Recomiendo:
0

Con Israel si hay caso para el Tribunal de La Haya

Fuentes: Rebelión

«El politicidio (contra el pueblo palestino) es un proceso que cubre una amplia gama de actividades sociales, políticas y militares cuyo objetivo es destruir la existencia nacional y política de toda una comunidad de personas y, de este modo, negarles la posibilidad de autodeterminación. Los asesinatos, las masacres localizadas, la eliminación de líderes y de […]

«El politicidio (contra el pueblo palestino) es un proceso que cubre una amplia gama de actividades sociales, políticas y militares cuyo objetivo es destruir la existencia nacional y política de toda una comunidad de personas y, de este modo, negarles la posibilidad de autodeterminación. Los asesinatos, las masacres localizadas, la eliminación de líderes y de las élites, la destrucción física de las instituciones públicas y de la infraestructura, la colonización de la tierra, la hambruna, el aislamiento político y social, la reeducación y la limpieza étnica parcial son las principales herramientas utilizadas para alcanzar el objetivo». Esta explicación de la política llevada a cabo por Israel sobre Palestina la escribe Baruch Kimmerling en su obra «Politicidio. La guerra de Ariel Sharon contra los palestinos», editorial Foca. Baruch Kimmerling advierte que esta política de Israel se haya en su propio nacimiento y es la que después lo conforma, aunque se ve intensificada a partir de la guerra de 1967 y sobre todo tras la elección y reelección de Ariel Sharon en 2001 y 2003. Continúa diciendo: «El funesto escenario que se dibuja en el horizonte nunca ha sido inevitable, como tampoco las etapas que conducen a su irreversibilidad. Sin embargo, la elección y la reelección de Sharon, las circunstancias que las hicieron posibles y la situación política interna creada a consecuencia de las mismas han hecho esta aterradora visión más probable de lo que nunca lo había sido desde 1948».

Ahora nos situamos ante el último gobierno de Israel y encontramos hechos y declaraciones genocidas, asesinatos, robo de tierras, del agua, de la producción, destrucción de instituciones, de la identidad nacional, asesinato de líderes sociales y políticos, la colonización y la negación de su derecho a la independencia.

Diariamente los mercenarios y colonos israelíes disparan a las gentes trabajadoras palestinas que laboran la tierra, que pescan, que se ganan la vida en talleres y comercios, que circulan por las calles de pueblos y ciudades de Palestina, y causan muertos y heridos, y lo celebran. En caso de que el escándalo internacional se escape de sus manos llevan a «juicio» al asesino en cuestión y lo justifican, por ejemplo a los responsables del asesinato de aquellos 4 niños que despedazaron en una playa de Gaza bombardeándolos, y se absuelven a sí mismos. Aquí también hay caso.

Leemos y escuchamos declaraciones como las de ese cargo gubernamental sionista que incita a matar a las madres palestinas para que no nazcan niños palestinos, y anima a matar a los niños y niñas palestinas para que no tenga futuro existencial el pueblo palestino. Ningún gobierno «civilizado y democrático occidental» se ha puesto en contra. Es posible que ese miembro del gobierno israelí y el mismo gobierno, y todos los gobiernos occidentales también tengan en cuenta la información tan importante que en Marzo, por el día de la Mujer Trabajadora, se dio a conocer sobre la mujer palestina: «el 75% de las personas que frecuentan las universidades en Palestina son mujeres, y la tasa de escolarización entre las mujeres palestinas es superior al 87%», y la fuerza que transmite al conjunto social para resistir. La mujer palestina es fundamental para que el pueblo en su conjunto supere las enormes dificultades que presenta la ocupación y la guerra sionista, la mujer palestina es fuerte y educa, defiende al castigado pueblo a que pertenece, a la nación de que forma parte. En su persecución también hay caso.

Otro asesino israelí bien conocido hoy es el ministro Moshe Yaalon, ese que quiso hace apenas unos días que los palestinos y palestinas no pudiesen subir a los autobuses de transporte público, es el mismo sionista que defiende a viva voz el empleo de bombas atómicas contra el pueblo palestino, y pone como ejemplo de su uso para el politicidio el crimen que llevó a cabo EEUU lanzando las dos bombas atómicas contra Japón al final de la 2ª Guerra Mundial. Aquí también hay caso.

Algo he comentado en otros artículos sobre los presos y presas palestinas en Israel, las torturas a cientos de miles de palestinos, tantos que representan el 25% de la población palestina en su conjunto, lo que supone el 40% de los hombres palestinos, presos y presas que los sionistas encierran por años, y en cientos de casos para toda la vida, en mazmorras de 1 metro y medio cuadrado, y son abandonados y abandonadas a las enfermedades, la humedad, la suciedad, el hambre, y el aislamiento total del mundo, absolutamente a oscuras o con una luz eléctrica encendida siempre, … pero ha saltado por encima de los medios informativos oficiales de España, sus amos sabrán por qué impiden que se conozca lo que han hecho los sionistas con Khalida Jarrar, parlamentaria palestina: lleva tres meses encarcelada y encadenada por tener voz palestina; los sionistas israelíes la tienen en la prisión de Ofer, cerca de la ciudad de Ramala, población conocida entre los palestinos como «La montaña de fuego» por su resistencia al invasor. También se ha dado a conocer lo que han hecho con Samer al-`Isaawi, del que ya escribí en el artículo titulado «Las familias palestinas son como la de la señora Lsayla y el señor Tareq Issawi». Desde luego hay otros muchos miles y miles de casos desconocidos para las gentes que podrían ayudar a Palestina, y su desconocimiento se debe al tapón que hacen y la falsificación de noticias de «las democracias occidentales»: el último, ahora mismo hay un preso que lleva más de 50 días en huelga de hambre, a las puertas de la muerte, aquí esta el comunicado que la «Coalición europea de apoyo a los prisioneros palestinos» ha emitido, y que los medios del régimen en que vivimos no quieren dar a conocer:

 

Coalición europea de apoyo a los prisioneros palestinos

¡Salvad la vida del prisionero Jader ´Adnan! Hacia la más amplia campaña popular de solidaridad con los presos preventivos (administrativos),

El preso Jader ´Adnan del pueblo de ´Araba (Jenin) continua con su huelga de hambre de 52 días seguidos, en rechazo de la política de arbitrarias detenciones. En las prisiones de la ocupación continúan encerrando sin juicio alrededor de 400 presos preventivos y la renovación de su detención preventiva se lleva a cabo mes tras mes. Las autoridades de la ocupación utilizan las leyes del mandato británico para dar cobertura a su política represiva. A la sombra de este silencio internacional sobre estas prácticas, los presos no encuentran vía para hacer oír su voz al mundo exterior ni para presionar a las autoridades de la ocupación, sino siguiendo los medios de protesta que se le permiten y a su cabeza la huelga de hambre poniendo en peligro su vida.

Hoy el Shayj Jader ´Adnan entra en el día 52 de su huelga y su estado de salud va empeorando poniendo su vida en peligro verdadero que puede llevarle a la muerte.

Ciertamente nosotros, la Alianza para el Apoyo a los Presos Palestinos, anunciamos nuestra posición al lado del preso Jader ´Adnan para emplazar a las organizaciones internacionales y las asociaciones de los derechos humanos y la sociedad internacional a que presionen sobre las autoridades de la ocupación para que respondan a su petición y le liberen a él y a sus compañeros en detención preventiva y a su cabeza Samer al-`Isaawi, y la diputada Jaalida Yaraar y todos los detenidos en las mazmorras de la ocupación,los valientes niños, mujeres, ancianos y enfermos.

Así pues todo el esfuerzo para salvar la vida de Jader ´Adnan y el saludo a los valerosos presos por su lucha y su resistencia en aras de la libertad y el fin de la ocupación

El Coordinador General Dr. Jaalid al-Hamd.

El Tribunal de La Haya tiene caso, hay caso.

Ahora mismo La Flotilla por la Libertad de Gaza navega para romper el bloqueo ilegal a que Israel tienen sometida a la población palestina desde hace 8 años, un asunto que debían haber impedido los organismos internacionales con el Derecho Internacional en la mano, sin embargo son las gentes solidarias las que dan ejemplo y se ponen a trabajar para poner fin a la injusticia, y ya ha gritado el que hace de primer ministro de Israel, Netanyahu, que van a atacar a los barcos de la paz, 4 barquitos que llevan medicamentos, paneles solares, algún alimento y poco más, ¿cuántos crímenes tiene a sus espaldas el capo de Israel? El Tribunal de La Haya tiene caso con semejante individuo.

En los barcos de la Flotilla van gentes solidarias de casi 20 países, gentes que quieren que se cumpla la ley internacional, los Derechos Humanos, que se frene a ese régimen racista que pretende el exterminio palestino, el politicidio. Cuando los piratas israelíes atacaron a la Flotilla en aguas internacionales y asesinaron a 9 personas solidarias, buenas, gentes de paz, ninguna «democracia occidental» renegó, ni ha renegado de Israel, algo muy grave ha ocurrido en la conciencia de estos gobiernos que ahora que el crimen continúa también callan. De lo sucedido con la Flotilla sabremos estos días. El bloqueo tiene que caer.

He aquí algo menos conocido y que nos hace volver a los presos: Durante la agresión israelí a Gaza el año pasado por estas fechas, mientras asesinaban y herían a decenas de miles de mujeres, hombres y niñas y niños palestinos y echaban abajo la ciudad con bombas de todo tipo hasta la equivalencia de una gran bomba atómica, las autoridades carceleras israelíes impusieron castigos colectivos a los prisioneros palestinos, inspecciones diarias de sus celdas, robo de sus pertenencias, cambios de prisión, eliminación de las visitas a los pocos que tienen, eliminación de descansos a los pocos que tienen, de acceso a la cantina de las prisiones a los pocos que se lo permitían, prohibición de ver televisión a los pocos que se lo permitían, multas, …

Sí, hay caso, el Tribuna Internacional de La Haya tiene caso con los crímenes israelíes. Netanyahu y sus compañeros deben ser juzgados, y el pueblo palestino recuperar sus derechos empezando por su independencia, por la vuelta de sus refugiados, por la libertad para sus presos,… Hay que acabar con el politicidio que comete Israel.

Que se abra la causa. El Tribunal tiene la palabra.

 

Ramón Pedregal Casanova es autor de «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», y de «Dietario de crisis».