Después de dos años de búsqueda de «armas de destrucción masiva» y con el resultado de una guerra que ha cobrado miles de vidas ha concluido, sin novedad, y sin evidencia alguna de aquella amenaza que el presidente George Bush destacó como justificación del inicio de la guerra contra Irak, dijo hoy la Casa Blanca. […]
Después de dos años de búsqueda de «armas de destrucción masiva» y con el resultado de una guerra que ha cobrado miles de vidas ha concluido, sin novedad, y sin evidencia alguna de aquella amenaza que el presidente George Bush destacó como justificación del inicio de la guerra contra Irak, dijo hoy la Casa Blanca.
«El presidente reconoce que no había armas de destrucción masiva. El dijo en octubre (pasado) que el informe llegaba a la conclusión que las armas que pensaba que estaban allí, por informaciones de inteligencia, no estaban así que ahora es importante ver que fue lo que falló con la información obtenida por inteligencia a lo largo de 12 años y corregir las fallas», dijo el portavoz de la Casa Blanca Scott Mc Cellan.
Los miembros del grupo de inspección de Irak, liderados por Charles A. Duelfer, regresaron a los Estados Unidos y trabajan en el informe final, dijo el funcionario.
Informe que reiterará lo ya conocido incluso antes de iniciar la guerra contra Irak: no evidencias de la existencia de armas de destrucción masiva.
A pesar de las ausentes evidencias se mantiene el argumento de que el hecho de no encontrar las armas, no significa que Saddam Hussein no tuvo la capacidad de fabricarlas.
Sin embargo, el reporte de Duelfer informó que Saddam Hussein no sólo no tuvo armas de la destrucción sino que además no había hecho una desde que 1991 y que él no tenía capacidad de hacer ninguna.
La administración Bush defiende sin emitir ningún tipo de disculpas su decisión de invadir a Irak. «Nada ha cambiado en términos de su visión con respecto a Iraq. El presidente sabe que avanzando la libertad en una región peligrosa nosotros hacemos del mundo un lugar más seguro», McClellan dijo.