de este miércoles 9 de junio de 2004, el Comandante de la 10ª Región Militar, el General Felix Mbuza Mabi ha ordenado la marcha de sus hombres hacia la ciudad de Bukavu.
Según nuestro corresponsal in situ, los habitantes de la ciudad estaban al corriente de la inminencia del inicio de las operaciones de liberación, realizadas por soldados gubernamentales. Encerrados en sus casas, han seguido, minuto a minuto el desarrollo de los acontecimientos que han desembocado en la reconquista de su ciudad. Hacia las 5h’30, hora de Kinshasa, los primeros soldados de la 10ª Región Militar, respaldados por patriotas mai-mai, enormemente equipados, han hecho irrupción en la Plaza de la Independencia y avanzado lentamente hacia la rotonda «Semáforo», junto a una inmensa muchedumbre enarbolando ramas arrancadas a los árboles y palmas. Las campanas de las iglesias se pusieron a tañer con toda su fuerza y de todos lugares surgían tambores (tam-tam) añadiéndose al júbilo popular que ha ido aumentando conforme pasaban los minutos. En esta atmósfera de embriaguez indecible, la población acompañó a los soldados del General Mbuza Mabe hasta el mercado Nyawera de la comuna de Ibanda, sólo a unos centenares de metros del Puente sobre el río Ruzizi que sirve de frontera con Ruanda. Mutebutsi y sus hombres han huido a Ruanda, pero ¡Nkunda ha vaciado las cajas de la sucursal del Banco Central antes de irse de Bukavu!A lo largo de las dos jornadas precedentes, lunes y martes, las filas de tropas insurgentes comenzaron a clarearse por la deserción de algunos de sus miembros, mientras que la MONUC les persuadía que evitaran el enfrentamiento con las tropas leales y aceptaran encerrarse en el campo de Saïo. La prisa de la MONUC se justificaba por el hecho de que las tropas gubernamentales, reforzadas por combatientes mai-mai, super equipados, mordían sus frenos esperando la señal del Comandante de la 10ª Región militar para dar el asalto final a Bukavu.
Debilitados, los últimos componentes de la insurrección tuvieron el reflejo salvador de poner pies en polvorosa en dirección a Ruanda. Eso es lo que ocurrió ayer, cuando los casi 200 hombres que quedaban fieles a Mutebutsi, con el arma en la mano y el colchón en la cabeza, salieron del campo de Saïo, hacia Kamembe, en Ruanda, a un paso de allí. Mientras tanto, Laurent Nkunda se había ido el domingo, después de haber «descongestionado» la sucursal del Banco Central del Congo, tomando los 600 000 $ US y 800.000 Francos congoleños depositados allí. El jefe de filas de los amotinados anunció el martes que se encontraba a 50 km de Goma, donde no se le localizó; el Comandante de la 8ª Región Militar recibió la orden de su jerarquía, de arrestar a todos los insurgentes que intentaran entrar en la ciudad. Por eso, algunos piensan que el General fugitivo está ya en Ruanda, con la «pasta» que ha desvalijado del Banco Central del Congo. Otros piensan que más bien se va a retirar al Norte de Goma para ocuparse de su granja. Allí posee unas 800 cabezas de vacas. Sin embargo, son numerosos los que dicen, porque le conocen bien, que Laurent Nkunda, no ha dicho aún su última palabra y que tiene aún que librar algunos combates.Sobre todo, ahora que tiene medios para ello, con el importante botín que ha cogido en Bukavu.
MMC