El 15 de noviembre, Haidar, con el apoyo de dos abogadas, presentó denuncia ante el Inspector de Policía del aeropuerto de Lanzarote. Cinco páginas de texto firme y enérgico que pone de manifiesto el atropello y las vejaciones que las autoridades marroquíes cometieron contra Haidar dos días antes, el viernes 13. Este mismo día, a […]
El 15 de noviembre, Haidar, con el apoyo de dos abogadas, presentó denuncia ante el Inspector de Policía del aeropuerto de Lanzarote. Cinco páginas de texto firme y enérgico que pone de manifiesto el atropello y las vejaciones que las autoridades marroquíes cometieron contra Haidar dos días antes, el viernes 13. Este mismo día, a las 13:00 h., la policía marroquí comenzó el interrogatorio bajo presión; sin interrupción durante 14 horas, hasta las 03:00 h. del sábado 14, para volver a iniciarlo cinco horas después, a las 8 de la mañana, durante más de dos horas, hasta que decidieron su destierro, no sin antes retirarle el pasaporte.
Las autoridades del reino de Marruecos la embarcaron en un vuelo con destino a Lanzarote. Haidar manifestó al comandante del avión que no deseaba viajara España y que carecía de pasaporte. Ante la presión de la policía marroquí y la negativa de Haidar a volar, el Comandante realizó dos llamadas pero no obtuvo autorización para admitir el embarque. Pero, la policía marroquí, después de efectuar una llamada telefónica se dirigió de nuevo al comandante del avión y le indicó que ellos sí tenían la conformidad del Ministerio de Asuntos Exteriores español y que Haidar tenía que embarcar. Pero por si esto no fuera suficiente, el piloto recibió una última llamada (de las autoridades españolas, obviamente) y accedió a cumplir las órdenes dadas previamente por las autoridades y la policía marroquí. Una vez aterrizado el avión en Tenerife, Haidar se negó a abandonarlo y de nuevo el comandante telefoneó y, al momento, aparecieron la policía Nacional y la Guardia Civil. Uno de los agentes se identificó ante el comandante del avión y le comunicó que tenía instrucciones para que Haidar desembarcara y que bastaba con el permiso de residencia, que no era necesario el pasaporte para entrar legalmente en España. El agente de policía asegura que todo era por razones humanitarias, a lo que Haidar manifestó que nunca pueden convertir las razones humanitarias en una orden en su contra y, añadía en la denuncia, que esta situación se debía a la complicidad de ambos gobiernos que violaban así todos los Derechos Humanos.
Horas más tarde, Haidar intentó obtener billete para regresar al Aaiun pero a pesar de que había plazas la policía le negó la posibilidad de salir de España porque no tenía el pasaporte.
El aeropuerto se cierra a las doce de la noche, pero Haidar se negó a abandonar las instalaciones si no era para regresar a su país. A las 02:15 h. del domingo día 15, el Comandante de la Guardia Civil autorizó que permanecieran en la terminal sólo cuatro personas, por razones humanitarias, pero, quince minutos más tarde la policía indicó a una de las abogadas que había órdenes de Madrid para proceder al desalojo y, acto seguido, lo iniciaron por la fuerza.
Haidar dejó constancia expresa en la denuncia de la condena al Gobierno de Marruecos por su expulsión y también hacía responsable al Gobierno español como cómplice de esta situación, y exigía el retorno inmediato al Aaiun. Anunciaba que continuaría en el aeropuerto y que iniciaría una huelga de hambre a las 24:00 horas.
Haidar finalizó la denuncia ante la policía española reivindicando la intervención del Secretario de NU Ban Kimoon y declarando que tembién presentaría denuncia ante el Relator del Defensor de los Derechos Humanos de la ONU y ante la Relatora de los Derechos de la Mujer en las Naciones Unidas.
Firmaron la la Diligencia inicial nº 8377/09 (1) en cada una de las cinco páginas selladas por la Comisaría de Policía del Aeropuerto de Lanzarote, el Inspector de Policía, las dos abogadas y la propia Haidar.
La actuación de ambos gobiernos y de la ONU, pone en evidencia la situación real de los Derechos Humanos cuando han de enfrentarse a otros intereses. Las autoridades españolas con sus declaraciones o con su silencio han estado a la altura de la dictadura marroquí y su anacrónica casa real. Pero nada es novedad, por una parte el Partido Socialista español y, por otra, la casa real española de los borbones mantienen excelentes relaciones con sus respectivos homólogos. Los intercambios y las visitas entre ambos son frecuentes. Tan cotidianas como las violaciones a los acuerdos tomados en la ONU respecto a los saharauis que continuamente están siendo burlados porque, ante todo, priman los intereses económicos y estratégicos.
Que ahora Haidar, después de 32 días de huelga de hambre, vaya camino o haya llegado ya al Aaiun no cambia ni un ápice la actuación que hasta ahora han mantenido las autoridades de ambos países y la ONU, a pesar de que este tipo de «delitos» no estén recogidos en ningún código penal.
(1) Diligencias iniciales: DenunciaAminetu151109.pdf (application/pdf) 2381 K
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