La Tercera Guerra Mundial ya está en marcha, pero la mayoría de la gente no la percibe porque está condicionada a una percepción tradicional de la guerra con violencia física bombas, armas y enfrentamientos en el campo de batalla. Este sesgo viene de siglos de guerra, de violencia física que impide percibir la actual realidad; es como cuando la gente no podía concebir la luz sin el fuego hasta que se inventó la electricidad.