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El Arbusto que no deja ver el Bosque

Bush y su Gobierno

Fuentes: Paralelo21

1ra. Parte:Bush, los Neo-cons y un Nuevo Lenguaje: La Dominación GlobalLa verdad de las cosas es que Bush no se lleva todos los créditos. El diseño madre de la política de Bush; tiene que ver con los ideólogos neo-conservadores (muchos de los cuales ocupan hoy altos cargos en su gobierno), que establecieron el marco ideológico […]

1ra. Parte:
Bush, los Neo-cons y un Nuevo Lenguaje: La Dominación Global

La verdad de las cosas es que Bush no se lleva todos los créditos. El diseño madre de la política de Bush; tiene que ver con los ideólogos neo-conservadores (muchos de los cuales ocupan hoy altos cargos en su gobierno), que establecieron el marco ideológico de la nueva estrategia de dominación global. El unilateralismo, el cambio de régimen, la guerra preventiva y otros términos – figuras retórica y eufemismos – no solo armaron ideológicamente las excusas para la mantención de una postura bélica mundial sino que, de una forma soez y audaz a la vez, redefinieron el diccionario bélico de la dominación global.

Conocidos como los hawks (halcones), por su oportunismo, dureza, rapacidad y tenacidad, los neo-cons conducen el actual gobierno de extrema derecha. Un grupo de intelectuales y hombres de negocios, pro-Israel y con profundas influencias en los gobiernos de Reagan y Bush-padre En algunos círculos académicos también se le conoce como los think tanks (tanques pensadores) y representan la respuesta ideológica al término de la guerra fría y el comienzo de la hegemonía mundial estadounidense.

En su informe anual sobre los reportajes censurados por los grandes medios de comunicación en el 2003, el Proyecto Censura, basado en California, destaca tres trabajos investigativos sobre esta nueva ideología. Estos reportajes concluyen que ya, desde comienzo de los noventa, la derecha neo-conservadora, venía analizando en el plano teórico una respuesta a la nueva situación geopolítica (que ni Reagan, ni Bush-padre, ni Clinton la tuvieron) Es una confirmación, a las puertas del siglo 21, de la superioridad global y total de los Estados Unidos. (David Armstrong, Harper Magazine, octubre 2002; Robert Dreyfus, Mother Jones Magazine, marzo 2003 y John Pilger, www.pilger.carlton.com, diciembre 12, 2002)

En el documento Defense Planning Guidance / Guía para la Planificación de la Defensa, emitido en 1992 como un documento interno, se hace un balance estratégico que concluye con la reafirmación de la superioridad militar de los EEUU. El contenido de esta incipiente doctrina sienta las bases teórica para la dominación mundial y fue repetido por Dick Cheney en 1993 (Defense Strategy for the 1990s / Defensa Estratégica para los Noventas) y se convierte en política de gobierno conocida como el National Security Strategy / Estrategia de Seguridad Nacional, lanzada en septiembre del 2002.

Cheney, Colin Powell, Richard Perle, Donald Rumsfeld y Paul Wolfowitz, entre otros, insistieron, bajo el gobierno de Bush-padre que para mantener su posición en el mundo, el país debería diversificar su presencia militar, aumentar y monopolizar su capacidad nuclear y actuar unilateralmente en la protección de sus intereses por el mundo. Como veremos más adelante esta estrategia se basó en la concepción de que la situación en el Medio Oriente y la sobrevivencia de Israel son los ejes más importantes para el establecimiento de una nueva presencia militar de los EEUU en el planeta. La guerra contra Irak fue esa gran oportunidad.

Se necesitaba un punto de partida, una chispa para iniciar la ofensiva militar global que no dejará en dudas esta superioridad, decía un informe de la organización madre de los neo-cons el Project for the New American Century / Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense. El 11 de septiembre del 2001 fue esa chispa y en menos de 24 horas, sin evidencias, John Ashcroft pedía a gritos la guerra con Irak y la cabeza de Saddam Hussein. Entonces, la retórica guerrerista de Bush no es nada nuevo, solo sigue los planteamientos que se venían elaborando bajo el gobierno de Reagan. El control sobre el Golfo Pérsico se traduce en el control sobre Europa, Japón y China.

Project for the New American Century, PNAC

El Proyecto Para el Nuevo Siglo Estadounidense fue creado en 1997 por William Kristol quien trabajó como Jefe de Gabinete para el vicepresidente Dan Quayle y para el Ministro de Educación William Bennett, ambos también miembros fundadores del PNAC. Su declaración de principios fue firmada por sus fundadores el 3 de junio de 1997:

«La política exterior y de defensa de los Estados Unidos esta a la deriva. Los conservadores han criticado las políticas incoherentes de la Administración Clinton. También se han resistido a los impulsos de aislamientos. Pero los conservadores no han avanzado con confianza en una visión estratégica sobre el rol de los EEUU en el mundo. No han avanzado en los principios guías para la política exterior de los EEUU. Han permitido las diferencias por encima de las tácticas para oscurecer potenciales acuerdos sobre los objetivos estratégicos. Y no han luchado por un presupuesto en la defensa que mantenga la seguridad y adelante los intereses estadounidenses en el nuevo siglo.

Nuestro objetivo es cambiar esto. Nuestro objetivo es poner el tema en la mesa y buscar el apoyo para el liderazgo global de los Estados Unidos. Al cierre del siglo XX los EEUU se levantan como el poder preeminente del mundo. Habiendo llevado al Occidente a la victoria en la Guerra Fría, los EEUU enfrentan una oportunidad y un desafío: ¿Tienen los Estados Unidos la visión para construir sobre los logros de décadas pasadas? ¿Tienen los Estados Unidos la determinación de formar un nuevo siglo favorable a los principios e intereses estadounidenses?

Estamos en peligro de malgastar esta oportunidad y faltar al desafío. Estamos viviendo del capital – inversiones militares y logros en política exterior – obtenido por los gobiernos pasados. Los cortes presupuestarios en las relaciones exteriores y en los gastos de defensa, la falta de atención a las herramientas de estadidad, y un liderazgo inconstante hacen cada vez más difícil el sostenimiento de la influencia estadounidense alrededor del mundo. La promesa de los beneficios comerciales a corto plazo amenaza con atropellar las consideraciones estratégicas. Como consecuencia, estamos arriesgando la habilidad de la nación para enfrentar las amenazas actuales y los desafíos potencialmente mayores que quedan por delante.

Parece que nos hemos olvidado de los elementos esenciales del éxito de la Administración Reagan: un ejército fuerte y preparado para enfrentar los presentes y futuros desafíos; una política exterior audaz y determinada que promueva los principios estadounidenses en el extranjero; y un liderazgo nacional que acepte las responsabilidades globales de los Estados Unidos.

Claro, Estados Unidos debe ser prudente en el ejercicio de su poder. Pero no podemos evitar de una forma segura las responsabilidades del liderazgo global o los costos asociados con el ejercicio de este. Los EEUU tienen un papel vital en el mantenimiento de la paz y la seguridad en Europa, Asia, y el Medio Oriente. Si esquivamos nuestras responsabilidades estamos tolerando los desafíos a nuestros intereses fundamentales. La historia del Siglo XX debería habernos enseñado lo importante que es controlar las circunstancias antes de que las crisis surjan, y enfrentar las amenazas antes de que se conviertan en situaciones críticas. La historia de este siglo debería habernos enseñado a abrazar la causa del liderazgo estadounidense.

Nuestro objetivo es recordarles a los estadounidenses estas lecciones e ilustrarles sus consecuencias para hoy. A continuación cuatro consecuencias:
Si vamos hoy a asumir nuestra responsabilidad global y modernizar nuestras fuerzas armadas para el futuro, necesitamos aumentar significativamente los gastos de defensa.
Necesitamos fortalecer los lazos con nuestros aliados democráticos y desafiar los regímenes hostiles a nuestros intereses y valores;
Necesitamos promover la causa por la libertad política y económica en el
extranjero;
Tenemos que aceptar la responsabilidad por el rol único que los EEUU tienen en la conservación y extensión de un orden internacional hospitalario a nuestra seguridad, nuestra prosperidad, y nuestros principios.
Puede que esta política Reaganiana de fuerza militar y de claridad moral no esté de moda. Pero es necesaria si los Estados Unidos quieren construir sobre los éxitos de este último siglo y asegurar nuestra seguridad y nuestra grandeza en el próximo.»

Firmada por: Elliott Abrams, Gary Bauer, William J. Bennett, Jeb Bush, Dick Cheney, Eliot A. Cohen, Midge Decter, Paula Dobriansky, Steve Forbes, Aaron Friedberg, Francis Fukuyama, Frank Gaffney, Fred C. Ikle, Donald Kagan, Zalmay Khalilzad, I. Lewis Libby, Norman Podhoretz, Dan Quayle, Peter W. Rodman, Stephen P. Rosen, Henry S. Rowen, Donald Rumsfeld, Vin Weber, George Weigel, Paul Wolfowitz.
(www.newamericancentury.org)

Estos planteamientos fueron la base del documento emitido tres años mas tarde, en septiembre del 2000:
Rebuilding America’s Defenses: Strategies, Forces, and Resources for a New Century / Reconstruyendo las Defensas Estadounidenses: Estrategia, Fuerzas y Recursos para el Nuevo Siglo. Lo que para muchos fue la expresión mas adelantada de la extrema-derecha de finales de los noventas se convirtió en la política exterior de Bush.

Con elementos hollywoodnescos de ciencia ficción y la guerra de las galaxias, mezclado con insólitos análisis militares y con eufemismos propios de la novela Orwelliana, este documento (www.newamericancentury.org/RebuildingAmericasDefenses.pdf) representa la versión moderna de la Doctrina Monroe.

Las palabras «son construidas deliberadamente por razones políticas: palabras las cuales no solo tiene en todos los casos implicaciones políticas, sino que intentan imponer una actitud mental sobre las personas que las usan.» George Orwell, 1984. Signet Classic 1950.

Las verdaderas intenciones – los motivos reales – de la guerra y del concepto de la guerra permanente están escondidas en una confusa verborrea que el público y los medios de comunicación pueden absorber sin cuestionamiento alguno. Son las nuevas armas de destrucción de la lógica. La nueva guerra es «la guerra para nunca terminar las guerras,» galimatías construidas con el cuidado de un artesano; la mentira y la ambigüedad para el engaño. Bienvenidos al 1984 del 2000.

Los EEUU se han levantado como el único poder global ha ser preservado y extendido hacia el futuro dice de partida el legajo. Para tal efecto se deben de establecer bases militares permanentes en lugares donde no existen como en América Latina, Europa, Sureste Asiático y especialmente en el Medio Oriente, región esencial debido a los «intereses estadounidenses existentes desde hace muchos años en la región;» léase petróleo. Se hace un llamado para el control de la globalización y la capitalización de los avances tecnológicos. Los Estados Unidos deberán de crear las fuerzas armadas del futuro; la fuerzas estadounidense del espacio sideral y del espacio cibernético. También es necesario crear una nueva «segura» y efectiva «familia» de armas nucleares.

En el libro Weapons of Mass Deception: The Uses of Propaganda in Bush’s War on Iraq / Armas de Engaño Masivo: El Uso de la Propaganda en la Guerra de Bush en Contra de Irak. (Tracher/Penguin, New York. 2003) los prolijos investigadores Sheldom Rampton y John Stauber hacen un extraordinario análisis del lenguaje usado por los autores del documento para esconder y a la vez modernizar un antiguo lenguaje bélico a veces ofensivo y brutalmente agresivo.

Los EEUU «deben de realizar sus deberes condestables asociados con la formación de un ambiente de seguridad en regiones críticas.» Deberes condestables (constabulary duties en inglés. Condestable: cuadrilla de alguaciles o guardia civil en castellano) es una forma muy vaga de transformar a los soldados invasores en amigables policías de barrio. En la frase formación de un ambiente de seguridad se trata de no decir directamente el control por la fuerza a otros pueblos y regiones críticas en una manera muy linda de decir los países que queremos controlar, dicen Rampton y Stauber,

El término «armas de destrucción masiva» se usa cuando otros países las tienen pero cuando se habla de las armas de destrucción masiva que los EEUU posen se les llaman «poder nuclear disuasivo.» Al mismo tiempo los misiles de alcance global son necesarios «para proteger la patria estadounidense.» Pero ¿como nos van defender? Los misiles solo «proveen una base segura para la proyección de poder de los Estados Unidos alrededor del mundo,» dicen Rampton y Stauber.

Palabras y Términos Usados Copiosamente por la Administración Bush:

War on Terror, Guerra Contra el Terror. Esta es sin duda la frase favorita. Dos palabras poco deseables pero cuando se juntan una se torna mejor que la otra. Una, sin retorno ni final, reafirma a la otra dándole permanencia. A nadie le gusta la guerra pero todos estamos contra del terror. Quizás uno de los términos más brillantes inventados por el Pentágono. Si al adjetivo «terror» no se le puede meter una bala ni meterlo preso, denota continuidad; guerra permanente. Pueden pasar la vida entera en guerra contra el «terror» porque nunca podrían decir: aquí esta el «terror» finalmente lo hemos derrotado. Pero quizás lo más relevante no es la palabra misma sino como, cuando, donde y quien se atribuye el derecho a definirla y aplicarla.

Defensa. Desde que en 1947 se le cambió el nombre al Ministerio de Guerra por el Ministerio de Defensa la palabra defensa se ha utilizado como sinónimo de guerra. La guerra para terminar la guerra. La guerra justa. En los Estados Unidos la palabra «guerra» a sido usada desde hace muchos años, desde la Primera Guerra Mundial – para oscurecer términos y desvirtuar prioridades. Tan impulsivo e insensato ha sido el profuso uso de la palabra que ha perdido su verdadera connotación de muerte y destrucción en la mentalidad del estadounidense común. Ministros y presidentes han bautizado sus planes sociales con la metáfora: La Guerra Contra la Drogas, La Guerra Contra el Analfabetismo, La Guerra Contra la Pobreza, La Guerra Contra el Sida. Programas gubernamentales donde a parte de crear mas burocracia nunca se ha probado el sabor de la victoria, todos han fracasado.

Diplomacia. Término que se deformó para realmente decir la forma que los EEUU tomaron para – unilateralmente – presionar, comprar y hasta coimear a otros países en la busqueda del apoyo internacional para armar la «coalición.»

Axil of Evil, Eje del Mal. Evocación al término usado en la II Guerra Mundial. Usado por primera vez por Bush en su discurso a las cámaras en pleno (29/01/02) para preparar al país para una guerra en contra de países que pertenecen a un eje, a una coalición de común alineación y objetivos. El término se refiera a Irak, Irán y Corea del Norte y es absolutamente engañoso porque hasta el día de hoy no han podido comprobar tal coalición o eje. La palabra Evil es un concepto asociado a la maldad, al demonio y la inmoralidad, es una palabra usada mayormente en teología. Un término que invita a pensar en la fuerzas del bien en contra de la fuerzas del mar, y que en el frenesí de la guerra – al igual que «patriotismo» – acorrala a los opositores. En compensación al «eje del mal» los buenos tienen la «colación de los resueltos» otra mentira para darle resonancia mundial «oficial» al dueto EEUU / Inglaterra.

Relevancia. Se insistió mucho en que las Naciones Unidas pasaron por una gran prueba de su relevancia y fallaron como organismo internacional. Una detestable manera de decir «si no siguen nuestros objetivos no nos sirven y punto.»

Defensa Preventiva. En otras palabras «ponerse el parche antes de la herida» pero con una connotación un poco mas mortal. Este quizás es uno de los términos mas importantes para entender la nueva hegemonía mundial de los EEUU. Es el cheque en blanco que permite «atacar antes de ser atacados,» y curiosamente es el término que menos se ha discutido en los foros internacionales. Y, al igual que el término «terror,» la guerra preventiva le puede tocar a cualquier país, porque solo basta con que el presidente de turno defina el país al cual tenemos que preveer. Es también curioso que muchos de los demócratas, incluido su candidato a la presidencia, hayan asumido este término como propio. Este «sagrado derechos a defender la patria» tiene aún que ser discutido en la comunidad mundial de naciones pacíficas.

Proliferación. Suena como propagación desbocada cuando se trata de otros países adquiriendo armamentos. Cuando los EEUU crean nuevos tipos de armas nucleares, de destrucción masiva, mas compactas, mas «certeras,» mas mortales se les llama «modernización.»

Operación. Para evitar la palabra guerra se puso de moda la palabra operación. Algunos nombres originados por las firmas de relaciones publicas contratadas por el Pentágono han sido: Operación Causa Justa (Panamá), Operación Liberación Irakí. Para la invasión a Afganistán se utilizo: Operación Justicia Infinita, nombre cambiado a Operación Libertad Duradera cuando se dieron cuenta que para los musulmanes solo dios da justicia infinita. Resaltando estos extravagante nombres en sus pantallas, los noticiarios de los grandes medios de comunicación fueron los primeros en asumir el léxico del Pentágono. Otras frases y términos engañosos pero favoritos fueron: el desarme de Irak, las fuerzas de la coalición, bombas inteligentes o de guía precisa, bombardeos quirúrgicos, la guerra en contra del terror, los Estados Unidos responden.

Regime Change, Cambio de Régimen. Rampton y Stauber dicen que este término sanitariza el «proyecto imperial de derrocar a un gobierno a través de una invasión militar.» Suena como que el proceso es «limpio, racional y eficiente.» A pesar de que este término estaba último en la lista de razones de Bush para invadir Irak, nadie ni el congreso, ni los medios cuestionaron las consecuencias humanas que este «cambio de régimen» podía ocasionar.

La victoria no es el fin de una guerra permanente. Para ilustrar la ambigüedad del discurso astuto Rampton y Stauber destacan la respuesta del Ministro de Defensa Donald Rumsfeld a la pregunta de un periodista sobre que es lo que constituye una victoria (20/09/01). Rumsfeld responde:

«Creo que es poco probable que le cambiemos la naturaleza al ser humanoSDado el término de la Guerra Fría y la Guerra del Golfo, que le dijo a la gente que no compitieran con ejércitos, fuerzas navales y aéreas, la gente busca formas asimétricas para amenazar a los Estados Unidos y los países del Occidente. Con la proliferación, con el relajamiento de la tensión, esa proliferación le permite a la gente poner sus manos en las capacidades que son crecientemente poderosas, poderosas hasta el punto en que no estás hablando de miles pero de múltiples de miles de personasS Tenemos que reconocer la magnitud de la amenaza y hasta que punto la gente es capaz de entregar sus vidas, como lo hicieron aquellos pilotos, de aquellos aviones e impusieron el daño sobre nosotrosSDigo que la victoria es persuadir a los estadounidense y al resto del mundo que esto no es una cuestión rápida que se terminará en un mes, en un año o quizás en cinco años. Es algo que tenemos que hacer para cont
inuar viviendo en un mundo con armas poderosas y con gente que esta dispuesta a usar esas armas poderosas. Y podemos hacerlo como país. Y en mi opinión esa será la victoria.»


Rumsfeld es uno de los neo-cons que mas uso hace del galimatías (doublespeak). Es un hawk diestro; cándido pero duro. A veces se pierde entre el laberinto de sus propias metáforas pero siempre se las arregla para – con el inadmisible beneplácito de los reporteros – salir adelante. Mas como un burócrata que como un soldado, Rumsfeld habla el lenguaje de la guerra, de la muerte, sin titubear. La guerra asimétrica es un término usado por el Pentágono y que se refiere a un estilo de combate en que un bando con escasos recursos financieros y militares enfrentan a enemigos superiores. Conforme a Rampton y Stauber, Rumsfeld admite en su respuesta que el dominio imperial de los EEUU es la razón por la cual pilotos suicidas estrellan aviones en contra de edificios. Parece ser que Rumsfeld dice que los EEUU obtendrán la victoria a través de la mantención de «armas poderosas.» Sin embargo lo que realmente Rumsfeld esta diciendo es un admisión de que a pesar de ser un superpoder los EEU
U no serán capaces de detener al resto del mundo en la consecución de armas poderosas para imponer el daño sobre nosotros. El Ministro de Defensa esta diciendo que habría que cambiar la forma en que pensamos porque el terrorismo no tiene fin, siempre existirá. La victoria es persuadir a los estadounidenses que la victoria nunca llegará y que la guerra es permanente.

Especial de Paralelo 21
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