El pasado 13 de octubre, tras mantener una reunión con el depuesto y después repuesto presidente Michel Kafando, los principales partidos políticos del país de los hombres íntegros anunciaron la convocatoria de elecciones para el próximo 29 de noviembre. El proceso de transición hacia la democracia iniciado en la primavera burkinesa podría llegar a consolidarse […]
El pasado 13 de octubre, tras mantener una reunión con el depuesto y después repuesto presidente Michel Kafando, los principales partidos políticos del país de los hombres íntegros anunciaron la convocatoria de elecciones para el próximo 29 de noviembre. El proceso de transición hacia la democracia iniciado en la primavera burkinesa podría llegar a consolidarse con éxito.
El camino no ha sido fácil y no estará exento de problemas. El pasado año, después de las protestas iniciadas tras los intentos del dictador Campoaré de ampliar el número de mandatos presidenciales, se nombro un gobierno de transición a fin de convocar elecciones.
El gobierno de transición, con Kafando al frente, tenía previsto la celebración de elecciones el 11 de octubre de 2015 procediendo a vetar aquellas candidaturas de sujetos vinculados con el ya exiliado en Costa de Marfil Blaise Campaoré y a su partido Congreso para la Democracia y el Progreso.
A mediados de septiembre, fiel a la tradición golpista de sus predecesores, el autodenominado Consejo Nacional por la Democracia, compuesto por miembros del temido Regimiento de Seguridad Presidencial y sujetos vinculados a los viejos partidos del régimen de Campaoré, anunció la disolución del gobierno de transición, declaró el toque de queda y el cierre del espacio aéreo y terrestre.
El líder de la junta militar el general Gilbert Diendéré, aseguró que el golpe pretendía evitar tanto la «desestabilización» del país ante la «situación de inseguridad preelectoral» como la exclusión de determinados sectores por parte del gobierno de transición procediendo además al arresto domiciliario del presidente Kafando y del primer ministro Issac Zida.
Tras la toma de las calles por parte de los ciudadanos burkineses y la presión internacional, los militares leales al gobierno de transición tomaron el cuartel general del Regimiento de Seguridad Presidencial desarmando a los golpistas. Después de rechazar la invitación recibida por el presidente de Togo de exiliarse en su país, el líder golpista fue entregado a las autoridades tras refugiarse en la embajada del Vaticano de la capital burkinesa. El ejército, procedió a reponer en su puesto a Michel Kafando, ex ministro de relaciones exteriores durante los gobiernos de los militares Zerbo y Ouédraogo y antiguo embajador permanente antes las Naciones Unidas.
El general Diendéré, ex jefe del gabinete personal del Compaoré, jefe del Regimiento de Seguridad Presidencial y de distintos aparatos de información del país será juzgado por un tribunal militar acusado de «atentar contra la seguridad del Estado». Golpe a golpe, Burkina Faso continúa su transición hacia la democracia y la quinta republica, todo ello bajo la atenta mirada de Blaise Compaoré, que sueña con la vuelta de la cuarta.
Fuente: http://www.lamarea.com/2015/10/30/burkina-faso-y-la-transicion-democratica/