Estimado Michael Moore Tuve ocasión de leer el texto de tu conferencia en Madison pronunciada el 5 de marzo 2011, con ocasión de los sucesos de Wisconsin. Y quiero comentarte lo que pienso sobre el mismo. Empiezo por decirte que tengo una serio aprecio por tu persona, has hecho y dicho cosas que nacidas en […]
Estimado Michael Moore
Tuve ocasión de leer el texto de tu conferencia en Madison pronunciada el 5 de marzo 2011, con ocasión de los sucesos de Wisconsin.
Y quiero comentarte lo que pienso sobre el mismo.
Empiezo por decirte que tengo una serio aprecio por tu persona, has hecho y dicho cosas que nacidas en la voluntad e inteligencia de un estadounidense son merecedoras de respeto. No es común que un nativo de la patria del Tío Sam, se atreva enfrentarse a las corporaciones en el poder. Además con coraje y con talento.
Y quiero que sepas también que tenemos tú y yo algo en común muy importante, ambos hemos nacido en el seno de la clase obrera.
Los dos por lo que he leído, dicho por ti, estamos orgullosos de que nuestros padres, en mi caso ambos fueron obreros en relación de dependencia.
A lo largo de tu discurso noto el cariño que tienes por tu pueblo y que lo aconsejas y levantas su moral a cada paso. Es la actitud que se debe esperar de un político honesto de familia obrera. Pero espero que aceptes que yo tengo otro punto de vista nacido del hecho de pertenecer a un país que ha sido víctima, como muchos otros del tercer mundo, de la explotación de las corporaciones capitalistas estadounidenses.
Y como tal, quiero exponerte mis dudas, desde el punto de vista de un hombre perteneciente a la clase de los trabajadores.
Te aseguro que si no fuese así no te molestaría con mi análisis de tu discurso, pues francamente, mi concepto sobre la mayoría de tus compatriotas (no todos claro) en materia de cultura e ideología, es el de un pueblo idiotizado, manipulado y embrutecido hasta el punto de ser sumamente peligroso para el resto de la humanidad.
Quizás mis ideas te parezcan muy ingenuas, pero mis padres obreros me enseñaron que lo fundamental en la vida en sociedad es el respeto de los derechos humanos, y dado que el ser humano era un ser hecho de materia, debía «primero comer para después poder pensar»; y los derechos primordiales ellos los clasificaban en este orden: Primero, igualdad económica, lo que garantiza la alimentación, y luego al pensar, igualdad política y solidaridad con el otro. Estas ideas que parecían siempre ingenuas al exponerlas resultó que en la práctica eran sumamente complejas para entender y realizar.
Empiezo entonces por el principio.
Tú dices que «Estados Unidos no está en bancarrota», entiendo que quieres trasmitir confianza y fuerzas a tu pueblo para reaccionar, pero yo no coincido contigo, para mi Estados Unidos y su pueblo hace muchos años que están en Bancarrota moral, solo que ahora además, están en una creciente bancarrota económica.
Cuando tú dices que en tu país se han transferido «en el mayor atraco de la historia las riquezas de los trabajadores a los bancos y las billeteras de los súper-ricos», estás en lo cierto.
Pero eso es insignificante frente a lo que, las mismas corporaciones del capitalismo estadounidense, les viene succionando a los trabajadores del tercer mundo desde hace décadas y transfiriendo esa plusvalía a los mismos bancos privados y billeteras de los súper-ricos de tu país.
Y de ese gigantesco atraco, debes reconocerlo Michael, le ha arrojado algo al pueblo estadounidense en general, manteniendo hasta ahora su nivel de vida bastante aceptable, frente a la miseria que dejaron atrás en el mundo, los ladrones a los que tú te refieres
Me duele decirlo, pero de esa forma incluso vuestros patrones han asociado a los trabajadores estadounidenses a la explotación y al robo de los trabajadores del tercer mundo, consiguiendo así anestesiar sus conciencias de clase trabajadora.
Pero claro, ahora esa bonanza se está terminando, el capitalismo en general ha entrado en una etapa de declive, cosa que sorprendentemente para mí tú has empezado a observar. Y digo sorprendentemente porque no es nada fácil pensar con criterio independiente en el corazón de la ciudadela capitalista, envuelto en la desinformación total, la falta de solidaridad humana y el individualismo mas desenfrenado. Creo que en esto, me reconforta, vuelve a ayudarte tu origen de familia obrera.
Dices que «400 ricos obscenos tiene los bienes de 155 millones de estadounidenses juntos» y lo atribuyes a «un golpe financiero» y al hecho que vosotros los estadounidenses entregásteis vuestra «preciosa democracia a la elite financiera de Wall Street y a los bancos». Y agregas que piensas que «el pueblo estadounidenses se siente huérfano e incapaz de hacer algo en ese sentido».
Vuelvo a disentir contigo. Cuando dices un «golpe» te refieres a algo brusco, sorpresivo, y no es así. Hace más de dos siglos que el capitalismo se encarga de explotar y robar a los trabajadores para transferirlo a unos pocos privilegiados y a sus bancos privados, en esa permanente proporción de 400 ricos frente a 155 millones de pobres, más o menos.
Y para eso emplea vuestra «preciosa democracia» diseñada con ingenio para estafar a los pueblos. Votar a dos partidos de igual ideología, pero con distinto nombre, cada 4 años y los elegidos, que representan siempre a los ricos, resuelven todo, lógicamente a favor de los ricos.
Michael dime, después de más de dos siglos de repetirse esta fabula, ¿incluso tú no te sientes también huérfano e incapaz de hacer algo?
Dices que aprendiste en la escuela que «el dinero no crece en los árboles». Pues no es así, el dinero especialmente en Estados Unidos crece en los árboles.
Y digo especialmente, pues si bien el dinero se hace en todos lados con papel que se elabora con la pulpa de los árboles, el dinero dólar estadounidense de hoy vale muy poco. No tiene respaldo ninguno, se fabrica por toneladas en las múltiples fabricas de la Reserva Federal con maquinas recalentadas por el esfuerzo a que se ven sometidas, pues no dan abasto para cubrir los déficit inventados por vuestros especuladores financieros desesperados por ganancias rápidas y la deuda que Estados Unidos tiene con el resto del mundo, equivalente a años del trabajo de todo vuestro pueblo, producto de haber vivido los últimas décadas como ricos sin serlo.
Por eso digo que en Estados Unidos crece en los árboles, pues no tienen allí hoy dinero genuino como lo entiende el mercado capitalista, respaldado por aquella industria súper poderosa, que como tú bien sabes ya no es tan poderosa y ya no disponen de un mercado exclusivo mundial como años atrás.
Y si el mundo sigue aceptando el dólar como moneda de reserva es solo por un corto tiempo más y porque lo apoya un ejército criminal, sustentado por ese mismo dinero que crece en los árboles, pero recuerda aquel viejo dicho «se puede erigir un imperio con ellas, pero no se puede dormir sobre las bayonetas».
Dices «pero si los que tienen más dinero no pagan los impuestos, el Estado no puede funcionar. Si los ricos se guardan la mayor parte de su dinero y lo apuestan descabelladamente en el loco entramado de Wall Street, destruyen nuestra economía.»
Pues bien ya en tu documental «El capitalismo una historia de amor» aparece con claridad el papel que jugaron los bancos privados en la quiebra de la economía de Estados Unidos. Y mi conclusión es de una extrema simpleza, quizás ingenuidad,
a) Pregunto: ¿por que tus compatriotas permiten a los ricos quedarse con el dinero que genera el trabajo de los trabajadores (entendiendo como trabajadores a todos los que participan en la producción de una mercancía). Más concreto: por qué 155 millones dan las ganancias de su trabajo a los 400 listos?
¿Para qué y por qué se necesita hoy en día a esos 400 aprovechados ladrones para a manejar la producción y apropiarse del fruto?
b) Pregunto: ¿No hay entre los 300 millones de estadounidenses gente capaz de organizar la producción y dividir entre todos equitativamente las ganancias, en forma de bienes que les permitan vivir mejor?
c) Pregunto: ¿ por qué tienen que pagar impuesto los ricos?
¿No te parece absurdo, que les permitan quedarse con todo el beneficio del esfuerzo de los otros y luego les pidan, que por favor devuelvan una migaja en forma de impuestos?
Y claro que resulta difícil cóbraselos. Están acostumbrados por ustedes mismos a burlarse del pueblo trabajador y manejan todos los resortes del poder y las leyes, gracias a la Constitución de Estados Unidos que tu tanto respetas y hasta te enorgullece.
Veo que te preocupan mucho los bancos.
Y cuando dices «la economía y el mercado caen en picada y se pesca a los bancos difundiendo por todo el mundo el esquema Ponzi», estas señalando una realidad que es una advertencia permanente al mundo del absurdo que significa la sola existencia de los bancos privados.
Y coincido contigo en que sois «una nación llena de tontos» porque tus compatriotas depositan su dinero en bancos privados, cuando se sabe históricamente que tarde o temprano, dichos bancos estafan a los ingenuos que creen en ellos. Y sus técnicas en la estafa se perfeccionan año tras año. Aunque «el esquema Ponzi» al que tú te refieres ya existía en la Edad media, en el año 1300, y las «bancarrotas» ya eran habituales en aquellos bancos improvisados en las plazas Italianas .
Dice un amigo mío «depositar mi dinero en un banco privado manejado por otro ciudadano como yo, es como enviar a mi joven esposa a pasar la noche en el dormitorio del vecino para que me la cuide».
Me parece increíblemente estúpido que nuestros bienes, representados por el dinero, los manejen los dueños de los banco privados, finalmente personas como tú y como yo, en vez de que estén exclusivamente en manos y garantía del Estado, que nos representa a todos. Y que debería utilizarlo para el beneficio de todos.
Mientras tú, Michael, que eres para mí un estadounidense con una conciencia social elevada y cuyo origen obrero, insisto, respetas y te enorgullece, pienses como intuyo por tu texto, que los ricos de tu país tienen derecho a tener más que otro ciudadano pero no tanto más, se va atrasar el proceso del que estas tan orgulloso en Madison
Dices que «los ricos satisfechos se extralimitaron. No lograron saciarse. Querían tener nuestra alma». Te recuerdo que el alma de los trabajadores es lo que menos les interesa a los patrones. Lo que les interesa es la succionar la fuerza de trabajo de sus obreros y si es posible obtenerla gratis.
Dices que «lo que está en bancarrota es la brújula moral de los dirigentes». Mira Michael, los dirigentes en tu país tuvieron siempre y tienen todavía la brújula moral apuntando a las ganancias máximas, a costa de la explotación del trabajo de todos los pueblos del mundo. Y ahora, te lo advierto, se están viendo obligados, por la bancarrota que tu niegas, a incluir al pueblo trabajador de Estados Unidos con más dureza que antes en esa brújula moral capitalista.
Nuevamente disiento cuando reclamas que «nuestro país vuelva a ser como antes. Que regrese nuestra democracia. Que vuelva nuestro buen nombre, Los Estados Unidos de América». Y preguntas «qué tenemos que hacer para lograrlo».
Te contesto: Los estadounidenses deben hacer: primero autocritica, es fundamental. Entender que no existió el Estados Unidos idílico del pasado. Siempre, desde su nacimiento, fue un país depredador. Tampoco pueden venerar una constitución que justifica y apoya los privilegios de un pequeño grupo de explotadores sobre la inmensa mayoría del pueblo, deben cambiarla, hacerla participativa y terminar con el cuento de la representatividad. Representatividad que mantiene a los ricos en el poder, 1 persona 1 voto y a dormir 2 años.
Y también, mientras los que están durmiendo al frio en Madison para defender los derechos sindicales no entiendan que no pueden dejar de protestar y luchar contra las centenares de bases militares estadounidenses en el mundo, con la misma fuerza que defienden sus ideales de sindicalistas
Y mientras sus políticos y Hollywood les vendan el cuento del terrorismo y no comprendan que actualmente el único terrorismo que asola al mundo es el ejército de EE.UU. invadiendo al prójimo para robarle el petróleo, con el silencio y el acuerdo tácito del pueblo estadounidense.
Porque creo que para que Estados Unidos tenga un buen nombre, es necesario que NO vuelva a ser como antes y que NO regrese a eso que allí llaman democracia. Es necesario que se aparte de ese régimen económico que se llama capitalismo. Y entonces sí podrá demostrar su» talento, ideas, trabajar duro, amor y compasión» como deseas.
Sabes, tiempo atrás pensé este Michael Moore es el hombre ideal para Presidencia de Estados Unidos. Tiene dotes morales que les fueron ajenas a los anteriores y un respeto por los más humildes, es decir por la mayoría, demostrado por lo que hizo, al contrario de los otros presidentes, que solo declamaron sus mentiras de candidatos.
Incluso este discurso tuyo de Madison donde dices «Ustedes han despertado al gigante dormido conocido como el pueblo de los Estados Unidos. A partir de ahora la tierra tiembla mientras el piso se mueve bajo los pies de los responsables. Somos muchos más nosotros que ellos», es un discurso donde manifiestas deseos que no se ajustan a la realidad de este momento, según mi opinión, pero que son una guía para la acción del mejor porvenir del pueblo estadounidense. Y esa es la función del político honesto, proponer un futuro justo.
Pero después pensé, menuda tarea estoy proponiendo a Michael, enfrentarse a los ricos que han domado tan hábilmente a ese pueblo, que siempre históricamente 400 pueden burlarse y estafar a 155 millones.
Te diré, veo que vivimos un momento, en todo el mundo, en el que los intelectuales que se ocupan de la política, que enseñan en las escuelas y universidades, que escriben en los medios, que hacen cine, televisión, la gente que piensa e intenta entender lo que ocurre, está infiltrada por una gran cantidad de cobardes, de los que cierran los ojos a lo que entienden y abren el bolsillo a la codicia, para no ver ni actuar, para conciliar con los ladrones.
Y tus padres y los míos no se merecen, vivos o muertos, que nosotros cerremos los ojos, pues ellos que fueron explotados como los trabajadores lo son hoy en día, son los que hacen las cosas y son los legítimos dueños de las cosas que se hacen.
Deberías explicar a tu pueblo que el capitalismo es otro experimento creado por los hombres, no lo inventó Dios. Que ya no le queda mucha supervivencia. Y que de todos los sistemas económicos pensados hasta ahora es probablemente el más injusto, destructor de la naturaleza y consecuentemente el mas estúpido.
Luego al final gritas «Madison ni un paso atrás». Alguien dijo que, «un paso atrás en la lucha de los excluidos no es tan grave, lo importante es dar luego, por lo menos dos pasos adelante.»
Ciertamente podrías decirme «para qué me escribes, para qué me molestas y me cargas de responsabilidades».
Discúlpame que te cargue con responsabilidades, pero la culpa es tuya, por tener conciencia social y sentido de la justicia y ser desgraciadamente, una mosca blanca en tu país.
Finalmente, entiendo que es más fácil dar ideas que ocupar el lugar que te has ganado, me gustaría que las leas si tienes tiempo, con la convicción que estas opiniones están expresadas con el respeto al prójimo que creo que ambos practicamos.
Te abrazo
Hersh Zakheim
rCR