Hackers accedieron al coche del científico nuclear israelí Isaac Girtz y colocaron un ramo de rosas en su interior. Un vídeo muestra el acto en el quinto aniversario del asesinato del científico iraní Mohsen Fakhrizadeh
Hackers accedieron al coche del científico nuclear israelí Isaac Girtz y colocaron un ramo de rosas en su interior. Un vídeo muestra el acto en el quinto aniversario del asesinato del científico iraní Mohsen Fakhrizadeh
Son muchas las atrocidades genocidas cometidas por el sionismo contra el pueblo palestino, y contra las naciones del mundo en general. Este artículo es una gota en el océano de su historia. Insto a ESTUDIARLO, ver cada video documental que ofrece y hacer vuestra propia investigación, por Palestina y por el futuro de la humanidad.
La prensa occidental considera el asesinato de palestinos como una norma tan básica que Israel puede masacrar a docenas de personas en Gaza y publicarán: «¡Caramba! ¡Esperamos que esto no conduzca a ninguna violación del alto el fuego!».
El «plan de paz» de Trump nunca se materializará de forma significativa, ni pretendió que así fuera. Es simplemente una forma de justificar la prolongación del infierno en Gaza.
La Red de Salud Mental y el Colectivo Internacional de Redes Palestinas de Salud Mental, que representan a profesionales de la salud mental de 20 países, condena la bancarrota ética revelada por el Premio Sigourney 2025 otorgado a la profesora Dana Amir de la Universidad de Haifa. La profesora Amir recibe reconocimiento internacional por su “trabajo pionero” sobre cómo se transmite el trauma a través del lenguaje, por analizar los testimonios de víctimas y perpetradores, por identificar “nuevas vías para la intervención terapéutica” en el trauma –25 meses después de que la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas ha concluido que es un genocidio contra los palestinos —
Un nuevo informe revela el sesgo sistemático por parte de los principales medios occidentales a la hora de informar sobre el genocidio en el enclave palestino.
Richard Falk ha pasado la mayor parte de un siglo en los recintos más importantes del mundo: las Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia, y los tribunales jurídicos internacionales, donde se moldea a martillazos el lenguaje de la guerra, la ocupación y los derechos humanos.