El presidente George W. Bush y su contrincante demócrata, John Kerry, han gastado más de 120 millones de dólares sólo durante estas últimas dos semanas, en lo que, estiman expertos, acabará como la elección presidencial más cara de la historia de Estados Unidos. A pesar de que el Congreso promulgó una legislación para limitar la […]
El presidente George W. Bush y su contrincante demócrata, John Kerry, han gastado más de 120 millones de dólares sólo durante estas últimas dos semanas, en lo que, estiman expertos, acabará como la elección presidencial más cara de la historia de Estados Unidos.
A pesar de que el Congreso promulgó una legislación para limitar la influencia del dinero en la política estadunidense, el gasto combinado de las campañas presidencial y legislativa (se elige a los 435 representantes y a un tercio del Senado, además de presidente) ascenderá a por lo menos 3 mil 900 millones de dólares, cifra 30 por ciento más alta que el récord establecido en la última elección presidencial y legislativa de 2000.
«Las elecciones presidenciales y legislativas de 2004 romperán los récord previos para el gasto», afirmó Larry Noble, director ejecutivo del Center for Responsive Politics, organización independiente que se dedica a investigar el financiamiento electoral de las campañas proselitistas.
El organismo señaló que los partidos Republicano y Demócrata efectivamente han logrado evadir la intención de la nueva ley diseñada para limitar la influencia del dinero en el proceso político, al desarrollar nuevos canales de recaudación y flujo de fondos pa-ra apoyar a los candidatos.
La legislación de 1992, patrocinada por el senador republicano John McCain y su contraparte de-mócrata Russ Feingold, prohíbe a empresas y sindicatos otorgar fondos directamente a los partidos políticos estadunidenses.
Partidos políticos, cámaras de comercio, sindicatos, asociaciones de abogados y otras organizaciones están gastando millones de dólares para promover o atacar a los candidatos, fondos supuestamente ajenos a las campañas de cada aspirante.
El gasto de otros grupos independientes en publicidad sobre te-mas específicos también se ha elevado estrepitosamente este año.
Los Veteranos de Lanchas Rá-pidas y Prisioneros de Guerra por la Verdad gastaron más de 6 mi-llones de dólares durante la primera quincena de octubre para continuar con sus ataques a Kerry.
Grupos contrarios al presidente Bush, como MoveOn.org y Americans Coming Together, que se dedican a la movilización del vo-to, han gastado algo parecido en ese mismo periodo.
Termine como sea esta elección, no hay duda que el pueblo estadunidense obtendrá este año el mejor candidato que el dinero pue-de comprar, según analistas.