Ni ella ni su familia han pedido clemencia ni la van a pedir. La ciudadana Aminetu Haidar lo ha dicho con claridad cartesiana enrojecida [1]: no hay ninguna razón por la que tenga que pedir perdón al rey de Marruecos; es él acaso el que debe pedir perdón, a ella, a su familia y al […]
Ni ella ni su familia han pedido clemencia ni la van a pedir. La ciudadana Aminetu Haidar lo ha dicho con claridad cartesiana enrojecida [1]: no hay ninguna razón por la que tenga que pedir perdón al rey de Marruecos; es él acaso el que debe pedir perdón, a ella, a su familia y al pueblo saharaui por su comportamiento y por la represión que el estado que dirige ejerció y ejerce sobre sus conciudadanos y sus derechos.
No sólo eso. En una entrevista con T. Deiros, tras su regreso a El Aaiún [2] ha añadido otras aristas de interés. Éstas por ejemplo:
El haber logrado regresar a mi país es un motivo de orgullo y una victoria para el pueblo saharaui, así como para la sociedad civil española y todas las personas nobles, conscientes y libres que me han apoyado.
Es un triunfo de la justicia, ha añadido Haidar. Sobre el gobierno español ha apuntado:
No tengo confianza en este Gobierno porque siempre ha apoyado a Marruecos y su plan de autonomía. No denuncia las violaciones de derechos humanos que se cometen contra esta población, que, hasta hace poco, era española… Lo que pienso es que nada ha cambiado porque España siempre ha apoyado a Marruecos.
Haidar no pide al gobierno de Zapatero que luche por la independencia del Sáhara pero sí, en cambio, que apoye el derecho, que considera inalienable, a la autodeterminación del Sáhara, sobre el que, innecesario es recordarlo, el PSOE y Felipe González, su ex secretario general aún activo, emitieron parole, parole y más parole que el viento llevó a territorios muy lejanos…
Sobre el papel desempeñado por los ciudadanos y ciudadanas de Sefarad que han estado con ella día sí y otro también, independientemente de cálculos políticos y correlaciones fuerzas inamovibles, ha señalado:
Lo que me ha alimentado durante todos estos días era el apoyo del pueblo español. Me gustaría dar las gracias a todos loso que han estado a mi lado. Para mí, ellos son mi familia.
La opinión de Haidar sobre el Frente POLISARIO no presenta ningún átomo de incertidumbre:
Yo soy una defensora de los derechos humanos y una ciudadana saharaui. El Frente Polisario es el único representante legítimo del pueblo saharaui, pero yo no formo parte de él.
El representante legítimo del pueblo saharaui.
¿Podremos agradecer alguna vez, de algún modo, el inmenso ejemplo que nos ha ofrecido y sigue ofreciendo Aminetu Haidar? ¿Podremos? ¿Nos ponemos en ello y tomamos nota de que no nos está permitido nunca jamás olvidar la situación y derechos de la ciudadanía saharaui que ella tan magníficamente representa? Consigamos que no habite el olvido sobre este punto tan esencial de nuestra historia reciente.
PS: Por si fuera necesario, que seguramente no lo es, al hablar de la política de Marruecos respecto a la que fuera colonia española, vale la pena recordar unas palabras del coronel de Infantería, diplomado de Estado Mayor, en situación de retirado, Alfonso García de Paadín Ahumada, conocedor de primera mano del Sáhara occidental donde estuvo destacado en diferentes ocasiones con las unidades paracaidistas del Ejército español hasta el último momento en que las tropas allí destinadas, abandonaron el territorio, obedeciendo las órdenes del gobierno neofranquista de Carlos Arias Navarro, el primer gobierno de la Monarquía juancarlista. García de Paadín y Ahumada participó en el reconocimiento de los campamentos de la Marcha Verde desde helicóptero, a muy baja altura, pudiendo apreciar en detalle su organización.
[…] Tras nuestra marcha del Sáhara, continuó la guerra en el territorio, en este caso entre las FAR,s marroquíes y el Frente Polisario, siendo de destacar los sucesivos muros, hasta seis, que levantaría Marruecos; algunos, como el primero, de 600 kilómetros de longitud, 4 metros de altura y fortificados con defensas electrónicas de la empresa norteamericana Westinghouse, para preservar la zona «útil», que consideraba de mayor interés: la relacionada con las principales capitales y el fosfato de Bu Craa. Muros equipados cada 15 km., con radares que transmiten sus datos a baterías y que completan lo que supone una verdadera barrera electrónica. Por ello, esa batalla, la militar, se puede considerar hasta el momento ganada por Marruecos, que tiene allí desplegadas a la práctica totalidad de sus Unidades. Otra cosa es la política, toda vez que más de ochenta países, tienen ya reconocida a la RASD, la República Árabe Saharaui Democrática. De hecho, el Sáhara Occidental, tiene otorgado en las Naciones Unidas, la calificación jurídica internacional de «Territorio No Autónomo», no figurando Marruecos como potencia administradora; lo que le convierte en un mero ocupante, sin potestad alguna sobre la población saharaui.
En cuanto al ejercicio del derecho de autodeterminación de la ciudadanía saharaui, Alfonso García de Paadín y Ahumada señalaba:
[…] En Abril de 2007, Marruecos presentaría un Proyecto de Autonomía para la zona, bajo el título «Iniciativa de autonomía para la región del Sáhara». El plan que Marruecos plantea ante la ONU, otorgaría una amplia autonomía a la antigua colonia española, cerrando la puerta a la independencia y a la celebración de un referéndum, motivos por los que el Frente Polisario, que como se sabe defiende la independencia de la antigua colonia española, no lo comparte. En cuanto a Mauritania, se retiró de la «puja» por el territorio, dejando vía libre a Marruecos, que es quien carga con toda la responsabilidad actual.
Pero creo difícil la realización de un referéndum sobre la autodeterminación con garantías y al que, por supuesto, me parece que tiene todo derecho el pueblo saharaui. [el énfasis es mío].
Notas:
[1] Entrevista en TV3, 19 de diciembre de 2009.
[2] Público, 19 de diciembre de 2009, p. 27
[3] www.rebelión.org
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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