En el libro que pretende haber escrito, George W. Bush hace la apología del político español José María Aznar que menciona cuatro veces al calificarlo de «líder visionario» por seguirlo ciegamente en su aventura iraqí, sobre todo en los meses cuando Washington desarrollaba su campaña de desinformación para justificar la salvaje agresión. Por cierto, la […]
En el libro que pretende haber escrito, George W. Bush hace la apología del político español José María Aznar que menciona cuatro veces al calificarlo de «líder visionario» por seguirlo ciegamente en su aventura iraqí, sobre todo en los meses cuando Washington desarrollaba su campaña de desinformación para justificar la salvaje agresión.
Por cierto, la colaboración servil de Aznar en todos los planes mortíferos de Bush fue por encima de lo exigido por el Departamento de Estado.
El 5 de marzo de 2003, el entonces presidente del Gobierno español juraba en las Cortes que Irak intentaba «hacerse con tubos de aluminio de alta calidad aptos para enriquecer uranio» y «con stocks de este mismo mineral». Lo que no tenía nada que ver con la verdad.
El 18 de marzo siguiente, en el Congreso, Aznar insistía groseramente: «Además Sadam está dispuesto a acceder en cuanto pueda a elementos con un componente nuclear».
Junto al primer ministro británico, Tony Blair, fue el más firme aliado de Bush en la desastrosa invasión que provocó la muerte o el exilio de cientos de miles de iraqíes.
Bush elogia a su discípulo español al recordar con emoción sus vanos intentos para convencer las Naciones Unidas de la legitimidad de sus proyectos: «Tony (Blair) y yo acordamos una estrategia: presentaríamos la segunda resolución a la ONU, con el apoyo del líder visionario de España, el primer ministro José María Aznar».
El ex inquilino de la Casa Blanca, cuenta como durante las Navidades de 2002, sometió a su papá, el también ex presidente George Bush, sus planes para Irak. «Hice con él un recorrido por la estrategia diplomática, el sólido apoyo de Blair, Howard y Aznar, la incertidumbre de Chirac y Schroeder», señala.
ENTRE BUSH Y AZNAR, EL CLAN DE MIAMI
En su obra que no tiene nada de inmortal, Bush omite recordar que su relación fraternal con Aznar no es ajena a los lazos del ex presidente español con la mafia cubanoamericana que siempre se mantuvo firme detrás de los Bush cuyos sueños de un mundo al servicio del imperio comparte.
En noviembre de 1995, Aznar recibió decenas de miles de dólares de manos de José Antonio «Toñín» Llamas, entonces miembro del Comité Ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano-americana (FNCA) y de su comité paramilitar, para su campaña electoral.
Existe esa famosa foto, donde Aznar se exhibe al lado de sus nuevas y millonarias amistades: el ahora fallecido Jorge Más Canosa, entonces capo de los capos de la FNCA, y el propio Llamas. Terrorista confieso, «Toñin» fue quien organizó en Madrid la creación de la llamada Fundación Hispano-Cubana, una sucursal de la organización miamense, a la cual se asoció Esperanza Aguirre, la diva del Partido Popular español.
El dueño de la FNCA, Jorge Mas Santos, recogió luego su recompensa: la adquisición fraudulenta por su firma MasTec Internacional, de la española Sintel , liquidada luego a través de paraísos fiscales, una estafa que dejó sin empleo a varios miles de trabajadores.
¿NO SE ENTERÓ CUANDO EL PP ASESORABA A PEDRO «EL CORTO»?
Aznar se divierte hoy con la falangista Fundación Española para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) que mantiene campañas de difamación contra Venezuela, Cuba, Ecuador y Bolivia. La FAES se ha vinculado en los últimos años en cada conspiración, incluso terrorista, en contra de los países progresistas.
Si se pone a la redacción de sus memorias, el ex gobernante español pudiera por cierto pretender que nunca se entero de la conspiración, en gran parte elaborada en Madrid, del golpe de estado del 2002 en Venezuela que llevo al poder a Pedro «El Corto» Carmona Estanca.
El empresario había encargado la banda presidencial en una tienda especializada mientras se «entrevistaba» con destacados cuadros del Partido Popular, con la complicidad del excelentísimo embajador de Venezuela en Madrid que – tal vez – sigue viviendo en la capital española, con unos cuantos «escuálidos» más.
Presidente de España de 1996 a 2004, Aznar – un nieto del fundador falangista de la agencia EFE – Aznar se quedo famoso por haber acusado falsamente al grupo vasco ETA de los ataques terroristas de marzo de 2004 en Madrid.
Actualmente, José María Aznar forma parte del consejo del consorcio News Corp del extremista de derecha Rupert Murdoch. News Corp es una de las compañías de medios de desinformación más importantes del planeta, es dueña del periódico The Wall Street Journal, y se mantiene al servicio del Departamento de Estado.
LA MEDALLA DE LOS DOS MILLONES
Extrañadamente, Bush al abandonar el trono, se olvidó de quién hoy elogia. Mientras condecoró a otros líderes hispanos, no le vino a la mente otorgar una medalla a tan preciado «visionario»… a pesar de los esfuerzos del político español para arrodillarse ante su mentor.
Aznar se gastó los dos millones de dólares para hacerse condecorar por George W. Bush, con una firma de cabildeo de Washington que representa a la Bacardí, donde se mueven miembros de la mafia cubanoamericana y a la cual se sumó hace unos meses el ex senador Melquides «Mel» Martínez, padrino del Cuban Liberty Council de Miami.
El Tribunal de Cuentas reveló en febrero último como Aznar utilizó el dinero público para promocionarse en Estados Unidos y conseguirse la Medalla de Oro del Congreso que, supuestamente, iba a entregarle Bush.
El Consejo de Ministros aprobó el 26 de diciembre de 2003, en circunstancias que quedan por determinar, un jugoso contrato por 2,3 millones de dólares (1,7 millones de euros) con la empresa estadounidense de lobbying ‘Piper Rudnick’, hoy denominada DLA Piper.
DLA Piper que se dedica a sobornar legalmente a legisladores tiene entre sus clientes más famosos a la marca Bacardí, conocida por el financiamiento que provee a organizaciones hostiles a Cuba, incluso a grupos que promueven el uso del terror contra la Isla. La empresa de cabildeo fue la que llevo al Gobierno de George W. Bush a favorecer la firma Bacardí en su plan para robarse la afamada marca de ron cubano Havana Club, distribuida internacionalmente por la francesa Pernod Ricard.
En el 2009, el ex presidente del gobierno español calificó de «exotismo histórico» la elección de Barack Obama a la Casa Blanca.
Adulado por Bush, Aznar recibió una valoración distinta en el libro «Fidel Castro: Biografía a dos voces», publicado por el periodista francés Ignacio Ramonet. El líder histórico cubano comentó entonces que Aznar «estaba muy por debajo de Franco, como personalidad, como capacidad, como estadista» y aseguró que el ex presidente del PP es «la chancleta de Franco como personalidad, como capacidad política».
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