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Cinco medidas económicas para un gobierno de cambio en Navarra

Fuentes: Rebelión

Attac existe en Navarra desde 2012. La legislatura actual estaba ya arrancada y el muro de UPN era la respuesta a todas nuestras acciones. Por suerte, desde el 24 de mayo asistimos a un cambio político en el que participan los partidos que hicieron posible que nuestras demandas accedieran a las instituciones. Como movimiento social […]

Attac existe en Navarra desde 2012. La legislatura actual estaba ya arrancada y el muro de UPN era la respuesta a todas nuestras acciones. Por suerte, desde el 24 de mayo asistimos a un cambio político en el que participan los partidos que hicieron posible que nuestras demandas accedieran a las instituciones. Como movimiento social nos alegramos de ver caras más amables en las personas que ostentarán el poder, aunque no vamos a dejar de aportar nuestro grano de arena para que las políticas de cambio mejoren realmente la vida de la ciudadanía.

Este artículo surge de una reflexión personal sobre estos tres años de andadura de Attac en Navarra. Buceando en esta breve pero intensa historia, he entresacado cinco medidas económicas que creo que deberían ser prioritarias para un cambio político real en nuestra comunidad.

Paralización de los recortes sociales

Servicios sociales, educación y sanidad deben constituir la prioridad de gasto del presupuesto de la comunidad. En los últimos años, todas las áreas que se ocupan del bienestar de las personas han visto reducidos sus presupuestos, y por tanto su capacidad de acción como garante del bienestar de la ciudadanía. Con el tiempo, se deberían habilitar los mecanismos necesarios para revertir la precariedad en que se han instalado los servicios públicos, y recuperar el sector que garantiza el bienestar de toda la ciudadanía.

Atención a los sectores más vulnerables

A consecuencia de estos recortes, una gran cantidad de personas ha quedado desprotegida. El informe que presentó Cáritas el pasado martes es demoledor: 111.000 personas en Navarra están en procesos de exclusión, 48.000 de ellas en exclusión severa. No se puede dejar a merced de los mercados el bienestar de la población. Un gobierno de cambio debería, de forma inmediata, poner en marcha programas que se ocupen de las personas en situación de pobreza, exclusión, desahucios o insuficiencia energética.

Establecer una fiscalidad justa y progresiva

Los impuestos son el principal instrumento redistribuidor de la riqueza. El IRPF, cuya progresividad se ha visto mermada en los últimos años, no es el único que debe replantearse. Un impuesto de sociedades progresivo permitiría la subsistencia de las pymes, que son las que más están pagando las consecuencias de la bajada del consumo; sin mermar los ingresos de la comunidad. Además, habría que hacer una revisión de los impuestos que se aplican a las rentas del ahorro, mucho más bajos que los de las rentas del trabajo. O gravar de forma más visible a los grandes patrimonios y grandes sucesiones. La madre de todas las batallas, en el aspecto de la recaudación, es reducir el fraude fiscal. En este aspecto, y a propuesta nuestra, hace tres años el Parlamento de Navarra aprobó una moción en contra de los paraísos fiscales, aunque no se ha devengado ninguna actuación de ella. Una medida de presión eficaz consistiría en que las administraciones públicas dejasen de contratar con empresas que tengan filiales en paraísos fiscales.

Auditar la deuda

Navarra debe pagar al año cerca de 100 millones de euros como intereses de su deuda. Este lastre, que detrae recursos que podrían hacer frente a gastos sociales, tiene una causa concreta: la deuda navarra se multiplicó por seis en los últimos diez años. Por tanto, el nuevo gobierno debería hacer una valoración de las causas de ese espectacular incremento.

La legislación internacional ampara que no se pague aquella parte de deuda que sea considerada ilegítima. Pero para ello es necesario estudiarla en base a unos criterios. Uno de ellos, por ejemplo, declara ilegítima aquellas deudas que se han gastado en contra del bienestar de la ciudadanía. Llevar a cabo esta auditoría permitiría tener la fuerza necesaria para negociar con los acreedores desde una información real.

Crear una banca pública

Sea a partir de los despojos de la CAN o no, Navarra necesita una entidad financiera que garantice el crédito, y que no esté gestionada bajo criterios de obtención de beneficio económico, sino de utilidad social. Para evitar repetir desastres como el de nuestras extintas cajas de ahorro, es necesario establecer unos criterios básicos de funcionamiento que eviten el uso partidista o megalómano de sus recursos.

En este artículo he pretendido enumerar solo cinco medidas económicas concretas, que pueden suponer un beneficio inmediato para la ciudadanía navarra. Pero estas medidas solo serán un parche si no se enmarcan dentro de unas políticas que atiendan a una visión más global de la realidad económica. Una administración responsable con la ciudadanía debe ser capaz de no dejar en manos de los mercados el bienestar de la ciudadanía.

El sector público debe recuperar la gestión de todos los servicios esenciales, y frenar las privatizaciones. Además, se deben buscar fórmulas que garanticen el empleo en condiciones dignas para toda la población, establecer una renta mínima y acceso a vivienda digna para todas las personas radicadas en Navarra. Por supuesto, esta medida implica la paralización de todos los desahucios y la entrada en vigor de la ley de vivienda aprobada por el Parlamento navarro y paralizada por el Tribunal Constitucional.

En el sector privado , la administración debería apoyar fórmulas de emprendimiento colectivo, como las cooperativas, así como a las iniciativas de economía social y solidaria que ya existen en Navarra. Hay experiencias que proponen otras formas de vida, al margen de la acumulación capitalista, como la moneda social o los bancos del tiempo; que deberían ser atendidas también por un ejecutivo responsable con la pluralidad social de la comunidad.

Y por encima de todas estas medidas, y con carácter transversal, habría que tener presente la crisis ecológica a la hora de tomar las decisiones económicas. Hay que empezar a plantearse de forma central acciones que atajen la huella medioambiental generada por la actividad humana. Debemos buscar alternativas a los combustibles fósiles, reducir la huella ecológica y la reforestación y tratar de reparar y recuperar los ecosistemas naturales deteriorados.

Raúl Ciriza – Attac Navarra-Nafarroa

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.