No fue sorprendente escuchar a los multibillonarios Bill Gates, Charlie Munger y Warren Buffett, entrevistados en la CNBC-TV el jueves 9 de mayo, defender al capitalismo. Pero sí sorprendió que Gates hiciera un comentario positivo acerca del socialismo o, al menos, de lo que se define en Estados Unidos como socialismo. Gates señaló que el […]
No fue sorprendente escuchar a los multibillonarios Bill Gates, Charlie Munger y Warren Buffett, entrevistados en la CNBC-TV el jueves 9 de mayo, defender al capitalismo. Pero sí sorprendió que Gates hiciera un comentario positivo acerca del socialismo o, al menos, de lo que se define en Estados Unidos como socialismo.
Gates señaló que el actual aumento de la retórica pro-socialista en Estados Unidos no se refiere realmente al socialismo según alguna definición estricta del vocablo. Las políticas «socialistas» que escuchamos de políticos como Alexandria Ocasio-Cortez (AOC) y Bernie Sanders son, en mayor medida, sobre políticas capitalistas con un fuerte aporte de seguridad social. ¡Y eso está bueno!
«El socialismo solía significar que un estado controlaba los medios de producción», y según Gates, » mucha gente que aquí promueve el socialismo no lo definen de esa manera clásica.»
También dice Gates que la mayoría de la gente que favorece al socialismo en Estados Unidos no habla de un verdadero socialismo. ¡Y tienen razón!
«La mayoría no argumenta contra el capitalismo… sólo cree que debería haber cambios en los impuestos, tasas impositivas más progresivas y reinstalar el impuesto al patrimonio. Lo que quieren con ello es capitalismo con mejor nivel de impuestos», dice Gates.
Según él, la mayoría de los estadounidenses de izquierda no aboga por que la propiedad de los medios de producción pase a los trabajadores, que todas las industrias se nacionalicen y que sea abolida completamente la propiedad privada, que son los principios reales de la ideología socialista. La mayoría de la gente de izquierda apoya a políticos que prometen un capitalismo con una sólida base de seguridad social. Pero no hay indicios de que lo que proponen sea en verdad socialismo.
La garantía de empleo federal de AOC, por ejemplo, consistiría en un estándar de referencia para el empleo que incluya un salario mínimo de $15 vinculado a la inflación, atención médica completa y licencia por enfermedad y por los hijos. Esta propuesta mejoraría drásticamente la calidad del empleo en Estados Unidos al proporcionar capacitación y experiencia a los trabajadores y al mismo tiempo brindar servicios públicos muy necesitados por las comunidades en áreas como el servicio de parques, el cuidado de los niños y la conservación del medio ambiente.
Pero eso no es socialismo en el sentido clásico de la palabra. Es capitalismo con una fuerte red de seguridad social. La mayoría de los países ricos de Europa ya tienen lo que AOC propone. Eso no los hace socialistas. En todo caso, los hace socialdemócratas.
Estados Unidos no tiene un Partido Socialdemócrata, de ahí que cualquier cosa a la izquierda del Partido Demócrata se le llama socialismo porque los estadounidenses no tienen un vocabulario que permita hablar de estas cosas con mayor sutileza que la de una izquierda contra una derecha binaria.
¿Por qué a gente como Bernie Sanders y AOC se les agrupa como socialistas e incluso a veces se llaman a sí mismos con ese término? Porque Fox News se pasó los años de Obama llamando así a todas las políticas del Partido Demócrata. Como resultado, hay dos generaciones de personas (Mileniales y Generación Z) que simplemente utilizan el término socialista sin preocuparse mucho por lo que significa exactamente. Para las generaciones más jóvenes, el socialismo sólo significa asegurarse de que todos puedan ir al médico cuando lo necesiten, o tener un techo sobre sus cabezas, o tener dinero para comprar comida, sin importar las circunstancias de esa persona. Y estas generaciones se imaginan que todo puede lograrse dentro del sistema existente, sin derrocar a la clase dominante y sin la instalación de un nuevo sistema político dirigido por la clase obrera.
Como señala Gates, hay algunos socialistas de verdad en el mundo. Y hay incluso verdaderos socialistas en los gobiernos de todo el mundo. Pero la mayoría de los socialistas estadounidenses son simplemente izquierdistas que obvian las etiquetas de los partidos y hablan de políticas. Bill Gates lo sabe y Donald Trump también lo sabe.
No es que Bill Gates sea progresista. Tipos como Gates saben claramente que las guillotinas están llegando y si Estados Unidos sigue por el camino de la austeridad para la mayoría y los recortes de impuestos para millonarios y multimillonarios, todo puede ocurrir.
Según la información disponible, Gates dispone de más de 101.000 millones de dólares, lo que de por sí, debería considerarse literalmente un delito en una sociedad civilizada en la que trece (13) millones de niños no tienen suficiente para comer. Pero, por ahora, tendremos que aceptar que al menos hay algunos multibillonarios que reconocen la necesidad de cambios reales en la sociedad global.
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