Rima Najjar | 

Nota de la autora: La guerra de Israel en Gaza es un ataque al propio sistema nervioso. Este ensayo documenta cómo Israel instrumentaliza los reflejos humanos fundamentales —empatía, dolor, confianza, el instinto de supervivencia— para provocar el colapso de la sociedad palestina. Lo hace desmantelando la percepción , utilizando voces clonadas, mapas fraudulentos, imitación de gritos de ayuda para engañar, traicionar y sabotear. Las y los palestinos resisten mediante un proyecto colectivo: proteger la empatía, dignificar el dolor y salvaguardar la identidad frente al ataque sistemático de Israel contra la misma base de la conexión más intrínsecamente humana.

Protesta de periodistas acreditados en el Pentágono

Los periodistas del Pentágono se plantan ante la obligación de recibir el visto bueno antes de publicar

Alan Macleod | 

El genocidio que Israel comete está siendo impulsado por Microsoft. Desde la creación de una red digital masiva, la ayuda en la producción de listas de asesinatos generadas por IA, la contratación de cientos de espías israelíes para dirigir sus asuntos internos y la supresión de figuras que se oponen a la masacre, la corporación tecnológica con sede en Seattle ha desempeñado un papel clave en la violencia.

Martín Medem presenta su libro “Cincuenta Años contra RTVE”

Guadalupe Barahona | 

Varios autores | 

Jonathan Cook | 

El «plan de paz» de Trump está condenado. Ningún pueblo en la historia se ha resignado a la servidumbre y la opresión permanente, y el pueblo palestino no será diferente.

Mohamad Hasan Sweidan | 

Mientras su ejército bombardea Gaza, a pesar de haber acordado un alto el fuego, Tel Aviv lanza una ofensiva digital paralela destinada a silenciar las narrativas de resistencia, manipular las percepciones globales y rediseñar la memoria digital de sus crímenes de guerra.

Entrevista a Ahmed Ettanji, periodista saharahui

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La represión y el bloqueo informativo impuesto por Marruecos sobre la antigua colonia española es casi total, pero los informadores locales no se resignan: «Nuestro testimonio es la única ventana que tiene el mundo para ver la realidad en el Sáhara ocupado».