La abolición de la pena de muerte y la introducción de los crímenes de tortura y violencia sexual, son las principales novedades del nuevo código penal que fue aprobado durante el pasado fin de semana en Burundi. El sábado, el parlamento de Buyumbura aprobó por amplia mayoría (90 votos a favor, 10 abstenciones y ninguno […]
La abolición de la pena de muerte y la introducción de los crímenes de tortura y violencia sexual, son las principales novedades del nuevo código penal que fue aprobado durante el pasado fin de semana en Burundi. El sábado, el parlamento de Buyumbura aprobó por amplia mayoría (90 votos a favor, 10 abstenciones y ninguno en contra) el nuevo texto, que cuenta con un total de 620 artículos, bastantes más de los 440 del código anterior.
El nuevo documento incorpora las principales disposiciones del derecho internacional en materia de igualdad de género y respeto de los derechos humanos. Representa además una novedad histórica para el país en cuanto a temas como el genocidio, los crímenes de guerra y contra la humanidad.
La pena de muerte, que de hecho no se aplicaba desde 1997, será conmutada por la cadena perpetua. «Es un código penal revolucionario, que elimina la pena de muerte por primera vez en la historia del país e integra las principales disposiciones del derecho internacional», dijo el antiguo ministro de justicia, Didace Kiganahe, padre del nuevo código.
«Justamente ahora que la región de los Grandes Lagos se ve sacudida por un nuevo conflicto con consecuencias graves para la población, desde Burundi llega un signo positivo y de esperanza para toda la región», se lee en una nota difundida por la Comunidad de San Egidio.
«Felicitamos al parlamento burundés que ayuda a difundir una cultura de la vida, que deslegitima la pena de muerte y alienta a una reducción de la violencia y a seguir caminos de reconciliación y de convivencia pacífica en países que, como Burundi, han sufrido la experiencia terrible del genocidio y que han decidido renunciar a la pena de muerte como instrumento de justicia», expresó la Comunidad de San Egidio, asociación pública de laicos de la Iglesia Católica entre cuyos empeños está la abolición de la pena de muerte en todo el mundo.
Junto con organizaciones como Amnistía Internacional, la Comunidad de San Egidio ha sido impulsora del Día de las Ciudades por la Vida. La fecha elegida para este día, el 30 de noviembre, rememora el aniversario de la primera abolición de la pena de muerte en un estado, que llevó a cabo el Gran Ducado de Toscana en 1786. La jornada internacional se convoca desde 2002 para impulsar la abolición de la pena capital en todo el mundo.