El expresidente Blaise Compaoré, juzgado in absentia, ha sido condenado a perpetuidad y se le considera el cerebro de los homicidios. También se ha condenado a Gilbert Diendéré, su mano derecha en el ámbito militar, y a Hyacinthe Kafando, que actualmente se encuentra en paradero desconocido, por haber dirigido el comando.
El 11 de octubre de 2021, 34 años después de los hechos investigados, se inició el juicio por el asesinato del presidente Thomas Sankara y doce colaboradores del proceso revolucionario iniciado en Burkina Faso el 4 de agosto de 1983. La primera jornada quedó marcada por la ausencia del acusado más destacado: Blaise Compaoré, que accedió a la presidencia a través del golpe de estado en el cual se enmarcan los asesinatos y se mantuvo en el poder durante 27 años. Desalojado del palacio presidencial por la insurrección popular de octubre de 2014, se exilió en Costa de Marfil y rehusó las peticiones de la justicia burkinesa de personarse como acusado ante el tribunal militar.
La primera sesión del proceso judicial terminó antes de lo previsto debido a una alegación de la defensa que provocó una primera suspensión de dos semanas. Pero este obstáculo no sería el único, ni el más importante. A lo largo de los casi seis meses que ha durado el juicio, las interrupciones han sido abundantes. La mayoría se han producido por cuestiones previstas en un proceso de estas características, pero no todas ellas. El pasado 23 de enero se produjo un hecho que provocó que todas aquellas personas que habían luchado por hacer posible la investigación de este caso contuviesen su respiración: un nuevo golpe de estado.
Apoyándose en la grave crisis de seguridad que ha supuesto centenares de víctimas mortales en los últimos años, un sector del ejército —encabezado por Paul-Henri Damiba— forzó la dimisión del presidente Roch Kaboré y suspendió la constitución. En consecuencia, el tribunal encargado de juzgar los asesinatos del golpe de 1987 interrumpió el proceso, de forma indefinida, hasta que se recuperara el “orden constitucional”. A pesar del amplio apoyo popular que tuvo el golpe, se desconocía hacia dónde podía derivar el nuevo gobierno de transición y si tendrían intereses contrarios a la finalización del juicio. Incluso había corrido el rumor, durante unas horas, que los militares insurgentes habían liberado a Gilbert Diendéré, jefe militar de Compaoré y autor de un golpe de estado fallido el 2015.
Sin embargo, tan solo una semana más tarde se levantó la suspensión de la constitución y el juicio se retomó el 2 de febrero, a pesar de las alegaciones de la defensa que sí consiguieron un nuevo aplazamiento. Y, una vez más, el 3 de marzo se realizó una nueva suspensión en motivo de la investidura de Paul-Henri Damiba como presidente de Burkina Faso. No obstante, a pesar de las convulsiones finales que alimentaban una preocupación creciente, a finales de marzo se anunció que el 6 de abril se dictaría la sentencia.
El comité del Memorial Thomas Sankara ha realizado esta mañana una convocatoria ante las puertas de la sala en la que se iba a dictar la sentencia para asistir a continuación a la pronunciación de la sentencia. La noticia ha estallado con fuerza al mediodía. Los principales acusados —Blaise Compaoré, Gilbert Diendéré y Hyacinthe Kafando— han sido condenados a perpetuidad. De los otros ocho acusados, ocho han recibido penas de entre 3 y 20 años. Sin embargo, tanto Compaoré como Kafando han sido juzgados in absentia y difícilmente acabarán cumpliendo la condena a pesar de las órdenes de captura internacionales.
“Se trata de un veredicto histórico, es la culminación de una lucha de más de treinta años», expone Abdoulaye Diallo, coordinador del Centro de Prensa Norbert Zongo. “Finalmente ha habido juicio, finalmente se ha identificado a los culpables, finalmente sabemos que pasó el 15 de octubre y finalmente los culpables han recibido las penas que merecían”. Diallo afirma además que la conclusión de este proceso judicial es motivo para tener esperanza en que también pueda tener lugar el juicio por otro de los asesinatos del régimen de Compaoré: el del periodista Norbert Zongo.
Una vez terminada la sesión, una gran parte de los asistentes se han desplazado en forma de caravana popular al lugar de los asesinatos, donde se ha celebrado un acto de homenaje junto a familiares de las víctimas. Allí se ha realizado una procesión con los retratos de las víctimas y se ha depositado una ofrenda floral en el punto exacto de los hechos. Tras el homenaje, familiares y colaboradores de la Revolución Democrática y Popular han tomado la palabra para exponer su valoración de una fecha que quedará grabada en la historia del país.