Las fuerzas de resistencia nacional controlan el conjunto del territorio chadiano con excepción del Palacio presidencial. Todos los demócratas chadianos temen que una vez más Francia se implique como potencia colonizadora en un combate que no es el suyo, bajo pretexto de acuerdos militares apartados de sus verdaderos objetivos. Escuchamos declaraciones de numerosos responsables políticos […]
Las fuerzas de resistencia nacional controlan el conjunto del territorio chadiano con excepción del Palacio presidencial. Todos los demócratas chadianos temen que una vez más Francia se implique como potencia colonizadora en un combate que no es el suyo, bajo pretexto de acuerdos militares apartados de sus verdaderos objetivos.
Escuchamos declaraciones de numerosos responsables políticos franceses, de la Unión Africana y de la comunidad internacional denunciando las toma de poder mediante las armas.
– Recordemos que la llegada de Idriss Déby en diciembre de 1990 con armas y equipos no ha suscitado ningún comentario. Diferentes raseros de acuerdo con los tiempos y los intereses de unos y otros.
– Recordemos que es falso afirmar que Idriss Déby fue elegido legalmente. Todos saben que las elecciones han sido amañadas.
– Recordemos que la Constitución de Chad ha sido falseada para permitir a Idriss Déby competir por un tercer mandato y, ¿por qué no?, fundar su propia dinastía.
– Recordemos que después de la era del petróleo, Chad está clasificado como el estado más corrupto del planeta mientras que su población estancada en la miseria muere frente a la indiferencia general.
– Recordemos que la totalidad del Estado de Chad está en una situación humanitaria muy preocupante desde 2006, peor que la de Darfur. ¿Quién se preocupa?
– Recordemos que frente al incremento de la violencia, la sociedad civil chadiana tomó la iniciativa en 2005 a favor de un diálogo político inclusivo antes de las elecciones de 2006; esa iniciativa fue barrida para mayor deslegitimación del régimen de Idriss Déby.
– Recordemos por último que en 2007, con el acuerdo de todas las partes afectadas, tanto civiles como político-militares, se lanzó una iniciativa patrocinada por el presidente de Gabón, Omar Bongo Odimba, y aprobada por Idriss Déby mismo, con el objeto de poner en funcionamiento un diálogo nacional inclusivo. Esta iniciativa quedó congelada hasta hoy.
La terquedad de Idriss Déby y su protección por parte de las fuerzas armadas francesas es una toma como rehén de toda la población civil chadiana.
Los demócratas y todo el pueblo chadiano piden a Francia que no se interponga más en este conflicto que dura 18 años, y a la Unión Africana y a la comunidad internacional que apoyen la organización de un foro destinado a construir una paz duradera en el país y con sus vecinos, e instaurar una verdadera democracia.
Escrito el 3 de febrero de 2008.
*Antoine Bangui-Rombaye fue miembro del primer gabinete de François Tombalbaye, primer presidente de Chad, y en particular su ministro de Coordinación y Planificación así como ministro de Relaciones Exteriores, de 1962 a 1972, fecha en la que cayó en desgracia y puesto en prisión. Liberado con la caída de Tombalbaye en 1975, publicó en 1980 Prisonnier de Tombalbaye (Prisionero de Tombalbaye), un testimonio, seguido por Les Ombres de Koh (1983) (Las sombras de Koh), una novela autobiográfica. Candidato en las elecciones presidenciales de 1996, encabezó el Movimiento por la Reconstrucción Nacional de Chad (MORENAT), un partido político legal. En mayo de 1999, publicó Tchad: Élections sous contrôle (1996-1997) (ISBN 2-7384-7331-8) (Chad elecciones bajo control), una descripción abrumadora del Estado de Chad bajo Idriss Déby. Un mes más tarde, el régimen Déby lo acusó de fomentar una rebelión en Logon Oriental. En diciembre de 1999, Bangui se convirtió en el portavoz de la Coordinación de los Movimientos Armados y Políticos de la Oposición (CMAP), una coalición de 13 grupos de oposición. Renunció más tarde a ese cargo como señal de protesta contra las tentativas de diálogo de algunos miembros del CMAP con Déby, que se inscribían en la estrategia de este último destinada a dividir la oposición comprando algunos de entre ellos.